Dos puntos y trayectorías totalmente contrapuestas. Si a principio de temporada, allá por la jornada 10, nos hubieran dicho que faltando solo dos fechas para la conclusión el Ebro y el Gavà estarían separados por tan solo dos puntos sería absolutamente impensable. Pese a ello, el tramo final de los de Mena ha servido para tener a tiro de piedra a los aragoneses, y es que una victoria catalana serviría para adelantar a un equipo que a principio de temporada llegó a liderar la competición.

Minutos para no habituales

La salvación a falta de dos jornadas era más que un sueño utópico para todo lo que ha ido pasando el Gavà durante esta temporada. Por suerte, la confirmación de la permanencia llegó la pasada semana, con un tanto de Boris (quién si no) en las postrimerías del encuentro ante el Espanyol B. Gracias a ello, el equipo ha evitado viajar a Zaragoza inmiscuido en problemas deportivos. Por contra, los problemas extradeportivos han vuelto a aparecer. 

Niko Kata abraza a Peque tras salvar la categoría | Foto: CF Gavà
Niko Kata abraza a Peque tras salvar la categoría | Foto: CF Gavà

En breves, los jugadores hará dos meses que no cobran. Del míster, que informó el mes pasado, sabemos que le adeudaban hasta 3 meses. La historia de principio de temporada se repite, o incluso se pone peor. El pasado viernes, Mario Barri, director deportivo que atrajo unos inversores mexicanos al club para intentar reflotarlo, realizó una charla con algunos socios en un hotel de Gavà, y las noticias no fueron buenas. Barri expuso que los inversores habían perdido dinero, que querían echar fuera a Maniega (la única buena noticia de la tarde), pero también que tenían documentos legales para que Maniega cayera y, consecuentemente, el club.

La noticia ha sentado como un jarro de agua fría. Indudablemente, todos los aficionados del Gavà sabían que el club no estaba en una buena situación extradeportiva, pero tampoco tan grave. A final de temporada, la entidad tendrá una deuda de 550000 euros con la Hacienda Pública. Vamos, un desastre que no parece que vaya a tener buen final. 

Volviendo a lo deportivo, el equipo sigue igual de implicado. Óscar Mena les dio libre el miercoles después de salvarse, pero los jugadores pidieron al entrenador argentino que se entrenara. "Es increíble como entrenan los chicos, aunque no tengamos objetivos. Pensaba que nos ibamos a relajar... Pero lo de estos jugadores no tiene nombre. Para un entrenador es todo un orgullo", explicaba el argentino.

Mena durante un entreno | Foto: Álex Gallardo
Mena durante un entreno | Foto: Álex Gallardo

"El partido será un premio para los que no han jugado. Le tocará atajar a Éric, que no lo ha hecho durante toda la temporada. Se lo merecen igual o más que los que han jugado", exponía Mena en cuanto a la alineación para el domingo. "Sinceramente no pensaba que podríamos hacer 46 puntos a falta de dos fechas, con 6 partidos sin perder y 4 victorias. La verdad es que ha sido un final de año muy bueno, y me gustaría que no lo empañaramos al final con dos derrotas. Los menos habituales también merecen victorias", finalizaba.

Para el partido en Zaragoza, Héctor Camps será baja por acumulación de tarjetas, mientras que Cuba es duda por unas molestias físicas.

En busca del milagro

Los aragoneses quieren intentar llegar a la última jornada, en la que visitaran el Mini Estadi con un Barça B ya campeón de grupo, con opciones de entrar en Copa del Rey. Para ello, necesitan vencer al Gavà, que el Cornellà no gane en Sagunto y que el Hércules pierda en casa con el Mallorca B. Especialmente complicada parece esta última premisa, puesto que el Hércules se juega todo ante un equipo que está sin objetivos como el filial vermellón.

Para empezar, los pupilos de Emilio Larraz deberán vencer a un conjunto que no conoce la derrota en las últimas seis fechas, hecho que les ha valido la salvación. Con todo, los aragoneses seguro que se fijan en el partido de la primera vuelta, en el que lograron salir victoriosos de La Bóbila (1-2), en uno de los peores encuentros que se recuerda del Gavà esta temporada.

El Ebro quiere una victoria final en casa | Foto: Heraldo
El Ebro quiere una victoria final en casa | Foto: Heraldo

Aunque las opciones para entrar en Copa sean remotas, el Ebro quiere cerrar bien la temporada en La Almozara, despidiéndose de su afición con una victoria. De llegar, sería la séptima en casa para los aragoneses, que solo han visto tres derrotas en su estadio. De hecho, es la mejor defensa del campeonato como local, habiendo encajado únicamente 11 tantos en 18 partidos.

Para el partido contra el Gavà, Maureta será baja, mientras que Ivan Forte es duda por molestias