Dicen que la fe mueve montañas. El Extremadura y la ciudad de Almendralejo pueden, desde anoche, dar buena cuenta de ello. Un equipo que a principios de 2017 se encontraba inmerso en una depresión profunda y con serias opciones de descender en tiempo récord, se ha "marcado" una segunda vuelta de playoffs para prorrogar de manera brillante su plaza en división de bronce.

El curso 2017/18 contará, nuevamente, con un conjunto azulgrana que ha encontrado los ingredientes para permitirse el lujo de soñar a lo grande. El tiempo dirá si la de ayer es la primera página de una nueva historia dorada. De momento, toca "respirar" y saborear el resultado de un trabajo arduo y muy bien planificado.

Primer tiempo intrascendente

Con una tensión manifiesta  en los 10.000 rostros presentes, comenzaba el encuentro. Fiel a su estilo y ajeno a condicionantes, Juan Sabas planteaba un partido prudente, tirando de férrea seguridad atrás para tratar de aprovechar cualquier oportunidad ofensiva. El Sanluqueño, por su parte, se mostraba muy bien plantado y dispuesto a vender muy cara toda opción local de permanencia.

Los protocolarios y calurosos minutos de tanteo daban paso a los primeros intentos locales por "abrir la lata".  Una falta directa ejecutada por Josu  y peligrosas internadas por la derecha de un activo Dieguito, levantaban de sus asientos al expectante graderío azulgrana. Sin embargo, la ocasión más clara de la primera mitad caería del lado visitante. 

Corría el minuto diez. Balón largo de primeras desde el área del Sanluqueño a la carrera de Hamza. El verdiblanco se marcha "como un tiro" hacia la meta de Doblas y su disparo en el área es repelido con dificultad por el sevillano. Temprana declaración de intenciones de un conjunto que no había llegado, ni mucho menos, para pasearse.

Volvería a intentarlo el conjunto andaluz en el minuto 38. Balón de Alberto desde la derecha, Hamza se anticipa a la zaga dentro del área y su remate se marcha fuera por poco.

Excesiva cautela y constantes imprecisiones en ambos bandos protagonizaban cada uno de los instantes de este "poco vistoso" primer período. Cuarenta y cinco minutos propios de un encuentro de estas características, que se esfumaban en un clima de total incertidumbre.

Éxtasis azulgrana

Con  la necesidad imperiosa de marcar impregnada en el ambiente, la segunda mitad arrancaba con otro "brío". El Extremadura estiraba ligeramente sus líneas y daba un plus de profundidad a la propuesta de juego exhibida durante la primera parte, mientras que el conjunto visitante buscaba la verticalidad en línea de 3/4 para mantener en vilo  a la parroquia azulgrana.

Las ocasiones no se hacían esperar y la primera con peligro llegaba del lado local en el minuto 51. Pase interior de Miguel Rubia, Dieguito le gana la espalda a Daniel Jurado y su disparo cruzado se estrella en el poste derecho de un atónito Manuel López.

Tres minutos después, llegaba el primer gol del encuentro y , con él, la histeria colectiva. El Extremadura presiona y arrebata el balón a la zaga verdiblanca. Dieguito la cuelga desde la izquierda hacia la cabeza de Javi Pérez quien, viendo la llegada de Hume, cede para que el canadiense la envíe al fondo de las mallas. 1-0, estreno de Hume como goleador y un Francisco de la Hera que se viene abajo.

Lejos de arrugarse, el Sanluqueño imprimía una marcha más y se lanzaba a por el empate. Lo tuvo Sana en el minuto 66. Falta que bota desde la defensa el conjunto andaluz y el balón le llega al senegalés, completamente sólo en el área pequeña. Su disparo a bocajarro provoca la intervención espectacular de Toni Doblas, que envía a córner y, de paso salva a su equipo.

El peligroso cambio de rumbo que tomaba el encuentro hacía reaccionar a la afición del Francisco de la Hera, que arengaba a los suyos para tratar de revertir el empuje visitante. Pudo lograr el segundo Zamora en el 69 con un lanzamiento de falta, pero el poste y la espectacular respuesta del meta Manuel López en el rechace lo evitaron.  El partido entraba en una fase de idas y venidas sin recompensa y agonizaba, lentamente, entre los miles de suspiros que provenían de la grada.

Cuando todo indicaba que el marcador no se movería, apareció Dieguito para poner la guinda del pastel en la última jugada del encuentro. Minuto 93. Pelota que recupera el propio Dieguito en zona de 3/4 para, después de triangular con Cristóbal y Miguel Rubia, cerrar la jugada subiendo el 2-0 al marcador y desatar el éxtasis en Almendralejo.

No hubo tiempo para más, tocaba celebrar. Afición y club se sumían en un sentido abrazo que resumía la dura travesía que la temporada 2016/2017 ha supuesto para ambos. Una unión que, una jornada antes del final de campeonato, ha recogido sus frutos y aguarda ya impaciente el próximo capítulo.