El Alavés está viviendo una temporada histórica en su regreso a Primera División. La inesperada final de Copa del Rey que disputarán a finales de campaña contra el FC Barcelona es un premio al gran rendimiento de un equipo que no ha necesitado período de adaptación a la élite. El Alavés vuelve a jugar contra los mejores.

El Santiago Bernabéu llevaba sin acoger al conjunto blanquiazul desde el 18 de febrero del año 2006. Aquella temporada, la 2005-2006, el Alavés descendió a Segunda División, por lo que su duelo con el Real Madrid supuso el último en 11 años. Ahora, más de una década después, volverán a verse las caras en el templo blanco.

El último duelo Real Madrid-Alavés se saldó con victoria madridista por 3-0. Guti y Robinho pusieron el 2-0 en el marcador antes de cumplirse el primer cuarto de hora; Cicinho, ya en el tramo final del encuentro, redondeó la goleada para los blancos. Zidane, que vivía su última temporada como profesional, no disputó aquel partido y vivió la victoria de su equipo desde el mismo banquillo desde el que dirigirá a sus hombres 11 años después contra idéntico rival.

La situación del Real Madrid en esta ocasión es muy diferente a la de entonces. En los últimos años de los Galácticos, el conjunto blanco ocupaba la tercera plaza de la Liga, por debajo del Valencia y del intocable Barcelona de Frank Rijkaard, que dominaba el fútbol español con Ronaldinho, Eto'o y Deco entre otros. Hoy, el Real Madrid es líder de la clasificación y está a menos de 10 jornadas de hacerse con un título de Liga muy esperado en la Casa Blanca.

El domingo, el Bernabéu volverá a recibir 11 años después al Alavés, un rival histórico que está cuajando una temporada magnífica. Hará bien el Real Madrid en no confiarse, pues su rival es finalista de Copa y ha vencido en escenarios tan complicados como el Camp Nou. Chamartín dictará sentencia.