El jugador del Sporting es uno de los más destacados del equipo junto con Duje Cop, pero no podrá ayudar a los suyos frente al Real Madrid. Y no, no es por la famosa cláusula del miedo. Florentino lo tiene muy claro siempre que cede a un madridista a equipos de la Liga Española. Como ya le sucedió con el Alavés a Marcos Llorente -quien se mostró muy molesto con este tipo de acuerdos porque el madrileño quería jugar- ahora le tocaría a Burgui pasar el mal trago de ver el partido en casa y con todo lo que se juegan los de Gijón. Sin embargo, casualidades del fútbol han dado lugar a la sanción para el exmadridista, por cumplir ciclo de cinco tarjetas amarillas. 

Así es, no servirá de nada dicho contrato. Pero seguro que el equipo de Rubi notará la ausencia de un jugador clave en el ataque gijonés. Sus desbordes en banda izquierda, centros al área y asistencias de gol han contribuido a gran parte de los puntos que ahora mismo tiene el Sporting en Liga. No obstante, es insuficiente porque el club se encuentra en situación de descenso a cinco puntos del Leganés, quien marca la salida de la zona roja. Es el tercer equipo más goleado y mucho debe mejorar si quiere mantenerse en la máxima categoría del fútbol español.

Jorge Franco Alviz, apodado 'Burgui' por ser natural de un pueblo de Badajoz llamado Burguillos del Cerro, fichó por el Real Madrid "C" en la temporada 2012/2013. Aquí comenzó su formación como jugador blanco y al año siguiente ascendería al equipo filial madridista, dada su alta progresión. Tras estar dos años en el Castilla y destacando como centrocampista ofensivo, fue cedido al R. C. D Español. No estaba preparado para triunfar de blanco, pensaría Florentino. El club catalán se hizo con sus servicios en 2015 -igual que ya se sirvió de la calidad de Lucas Vázquez un año antes- pero el extremeño no logró alcanzar el protagonismo deseado. 

Ahora, desde su llegada a Gijón, sí está siendo de lo mejor junto al delantero croata Cop. Y no por sus goles. Tan solo ha marcado 1 gol, pero ha ayudado mucho con sus regates, pases y asistencias (aunque solo haya dado cuatro). Es un futbolista parecido a Lucas, pero que a sus 23 años todavía no ha mantenido la regularidad necesaria para brillar y quién sabe, dar el salto a un grande. Quizás parte de culpa de esa irregularidad la tenga el anterior entrenador del club gijonés, con el que Burgui fue suplente en gran cantidad de ocasiones. Con Rubi está aprovechando al máximo los minutos y no está defraudando.

¿Y su futuro? En unas últimas declaraciones, el jugador ha manifestado su deseo de seguir en Gijón. Sus padres están muy cómodos y no quieren irse. Son varias las ofertas que está recibiendo y una de ellas es precisamente del club perico. Antes de su salida al Sporting, los catalanes tuvieron la opción de compra (por 6 millones) pero no la ejecutaron. No convenció en Cornellá. Ahora, el rumor sobre un interés mayor puede cambiar su futuro... o no. Burgui tendrá la última palabra.