Si quieres, puedes. Esa es la mentalidad de un equipo ganador salga al campo que salga. Sin excusas. Por el contrario, cuando te conformas, cuando un punto te sabe bien y prefieres aguantar el resultado, aunque pudiera ser más favorable, tiende a salir mal. Que se lo digan al Real Zaragoza que lleva viviendo esta misma situación jornada tras jornada cada vez que sale de La Romareda. 

Ante ellos, un Córdoba que no ha dejado de creer y que ha buscado la portería hasta el final. Es por eso que ha obtenido su premio gracias al gol de Markovic en el tiempo de descuento para que los tres puntos se quedaran en casa. 

Una ocasión, un gol

El único cambio de Raúl Agné en el once fue la entrada de Feltscher por Fran Rodríguez y descartando a Raí de la convocatoria. Un once sin grandes cambios y con el único objetivo de conseguir tres puntos vitales para poder alejarse un poco más de los puestos de abajo. 

Durante la primera media hora, el equipo blanquillo no conseguía dar más de tres pases seguidos. El Córdoba presionaba perfectamente las filas zaragocistas y conseguía incomodar a los maños que no terminaban de encontrar su sitio. Una primera parte cargada de imprecisiones por parte de ambos equipos y sin apenas ocasiones de gol. 

La ocasión más clara llegaría en el minuto 41 de las botas de Alfaro después de caerle un rechace y su disparo se marcharía fuera por muy poquito. Minutos después volvería a intentarlo después de ganarle la espalda a la defensa blanquilla tras un buen saque de banda, pero Saja respondería bien y despejaría el peligro. 

A falta de dos minutos para el final de la primera parte, el Real Zaragoza daba la sorpresa. Ángel recogería un buen pase de Xumetra y ganaría la espalda a la defensa blanquiverde para adelantar al equipo aragonés en el Nuevo Arcángel. No habían generado ninguna ocasión de peligro hasta ese momento. Con este tanto, el delantero tinerfeño suma 14 goles. 

De más a menos

La segunda parte comenzó con Agné moviendo ficha en el banquillo. Algo no muy habitual. Edu García ingresaría en el terreno de juego en el lugar de Xumetra. Este último, a excepción de la jugada del gol, no tuvo su mejor partido y erró en muchos controles de balón. 

El Córdoba sabía lo que se jugaba y más en casa. Por ello, salió a por todas, buscando la portería zaragocista. Y a punto estuvo de encontrarla Rodri que se aprovechó de un fallo defensivo y en el uno contra uno con Saja mandó el balón a la izquierda de la portería. Sería la primera ocasión clara de los andaluces y no sería la única. Solo unos minutos después, Saja volvió a intervenir con una mano salvadora que mandó el balón a saque de esquina. 

Unos minutos en los que el Real Zaragoza lo estaba pasando mal y necesitaba buscar el segundo gol para dar tranquilidad al equipo. Y la tuvo. Edu García perdonó el 0-2 con un disparo que se marchó rozando el palo derecho. El extremo zaragozano se lamentaba y lo haría después todavía más cuando el Córdoba, a balón parado, ponía el empate en el marcador gracias a un tanto de Rodri

Foto: La Liga.

En estos momentos, el conjunto de Raúl Agné se mostraba aturdido y soportaba el arreón andaluz. Además, el aficionado zaragocista tenía el corazón en un puño al ver que Saja tenía que ser atendido. Finalmente, el guardameta se recuperaba y podía seguir. Estos seguían presionando para darle la vuelta al marcador. Aun así, el Real Zaragoza intentaba responder y tuvo una jugada clave en la que un disparo de Dongou lo sacó en la línea la defensa. Una jugada muy polémica, ya que el delantero zaragocista es derribado en el área, aunque llegó a golpear el balón y estuvo a punto de entrar, pero en línea lo sacó un defensa y el rechace cayó en las botas de José Enrique que acabó perdiendo la posesión. Una jugada que se saldó con una tarjeta amarilla para el lateral zaragocista y con Agné expulsado, incrédulo en la banda por la decisión arbitral. 

Jarro de agua fría tras el gol de Markovic

A partir de este momento, el partido estaría roto. Ambos equipos tenían la oportunidad de llevarse los tres puntos, pero el Córdoba creía más que el Real Zaragoza. Raúl Agné había hecho ya dos cambios (Edu García y Dongou) y todavía faltaría uno. Con el empate en el marcador y los minutos llegando a su fin fue entonces cuando se apostó por hacer el tercer cambio. Jesús Valentín entraría en sustitución de Lanzarote. Un cambio totalmente incomprensible. Ya la jornada anterior, Raúl Agné fue pitado en La Romareda por realizar un cambio defensivo teniendo el partido atado. Esta vez, con todo por decidir a falta de minutos, la apuesta volvía a ser defensiva. 

La guinda del pastel la pondría Markovic en el tiempo de descuento, haciendo desatar la euforia en el Nuevo Arcángel. Una victoria importantísima para los andaluces y que mete en serios aprietos al Real Zaragoza. De nuevo, pecaron de conformistas y se fueron de vacío en un partido donde fueron de más a menos. 

La próxima jornada, el equipo aragonés recibe al Sevilla Atlético en La Romareda. Un partido clave donde está prohibido fallar, y de hacerlo prácticamente se diría adiós a la lucha por los puestos de playoff y obligarí9an a centrarse al equipo en la lucha para mantener la categoría. Difícil y dura realidad.