Garay comenzaba el partido en Mestalla de la peor manera. Cometió penalti sobre Florín Andone. Era solo el minuto siete de partido y el nerviosismo volvía a Mestalla. Pero ahí estaba Alves, dispuesto a aumentar su leyenda de ‘parapenaltis’. Fayçal se atrevió a lanzarlo pero erró. Sin duda, uno de los más felices tras la parada del guardameta valencianista fue Garay ya que vio como su error no pasó a mayores.

Sin embargo, lejos de amedrentarse tras el fallo, el central argentino dio un giro a su partido. Tan solo tres minutos después de cometer la pena máxima, anotaba el primero gol del encuentro para su equipo. El Valencia sacó una falta que primero Munir remató al larguero y luego Garay consiguió convertir en gol. Un tremendo derechazo que se colaba en la portería de Lux y daba aire al Valencia. Tras un penalti errado y un gol mal anulado de Carles Gil, el Deportivo veía como su rival se adelantaba en el marcador

A raíz del tanto, el central cuajó un gran partido. Se mostró seguro y contundente atrás y ya para el fin del partido, la exigente grada de Mestalla había olvidado su tempranero fallo.

Tras finalizar el encuentro, el central valoró y aplaudió la parada del penalti de su compañero Diego Alves. Afirmó que confiaba en que lo pararía debido a su extraordinaria estadística y su más que demostrada facilidad para detener lanzamientos desde los 11 metros.

Asimismo, Garay admitió que sin la parada del brasileño el partido hubiera sido totalmente diferente, el Valencia hubiera empezado el encuentro por debajo en el marcador, con la de nervios e imprecisiones que esto genera.  Para alegría del central argentino y de la afición che, el penalti no acabó en gol y el defensa pudo marcar el primer tanto de su equipo un par de minutos después. Paso de poder ser un villano a convertirse en héroe.