Durísima derrota del Valencia en su despedida del Calderón. Los de Voro se mostraron planos durante todo el encuentro y no chutaron a puerta en todo el encuentro. Por su parte el Atleti, volvió a dar señales de ese equipo bronco y defensivo que a la contra te destroza.

Dormidos todo el encuentro

En ocasiones se dice que un equipo "sale dormido al terreno de juego". El Valencia no es que saliera dormido al Calderón, es que se mantuvo sin despertar durante los 90 minutos del encuentro. En el minuto 10, y tras una pérdida de Orellana, Greizmann puso por delante a los suyos anticipando lo que sería una plácida tarde atlética.

A partir del gol, los de Cholo se dejaron llevar. Mermados físicamente por jugar el jueves, se dedicaron a ver pasar los minutos mientras el Valencia, sorprendentemente, hacía exactamente lo mismo. Los de Voro ni atacaron, ni generaron peligro, y eso que tuvieron un 54% de posesión de balón. Soler trató de activar a su equipo. El descaro del valenciano no fue suficiente en esta ocasión, y tanto Gabi como Koke frenaron muy bien las escasas triangulaciones que "el chino" intentó hacer con sus compañeros. Además Parejo volvió a tener otra de sus "tardes grises" y tampoco apareció en todo el encuentro Sin su mejor jugador técnicamente, el Valencia tuvo poco que hacer en el partido 

Voro cayó en la trampa del Cholo

El Cholo recuperó frente al Valencia parte de su esencia. Pese a no tener el control del balón, dio la sensación de que controlaban todo lo que ocurría en el partido. Y lo peor de todo, es que el Valencia no intimidó no por un segundo a los rojiblancos. 

De nuevo tras otra pérdida valencianista, Gameiro aprovechó para disparar desde fuera del área un balón que, tras rebotar en Mangala, puso el 2-0 en el marcador. El Valencia naufragaba en templo atlético, y nada parecía que iba a salvarlo. Los jugadores, impasibles, ni se inmutaban ante la posibilidad de hacer un ridículo histórico en la despedida del Valencia en el Calderón. Zaza, fue el unico salvable, el italiano presionó sin descanso durante los 90 mintutos. Sin embargo, acabó desquiciado al ver que él era el único que estaba metiendole una pizca de intensidad al partido 

Con la entrada de Santi Mina y Bakkali el equipo dio durante 5 minutos sintomas de mejora. Nada más lejos de la realidad, desde el segundo gol atlético, el equipo ché se dejó llevar, más aún, y cerca estuvo de recibir 2 o 3 goles más. Diego Alves tuvo que intervenir en 3 "mano a mano", dos ante Gameiro y uno ante Griezmann. Lo preocupante, es que estas ocasiones atléticas no nacieron de un gran pase de un compañero, sino de un intento de despeje fallido, o de un regalo, de los jugadores del Valencia. Esperpéntico 

La indiferencia se paga caro

Ya no es solo la dura derrota del equipo valencianista lo que preocupa. Es, más bien, la indiferencia con la que la han encajado los jugadores, y la pasividad que han mostrado en el terreno de juego. El Valencia nunca dio la sensación de que quería ganar el partido, pero desde el 2-0, parecía que ya hasta les daba igual a todos los jugadores los goles que les metieran.

Lejos queda aquel equipo histórico comandado por Juan Cruz Sol que estrenó el Vicente Calderón hace 51 años, y por desgracia, se ha visto de cerca, como un equipo sin proyecto ni alma, se despedía del Calderón dejando una imagen lamentable. 

La Europa League, que hablaban algunos, no está hecha para un equipo como el Valencia actual, el cual, solo muestra su mejor versión, cuando verdaderamente se ve con el agua al cuello.