El 20 de enero de 2013, los de Mourinho se enfrentaron al conjunto de Ernesto Valverde en tierras levantinas. Fue un partido intenso, y sobre todo la primera parte, en la cual hubieron cinco goles de los blancos y cero ocasiones para el Valencia CF. 

El Real Madrid llegaba sin toda la confianza posible, ya que a domicilio tan solo había conseguido 14 puntos de los 30 posibles, y en sus dos últimas salidas en Liga había perdido en una y empatado en la otra. Su objetivo en el partido de Mestalla era luchar con el Atlético de Madrid por el tercer puesto de la competición. Por su parte, el Valencia llegaba con tres victorias seguidas (Sevilla, Granada y Getafe), y su objetivo era conseguir los tres puntos y llegar así a puestos europeos.

El árbitro dio el pitido del inicio de partido, y los blancos salieron a por todas. Desde el primer minuto se vio en Mestalla que la defensa 'che' no estaba en su mejor momento de forma, y que eso lo podría aprovechar el Madrid en cualquier contra para encajar un gol. Era el minuto ocho y Gonzalo Higuaín anotó el primer gol tras un gran pase de Arbeloa. Cada balón que perdía el Valencia era una ocasión para los de Mourinho, quienes aprovecharon estos fallos sobre todo en los últimos quince minutos de la primera parte. En este tiempo, el Madrid llegó cuatro veces a portería y marcó las cuatro. Los dos goles de Cristiano Ronaldo y los otros dos de Ángel Di María fueron suficientes para irse al descanso con el partido casi cerrado, pues para los de Valverde iba a ser casi imposible remontar ese 0-5.

No solo hubieron goles por parte de los merengues, sino que también tuvieron una gran actuación en defensa: el conjunto blanquinegro no se aproximó en todo el primer tiempo a la portería de Iker Casillas.

En la segunda parte se vieron pequeños cambios: El Valencia ya no era el desastre del primer tiempo y el Madrid frenó tu racha goleadora, aunque siguió creando ocasiones. Por suerte para la afición valencianista no hubieron más goles por parte del Real Madrid pero el Valencia tan solo llegó a la portería rival un par de veces, una con un remate de Piatti al larguero y otra con un cabezazo de Rami. 

El partido terminó con el mismo marcador del minuto 45: cero a cinco. Los jugadores blancos salieron satisfechos del terreno de juego por su gran actuación en Mestalla, y en cambio la afición valencianista tan solo gritaba una cosa al unísono: ''Llorente, vete ya'', mostrando así su disconformidad con la presidencia del club en manos de Manuel Llorente.