“Vamos a continuar con el camino marcado por Lay Hoon”. Esas han sido unas de las palabras más repetidas por el futuro presidente del Valencia Anil Murthy. Palabras claras y repetidas, pero, no por ello ciertas. Desde la cúpula valencianista no se cansan de mandar un mensaje continuista que se evidencia como falso conforme pasan las semanas. La estructura, el club, el Valencia, está cambiando y eso es una realidad. La llegada de Mateu Alemany personifica el cambio en una personalidad, una personalidad del mundo del fútbol, sí, por fin.

Mateu Alemany

Nuevo director general del Valencia. Ese será el puesto del ex directivo del Mallorca. No tendrá ningún trabajo en concreto, pero formará parte de todas las áreas a nivel general. Será el “supervisor”, el que tenga que apretar, la persona a la que los empleados rindan cuentas. Los que le conocen afirman que su trabajo es muy similar al de Manuel Llorente, es decir, apretar sin descanso todas las áreas y entrometerse en las tareas del club. Lógicamente, el tiempo dirá si las futuras intromisiones de Alemany son positivas o negativas, pero por el bien de todos, más vale que sean fructíferas.

Respecto a la posible especulación generada por la llegada de Mateu, en relación a una posible venta del club, hay que destacar que esta personalidad fue partícipe del proceso de venta del Mallorca a manos de Grupo Zeta. Por lo que, si se diera el caso, no le vendría de nuevas. Pero nada más lejos de la realidad. El propio Anil Murty ya lo ha dicho en rueda de prensa “no se va a vender el Valencia ni por 2 ni por 1000 millones”. Y es, precisamente, Anil Murthy, la siguiente figura que concierne tratar.

Anil Murthy

El que será presidente a partir del próximo uno de junio ha dejado pocos titulares en su particular rueda de prensa a modo “presentación”. Murthy se postula como un presidente que no llevará a cabo una revolución, pero si que hará cambios. El primero será empezar a tomar las decisiones en consenso. Algo propagado desde Meriton desde el día uno, pero que hasta el momento no se ha llevado a cabo.

Murthy está para quedarse. En más de una ocasión, dialogando con periodistas entre los que se encuentra un servidor, ha dicho que quiere estar mucho tiempo en el Valencia. Este discurso, aunque debiera ser el que un directivo tiene que dar, se aleja del clásico de Lay Hoon en el que nunca hablaba claro de su continuidad. Habrá que esperar hasta el próximo julio para saber de qué tratarán esos cambios que el nuevo presidente pretende hacer.

Anil Murthy. Fuente: Valencia C.F

Dirección Deportiva

A disgusto fue tomada la imposición de José Ramón Alesanco como director deportivo, no obstante, el ex barcelonista, está llenando el departamento deportivo de algo que el Valencia añoraba: gente de fútbol.

Junto a Vicente Rodríguez, se ha incorporado ya el francés Domingo Catoira, famoso por realizar el fichaje de Jonas Gonçalves –uno de los más rentables de los últimos años del Valencia-. Y suenan con fuerza nombres como el de Miguel Ángel Angulo, Jorge López, o el ex jugador valencianista y levantinista, Nando Martínez. Quizás la llegada de todos estos nombres que suenan se haga oficial, quizás no. Lo que sí que queda claro es que se está buscando a gente del mundo del fútbol, y sobre todo, gente que sepa qué es el Valencia – en vistas de que su propietario ni quiere saberlo-.

Kim Koh

El hombre comodín. La persona que siempre está pero nunca habla. Casi siempre viaja con el equipo, mas nunca –o casi nunca- ha realizado declaración alguna. Lo que parece que despeja la incógnita es la dimisión de Lay Hoon. Tras la marcha de la futura ex presidenta, Kim Koh pasará a ser los ojos, los oídos, el tacto directo de Peter Lim en el Valencia. Será el “particular” supervisor de Meriton, aunque quizás sería mejor para todos que fuera él mismo quien aclarara a la afición su labor.

Por lo que sí, la estructura ha cambiado. El efecto péndulo parece, poco a poco, volver al modelo que Salvo quiso instaurar con Rufete y Ayala. Para ello, se ha atravesado por el modelo de “General Mánager”, el de decisiones únicas de la presidenta, o el de “operaciones por la espalda del propietario (o como quieran llamarlo)” como fue el de la venta de Álcacer.

Cuando llegó, Rufete dijo en rueda de prensa que estaba aquí “porque las cosas no iban bien y tenía que cambiarlo”. Lejos de ese discurso revolucionario, el Valencia actual parece seguir un camino moderadamente similar. Eso sí, lo único que parece que sigue totalmente inmóvil es la falta de transparencia de Meriton: si no transmiten el proyecto que quieren para el Valencia, que no esperen que los jugadores o aficionados se sientan identificados