En el fútbol, dominar el centro del campo es dominar el juego. Para ello, los equipos siempre tratan de contar con los mejores centrocampistas, esos que son capaces de controlar los partidos ejerciendo funciones muy diferentes desde la misma posición.

Rubén Pérez y Casemiro son los encargados de controlar el centro del campo en el Leganés y el Real Madrid, respectivamente. Pese a que su posición en el campo no es idéntica, su función es similar y tanto Asier Garitano como Zinedine Zidane confían en ellos para ayudar a su equipo en la zona central del campo.

Rubén Pérez es un fijo en las alineaciones del Leganés. El centrocampista de 27 años es el tercer jugador de la plantilla con más partidos disputados esta temporada en su equipo con 23 encuentros a sus espaldas, solo por detrás de Pirés (25) y Mantovani (24). Juega en un doble pivote en el que suele acompañarle Timor, otro jugador con el que Garitano cuenta habitualmente para sus sistemas.

Zidane ha encontrado en Casemiro el complemento perfecto para los interiores en el 4-3-3. La gran aportación en la elaboración de juego y en el ataque de los Kroos, Modric, Isco, James o Kovacic hace necesaria la presencia del brasileño por detrás de ellos, aportando equilibrio y liberándolos de carga defensiva. Casemiro ha disputado esta temporada 26 partidos entre todas las competiciones, 13 de ellos en Liga. La alta competencia que existe en la medular blanca le priva de algunos minutos, pero el hecho de ser el único centrocampista de corte defensivo de la plantilla juega a su favor.

El centro del campo del Leganés - Real Madrid vivirá un duelo apasionante entre dos jugadores que han sabido ganarse el favor de sus técnicos a base de trabajo. Butarque será el escenario de su enfrentamiento individual, uno de los muchos que se darán entre "pepineros" y "extraterrestres" que no se concederán ni un metro en busca de los tres puntos.