Todos sabemos que los comienzos futbolísticos en nuestra ciudad vinieron por completar ese conjunto de equipos vizcaínos y guipuzcoanos que empezaron su andadura con anterioridad, liderados por el Athletic desde 1898 y la Real Sociedad desde 1909.

Inicios del Deportivo Alavés

Y así, en Vitoria allá por 1920, nació el Sport Friend, influenciado en su nombre por los orígenes ingleses del deporte del balompié. Su primer presidente, el periodista Hilario Dorao, el día 23 de enero del año 1921, reunió a la junta y les comunicó la idea de cambiar el nombre por el de DEPORTIVO ALAVÉS. Con una cerrada ovación se aceptaba la propuesta y nacía así nuestro Glorioso.

Equipo del D. Alavés en 1930. Fuente: anotandofutbol.blogspot.com
Equipo del D. Alavés en 1930. Fuente: anotandofutbol.blogspot.com

Era tal el poderío del equipo, que muchas localidades de las provincias cercanas le llamaban para medir sus fuerzas contra él. Y eran tantos los partidos que jugaban, que se vieron en la necesidad de contar con un terreno de juego propio. Y así, en 1923, comenzaron las obras de Mendizorroza. Aunque estaba todavía en obras, quisieron jugar el 9 de agosto de 1923 un partido que enfrentó al Athletic de Bilbao y a una selección del Alavés y la Real Sociedad. Ganaron los bilbaínos por 2-1. No sería hasta el año siguiente su inauguración.

Después de varias gestiones burocráticas, la junta directiva consiguió que el Deportivo Alavés pudiese jugar de manera oficial, después de ingresar en la Federación Vizcaina en la serie B.

Mendizorroza

Las obras del campo continuaban a buen ritmo y en 1924 instalaban las oficinas del club en la calle del Arca, donde ahora hay unas oficinas bancarias y allí se preparó la inauguración del campo para la víspera de San Prudencio de ese mismo año. El partido fue contra el equipo del Deusto, al que se derrotó por 2-0. El bautizo del campo no se produciría hasta medio año después y fue el 3 de septiembre cuando adoptaba el nombre oficial de Mendizorroza.

Campo de Mendizorroza. Fuente: conociendoalava.blogspot.com
Campo de Mendizorroza. Fuente: conociendoalava.blogspot.com

A partir de ese momento, el Deportivo Alavés empezó a jugar en diferentes estadios y en el suyo propio y eran muchas las alabanzas que los aficionados y técnicos y jugadores contrarios hacían sobre su juego. Mucha culpa de esos éxitos se debía a la incorporación de la pareja más famosa de la historia del club: Ciriaco y Quincoces. Pero llegaron los momentos delicados para el equipo albiazul y no desaprovechó la ocasión de traspasar a varios de sus jugadores para solucionar sus problemas económicos. En un paquete en el que se incluyeron Olivares, Ciriaco y Quincoces, el Real Madrid abonó 65.000 pesetas (375 euros).

Ciriaco

Ciriaco Errasti Siunaga, nacido en Eibar el 8 de agosto de 1904, empezó a dar sus primeras patadas en el equipo del Lagun Artea. De ahí pasó al equipo principal de su ciudad natal, el Eibarresa, actual SD Eibar. Llegó al Deportivo Alavés en 1925, debutando en el primer equipo albiazul en primera división, el día 7 de diciembre de 1930, contra la Real Sociedad, empatando a 2 tantos en Atocha, en el que fue el debut del equipo alavesista en Primera División. Al año siguiente ficharía por el Real Madrid. Cuando llegó a la capital su compañero Jacinto Quincoces, se convirtieron en una defensa inseparable, junto al grandísimo Ricardo Zamora bajo los palos.

Ciriaco Errasti, en el Real Madrid. Fuente: realmadrid.com
Ciriaco Errasti, en el Real Madrid. Fuente: realmadrid.com

Con el equipo merengue ganó las dos primeras Ligas que consiguió el equipo blanco y 2 Copas, después de haber jugado en 87 partidos. Tuvo una importante participación en la Selección nacional. Participó en 14 partidos internacionales, habiendo debutado el 1 de enero de 1930, en un partido celebrado en Barcelona, contra Checoslovaquia, al que derrotaron por uno a cero. También jugó el Mundial celebrado en Italia, en 1934. Falleció con 80 años, el 11 de noviembre de 1984, en el pueblo que le vio nacer.

Quincoces

Jacinto Fernández de Quincoces López de Arbina, más conocido como Jacinto Quincoces. Nacido en Baracaldo el 17 de julio de 1905. Empezó en el equipo de su pueblo, el Baracaldo y, con apenas 18 años, llegó al Deportivo Alavés. En ese año, el Deportivo Alavés no competía en ninguna división, debido a sus problemas con la Federación de Bizkaia y su participación se basaba en partidos amistosos. Ese fue el motivo por el que Quincoces tuvo que esperar un par de años para debutar en partidos oficiales. Y precisamente, su debut coincidió con el de su compañero en la zaga, Ciriaco. Juntos participaron en el empate a dos goles de Atotxa, frente a la Real Sociedad, en 1930. También al año siguiente, se marchó al Real Madrid junto a su inseparable Ciriaco.

Quincoces, con la Selección, en 1929. Fuente: futbolnostalgia.com
Quincoces, con la Selección, en 1929. Fuente: futbolnostalgia.com

En las 8 temporadas que estuvo en el Real Madrid, participó en 150 partidos y con él ganó 2 Ligas y 2 Copas. También jugó como internacional en 25 ocasiones, participando en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, en 1928, y en los Mundiales de Italia, en 1934, donde fue nombrado mejor jugador del campeonato.

Cuando se retiró del fútbol profesional como jugador, empezó su etapa de entrenador, más desconocida pero más intensa. En la temporada 1942-43 fue contratado por el Real Zaragoza. Sólo estaría un año, porque fue llamado para llevar al equipo de la Selección Nacional. Su labor con el equipo de España fue efímera, pues tan solo llegó a entrenar en dos partidos. Fue llamado por el Real Madrid para entrenar en la temporada 1945-46, con el que quedaría campeón de la Copa. Continuó durante dos temporadas más y fue llamado por el Valencia

Jacinto Quincoces, en el Real Madrid. Fuente: lagalerna.com
Jacinto Quincoces, en el Real Madrid. Fuente: lagalerna.com

El equipo ché se convirtió en el equipo donde más continuidad tuvo en el banquillo, ya que permaneció allí durante 6 temporadas. En ese tiempo, llegó a conseguir 2 Copas. Volvería a la capital, pero para entrenar al rival eterno del equipo blanco. El Atlético de Madrid se hizo con sus servicios durante la temporada 1954-55, que finalizó en un discreto 8º puesto de la clasificación, tan sólo dos puestos por encima que el recién ascendido Deportivo Alavés. En esa temporada, visitó Mendizorroza, donde cosechó una derrota el 21 de noviembre de 1954, por dos a cero, con goles de Ibarra y Echániz. Sin embargo, cuando el Alavés visitó el estadio del Manzanares el 6 de marzo de 1955, volvieron con una goleada de cuatro goles a uno. El único gol marcado por los babazorros fue obra de Primi, poniendo un inquietante 0-1 en el marcador, en el minuto 7 del encuentro. Quincoces volvió al equipo con el que se estrenó como entrenador, el Zaragoza. Allí estuvo durante dos temporadas para volver al Valencia hasta la temporada 1959-60, en la que se retiraba como entrenador.

Fuente: elfutblogin.com
Fuente: elfutblogin.com

Otra faceta poco conocida de Jacinto Quincoces fue su participación en las pantallas de cine de aquella época. Seis son las películas en las que intervino como actor: Campeones (1943), El camino del amor (1946), Tierra sedienta (1945), Once pares de botas (1954), La saeta rubia (1956) y 114 goles (1971).

Olivares

Manuel Olivares Lapeña, nacido el 2 de abril de 1909 en Son Servera, localidad de la isla mallorquina, debutó en el equipo del Avión de San Sebastián, al tenerse que desplazar su familia a Donosti, para trabajar. Con 19 años fichó por el Deportivo Alavés, al ser rechazado por la Real Sociedad y debutó, precisamente, con el equipo en aquel mencionado partido contra la Real Sociedad, en 1930.

Precisamente, en ese partido, fue el autor de los dos goles marcados por el equipo vitoriano, convirtiéndose en el primer jugador que marcaba un gol en Primera División, vistiendo la camiseta albiazul.

También tiene otro récord en su haber. Es el jugador del deportivo Alavés que menos tiempo ha tardado en hacer un hat-trick. Fue un 21 de diciembre, frente al Español. Tan sólo tardó 34 minutos en conseguirlo. Quién será el siguiente?. Era apodado como Txipirón, por el tono moreno de su piel, pasando a ser conocido como El negro, en su etapa del Real Madrid. En el año 1931, se fue al Real Madrid, en el mismo paquete de jugadores junto a sus compañeros Ciriaco y Quincoces. Allí jugó durante 3 temporadas, consiguiendo también 2 Ligas y 2 Copas, jugando un total de 39 partidos con el equipo blanco. En su segunda temporada, consiguió el trofeo Pichichi, con 16 goles. En la temporada 1934-35 volvió a la Real Sociedad. Dejó, momentáneamente, su etapa como jugador y se aventuró en la de entrenador.

Olivares, con Ciriaco y Quincoces. Fuente: glorioso.net
Olivares, con Ciriaco y Quincoces. Fuente: glorioso.net

Empezaría con el Zaragoza, que militaba en segunda división, y consiguió el ascenso con ellos. La Guerra Civil interrumpió todos los torneos y al reanudarse el campeonato, en 1939, volvió al Zaragoza, pero esta vez como jugador. Tras pasar por el Hércules, el Málaga, el Úbeda y el Algeciras, colgaría las botas como jugador, tras jugar 82 partidos en primera división y marcar 54 goles. No obstante, volvería a entrenar al Zaragoza en la temporada 1946-47, pero el equipo descendió a tercera división. Terminó su carrera de entrenador en la temporada 1953-54, siendo el primer míster en la historia del recién fundado Calvo Sotelo de Puertollano y pasando por el Betis y el Orihuela. Sólo falta mencionar que jugó un partido con la selección española. Fue el 14 de junio de 1930, en un partido que perdió el combinado nacional por dos goles a cero, frente al equipo de Checoslovaquia. Falleció el 16 de febrero de 1976.

Comentario final

Podemos afirmar que estos tres nombres (más los de Ciriaco y Quincoces que el de Olivares) están en el recuerdo de todos los que han pasado y seguimos pasando por las gradas de Mendi y les sacamos a relucir con orgullo siempre que se habla de fútbol. Vaya desde aquí este pequeño homenaje, a pocas fechas de que el equipo babazorro vaya a disputar la final de la Copa del Rey en la capital, como hicieron ellos hace muchos años.