Después de disputar los 42 encuentros de la competición, el Deportivo Alavés consiguió el título de Campeón de Segunda, tras ganar 24 partido, haber empatado en otros diez y haber perdido únicamente ocho. Eso le llevó a conseguir 82 puntos. Así pues, el día 16 de mayo de 1998, se conseguía el esperado ascenso.

Todo empezó en la 1999-2000

Nadie en el Club podía imaginar que, justo tres años después, en otro 16 de mayo, pero del año 2001, el equipo albiazul iba a ser protagonista de una gesta deportiva difícil de imaginar unos años atrás. Apenas habían pasado dos temporadas en Primera División y el equipo iniciaba su andadura en la competición europea de la Copa de la UEFA, gracias a haber terminado en la sexta posición en la temporada anterior, en una clasificación que proclamó al Deportivo de la Coruña como Campeón.

Los aficionados alavesistas esperaban con impaciencia el sorteo del primer partido. Y, por fin, llegó ese día y el Glorioso quedaba emparentado con un equipo turco, cuyo nombre parecía impronunciable y muchos de los aficionados todavía no saben exactamente cómo se escribe.

Primera ronda: Alavés-Gaziantepspor

El día 14 de septiembre de 2000, Mendizorroza se vestía de gala para recibir al equipo turco y se iniciaba así una competición que se convertía en una incógnita para los 11.446 espectadores que estaban en las renovadas gradas del Paseo de Cervantes.

Equipo turco del Gaziantespor. Fuente: gaziantep27.net
Equipo turco del Gaziantespor. Fuente: gaziantep27.net

Cuando el árbitro inglés Steve Dunn pitaba el inicio del encuentro, los jugadores que se encontraban en el césped, por parte del equipo albiazul, eran los que habitualmente jugaban en Liga: Herrera, en la portería. Contra, Geli, Téllez, Karmona e Ibon Begoña, en la línea defensiva. Astudillo, Cruyff, Desio y Pablo Gómez, en el centro del campo y Javi Moreno en la punta del ataque. Una alineación que, todavía en la actualidad, se la saben de memoria muchos aficionados. Incluso los más pequeños, que todavía no habían nacido, pronuncian los nombres de más de uno de los jugadores.

Javi Moreno, celebrando un gol, en la Final de la UEFA 2001. Fuente: deportivoalaves.com
Javi Moreno, celebrando un gol, en la Final de la UEFA 2001. Fuente: deportivoalaves.com

El partido fue muy igualado y apenas hubo ocasiones de gol. Por lo que, tras los noventa minutos, el marcador no se movió y quedaba todo a la espera del partido de vuelta. Dos semanas más tarde, saltaban al césped del Estadio Kamil Ocak los jugadores de ambos equipos. Los turcos querían liquidar pronto el encuentro y ya en el minuto 14, Hasan ponía el uno a cero en el marcador. Al filo de la media hora, Iván Alonso marcaba el empate, pero Polat volvía a desequilibrar el partido antes de que el colegiado pitase el final de la primera parte. El descanso vino bien al equipo albiazul y, primero Tomic en el minuto 55 y Javi Moreno en el 71, conseguían dar la vuelta al marcador. No habían pasado diez minutos cuando, otra vez Tomic, ponía el tranquilizador cuarto gol en el casillero albiazul. Un tanto de Albayrac cuando el árbitro pitaba el final del encuentro, servía para maquillar el resultado que hacía que el Deportivo Alavés pasase a la siguiente ronda.

Segunda ronda: Alavés-Lillestrom

El bombo quiso que el Glorioso se emparentase con el equipo noruego del Lillestrom. Los aficionados empezaban a animarse y ya se escuchaban comentarios para programar el viaje, aprovechando las delicias de ese país. El partido de ida se tenía que celebrar en el Estadio Marienlyst, el día 26 de Octubre de 2000. Los vitorianos que se desplazaron para animar al equipo, no daban crédito al ver que el equipo albiazul se retiraba a los vestuarios al final de la primera parte, con ventaja de dos goles en el marcador. Curiosamente, fueron dos defensas, Ibon Begoña, en el minuto dos, y Óscar Téllez, en el 21, los autores de los tantos que ponían esa ventaja. Por si quedaba alguna duda, otro defensa, esta vez Cosmin Contra, Ponía el tercer tanto, cuando apenas se habían cumplido dos minutos de la reanudación. Un tanto de Heiland en el equipo noruego en las postrimerías del partido, ponía el definitivo uno a tres cuando el croata Edo Trivcovic pitaba el final, que ponía la eliminatoria en franquicia para los alavesistas.

Equipo noruego del Lillestrom, en la temporada 2000-01. Fuente: lillestrom.com
Equipo noruego del Lillestrom, en la temporada 2000-01. Fuente: lillestrom.com

Mendizorroza fue una fiesta. El día 10 de Noviembre saltaban al césped los dos equipos. El húngaro Atila Hanacsek era el encargado de arbitrar el encuentro. El encuentro fue especial para uno de los jugadores del Alavés. Eggen, el defensa noruego, se enfrentaba a sus compatriotas. La ventaja que traían los albiazules hacía que los aficionados afrontasen esa eliminatoria con la mirada puesta en la siguiente ronda. En una jugada parecida al primer encuentro, en el primer minuto de juego, Magno marcaba el primer tanto. Pero, apenas tres minutos después, Strand ponía el empate. Y a los cinco minutos de la reanudación del partido, el equipo noruego le daba la vuelta al marcador, con un tanto de Sogard. Menos mal que Epitié marcaba en el 69, para poner la tranquilidad en el equipo y en la grada. Por fin, llegaba el minuto 90 y el Alavés conseguía pasar a la siguiente ronda.

Dieciseisavos de final: Alavés-Rosenborg

El Deportivo Alavés se estaba acostumbrando a ganar. Parecía que le había quitado el miedo a esa competición y para los aficionados existía un aliciente extra, que se traducía en una visita casi mensual a Mendizorroza para ir viendo desfilar a diferentes equipos europeos. El siguiente rival también era de tierras noruegas. Pero esta vez, el partido de ida también iba a ser en Vitoria. El 23 de Noviembre saltaban al campo los dos equipos. El entrenador alavesista, José Manuel Esnal, Mané, tenía más o menos definido el equipo habitual pero alternaba con el resto de jugadores, en vista del buen resultado de las rotaciones.

Equipo noruego del Rosenborg. Fuente: livefutbol.com
Equipo noruego del Rosenborg. Fuente: livefutbol.com

Habría que esperar hasta la segunda parte para ver los dos goles del encuentro. Javi Moreno marcaba, a los diez minutos de la reanudación y Johnsen ponía las tablas en el minuto 80. El resultado no era bueno para los vitorianos pero iban a afrontar el partido de vuelta como una final, ya que su andadura en Europa estaba siendo mejor de lo esperado al inicio de la competición.

Óscar Téllez y Gerrard, pelean por un balón, el día de la Final De Dortmund. Fuente: deportivoalaves.com
Óscar Téllez y Gerrard, pelean por un balón, el día de la Final De Dortmund. Fuente: deportivoalaves.com

Algunos aficionados aprovecharon el puente de la Inmaculada, para desplazarse a tierras noruegas a ver el partido de vuelta. El día 7 de diciembre, cuando el frío empezaba a aparecer en esas tierras, el Deportivo Alavés afrontaba con optimismo el encuentro. El partido fue casi un calco del disputado frente al Illestrom unas semanas antes. En el descanso, el Glorioso ya ganaba por dos goles de ventaja. Johnsen, el jugador que había marcado el tanto del empate en Mendizorroza, marcaba en propia meta en el minuto 19 y Vucko ponía la tranquilidad en el 36. Mediada la segunda parte, Javi Moreno finiquitaba el partido y le daba el pase a la siguiente ronda. De nada sirvió el gol de penalti por parte de Skammelsrud, para poner en el marcador el mismo resultado que en el anterior encuentro frente al otro equipo noruego.

Octavos de final: Alavés-Inter de Milán

Los aficionados alavesistas tuvieron que esperar a los Octavos de final para ver pasar por Mendizorroza a un equipo conocido y de renombre en Europa. Cuando se supo que el rival era el Inter de Milán, en la mente de la mayoría estaba la idea de que ahí se encontraba el final de la andadura del Glorioso en la UEFA.

El 15 de Febrero de 2001 tenía lugar el primer encuentro del emparejamiento. Con un Mendizorroza que rozaba el lleno, el árbitro hacía sonar su silbato para el comienzo del encuentro. Mané ya tenía definido el equipo más habitual, tras varias eliminatorias. Javi Moreno ponía el uno a cero en el marcador, muy poco antes del descanso. El delirio apareció entre los aficionados. Pero todavía no se habían sentado tras la celebración del gol, cuando Recoba hacía el empate, con el que se fueron a los vestuarios. En apenas veinte minutos, otra vez Recoba y Vieri, pusieron un uno a tres que parecía terminar con las esperanzas alavesistas. Pero la afición empujaba al equipo de tal manera que supieron recomponerse y Téllez, en el minuto 70, y cuatro minutos más tarde el uruguayo Iván Alonso ponían un esperanzador empate a tres, con el que fueron a Milán.

Equipo del Inter de Milán. Fuente: vavel.com
Equipo del Inter de Milán. Fuente: vavel.com

El Deportivo Alavés necesitaba ganar en San Siro. Sabía que hacía 42 años que no ganaba ningún equipo español en ese estadio. Y con esas pesimistas ideas saltaron al césped los jugadores. Mané puso en práctica una táctica que desquició al entrenador italiano. Los hombres de Tardelli salieron a defender el cero a cero, sabedores de que les valía el resultado. Poco creían en las opciones del Alavés. Pero, cuando el encuentro entraba en esos minutos donde no se puede fallar, Jordi Cruyff lanzó un zurdazo desde fuera del área, que enmudeció el estadio. Por si fuera poco, cinco minutos más tarde, Tomic colocaba el cero a dos. Resultado sorprendente, que rompía la mala racha de equipos españoles en ese estadio y que permitía a los albiazules seguir soñando y haciendo disfrutar a los aficionados.

Cuartos de final: Alavés-Rayo Vallecano

De los ocho equipos que pasaron a cuartos, la mitad pertenecían a la Liga española. El Barcelona se tenía que enfrentar al Celta de Vigo y al Alavés le tocaba hacer lo propio frente al Rayo Vallecano. El primer duelo se produjo el ocho de marzo en Mendizorroza.

Equipo del Rayo Vallecano, único equipo español al que se enfrentó el Alavés en la UEFA 2001. Fuente: vavel.com
Equipo del Rayo Vallecano, único equipo español al que se enfrentó el Alavés en la UEFA 2001. Fuente: vavel.com

Los aficionados del Alavés empezaban a acostumbrarse a ir al campo todos los meses a presenciar un encuentro europeo. En esta ocasión, el partido era diferente, al tratarse de un equipo de la misma liga que la del Alavés. Incluso, el azar quiso que también se enfrentasen en Liga, el domingo siguiente al partido europeo. Al filo de la media hora, Jorge Azkoitia aprovechaba una desafortunada carambola entre dos defensores rayistas dentro del área, para poner el uno a cero. Cuando parecía que el partido iba a terminar con ese solitario gol, llegó un perfecto cabezazo de Eggen, a la salida de un corner, para establecer el dos a cero. Y, un minuto más tarde, Vucko sentenciaba el partido y casi la eliminatoria, al enviar a la red el balón. El tres a cero dolió mucho al equipo madrileño.

Equipo delRayo Vallecano, en la temporada de la Final de Dortmund. Fuente: rayovallecano.es
Equipo del Rayo Vallecano, en la temporada de la Final de Dortmund. Fuente: rayovallecano.es

El partido de vuelta, una semana más tarde, se antojaba como de mero trámite. Pero había que jugarlo. Las pocas esperanzas del Rayo se fundieron con el temprano gol de Cruyff. A partir de ese momento, los alavesistas se dedicaron a ralentizar el encuentro y esperar el pitido final. Antes de ese momento, los madrileños metieron dos goles, por medio de Quevedo y Cembranos, en la segunda parte, que sólo sirvieron para dejar a sus aficionados con el sabor agridulce de esa victoria.

Semifinales: Alavés-Kaiserslauten

Al igual que el Barcelona, el Deportivo Alavés se encontró en las semifinales. Con un juego vistoso y alegre, se había metido entre esos cuatro equipos que iban a tratar de llevarse el trofeo final. El Liverpool era el equipo que nadie quería y le tocó al Barcelona enfrentarse a ellos. El Alavés se las vería con el equipo alemán.

Al igual que en las tres eliminatorias anteriores, el primer partido se disputaría en Mendizorroza. Los aficionados se iban acercando al campo aquel 5 de abril, con la ilusión de haber llegado muy lejos en la competición y sabedores que habían visto en Vitoria todos los partidos posibles. Con el bokata en las bolsas, vieron cómo saltaban los equipos al césped.

Nadie de los que estaban en el campo podía imaginar lo que iba a suceder al cabo de los 90 minutos de juego. El equipo alemán sonaba como uno de los importantes de la Bundesliga y existía un cierto temor a sus contragolpes. Pero esos aficionados pudieron comerse el bokata tranquilamente, porque el marcador indicaba un esperanzador tres a cero en el descanso. Dos goles de Cosmin Contra y otro de Cruyff hacían justicia al juego exhibido por el Glorioso. La segunda parte discurrió de la misma manera y tanto Iván Alonso como Magno se unieron a la fiesta con sus goles y dejaron en anécdota el solitario gol de Koch, por parte del equipo alemán.

Estadio Fritz Walter. Fuente: dw.com
Estadio Fritz Walter. Fuente: dw.com

Con la tranquilidad que daba el resultado conseguido en Mendizorroza, los hombres de Mané saltaron al Estadio Fritz Walter a disfrutar del último encuentro antes de la gran final que les esperaba en Dortmund. Los alemanes marcaron en el minuto nueve, por medio de Djorkaeff y así se llegó al descanso. Tras volver al campo, el Deportivo Alavés empezó a demostrar que no se había desplazado hasta Alemania para pasar el rato y volvieron a abrumar al equipo de un boquiabierto Brehme, que no podía creer lo que estaba viendo. El Alavés marcó cuatro goles, alguno de ellos de bella factura. Iván Alonso y Vucko, por partida doble, junto al gol del debutante Raúl Gañán, completaron el uno a cuatro, que reflejaba el marcador al final del partido.

Celebrando uno de los goles. Fuente: vavel.com
Celebrando uno de los goles. Fuente: vavel.com

Un sonrojante cómputo total de nueve goles a dos, colocaban al equipo alavesista en la final de la Copa de la UEFA, por primera vez en su historia. Era el premio a la constancia, a la humildad y al juego alegre demostrado por un grupo de jugadores, perfectamente dirigidos por Mané y Ondarru, su acompañante.

Final: Alavés-Liverpool

El equipo inglés se deshizo del Barcelona por un solitario gol y sería el rival del Glorioso, en la que se presentaba como una final inédita y una gran oportunidad para los vitorianos, de seguir disfrutando en el campo y haciendo disfrutar a sus aficionados.

Entrada de la Final de Dortmund. Fuente: glorioso.net
Entrada de la Final de Dortmund. Fuente: glorioso.net

La ciudad de Vitoria se engalanó con banderas albiazules. Balcones, escuelas, Instituciones y Entidades lucían en sus fachadas las banderas del equipo. Las agencias de viajes hicieron un esfuerzo para satisfacer las peticiones de los aficionados, las compañías de autobuses multiplicaron sus servicios, Foronda iba a ser testigo de un movimiento sin precedentes. Todos estaban citados en la ciudad alemana de Dortmund, para presenciar esa final, difícilmente repetible en muchos años.

Jordi Cruyff, celebrando el gol que forzó la prórroga. Fuente: deportivoalaves.com
Jordi Cruyff, celebrando el gol que forzó la prórroga. Fuente: deportivoalaves.com

Y llegó el 16 de Mayo de 2001. Fecha para el recuerdo. La Diputación alavesa, junto con el Club, había preparado una carpa especial en el centro de la ciudad, donde no faltaron las charangas, los gigantes y cabezudos y hasta una improvisada bajada de Celedón, emulando los momentos festivos de la capital alavesa en sus fiestas patronales. Tras unos buenos momentos de jolgorio en ese recinto, se dirigieron al estadio los aficionados alavesistas. El Estadio Westfalenstadion estaba a rebosar, con más de 65000 espectadores.

Equipo del Deportivo Alavés, en una de las eliminatorias. Fuente: deportivoalaves.com
Equipo del Deportivo Alavés, en una de las eliminatorias. Fuente: deportivoalaves.com

Las gargantas de los aficionados vitorianos se apagaron muy pronto. El gol tempranero de Babbel indicaba lo difícil que lo iba a tener el Deportivo Alavés. La pena se agrandaba cuando el mítico Gerrard marcaba el segundo gol, cuando apenas se habían jugado quince minutos. El equipo albiazul, lejos de amilanarse, siguió con su juego alegre e incisivo y fruto de ese acoso, llegó el gol de Iván Alonso. Un poco antes de que los jugadores se fuesen a los vestuarios, el árbitro francés Gilles Veissière pitaba un penalti en contra de los alaveses y McAllister no desaprovechaba la ocasión para poner el tres a uno.

Gerrard, celebrando el segundo gol de su equipo. Fuente: deportivoalaves.com
Gerrard, celebrando el segundo gol de su equipo. Fuente: deportivoalaves.com

La vuelta al terreno le dio alas al Alavés y Javi Moreno se encargó de poner emoción en el ambiente. Con sus dos goles en cinco minutos, fue capaz de empatar el encuentro. Empezaba un partido nuevo. Cuando quedaba un cuarto de hora para el final del partido, Fowler ponía el cuatro a tres. Pero, en el último minuto, Kruyff conseguía igualar el encuentro y forzar la prórroga. El miedo que suponía la absurda norma del gol de oro, que se anularía precisamente tras este encuentro, se hizo realidad en el equipo vasco. Diezmado por las ausencias obligadas tras ver Magno y Karmona su segunda tarjeta amarilla, el equipo tuvo la desgracia de ver cómo Geli introducía el balón en las redes defendidas por Herrera, al intentar despejar un balón.

Jugadores del Alavés, desesperados tras el gol en propia meta de Geli. Fuente: vavel.com
Jugadores del Alavés, desesperados tras el gol en propia meta de Geli. Fuente: vavel.com

La desesperación se hizo patente en unos jugadores albiazules, abatidos en el césped, llorando de impotencia y pensando en la oportunidad que habían tenido de hacer historia. En esos momentos, esas lágrimas se fundieron con las de los aficionados alaveses que estaban en las gradas y con las de muchos telespectadores que se habían encariñado con el Glorioso, tras el juego exhibido a lo largo de todas las eliminatorias que habían ido pasando hasta llegar a ese momento de gloria.

Recordemos a los que ese día tuvieron la suerte de defender los colores del Deportivo Alavés:

Martín Herrera, Cosmin Contra, Antonio Karmona, ÓscarTéllez, Dan Eggen, Delfi Geli, Jordi Cruyff, Ivan Tómic, Hermes Desio, Martín Astudillo, Javi Moreno, Iván Alonso, Magno Mocelin, Pablo Gómez y su entrenador, José Manuel Esnal, Mané

El capitán, Karmona, y el entrenador, José Manuel Esnal Mané, recordando la Final, en el estadio de Dortmund. Fuente: deportivoalaves.com
El capitán, Karmona, y el entrenador, José Manuel Esnal Mané, recordando la Final, en el estadio de Dortmund. Fuente: deportivoalaves.com

Dieciséis años después, el deportivo Alavés afronta otra final, esta vez de la Copa del rey, con la misma ilusión que en aquel inolvidable 16 de mayo de 2001. Los aficionados estaban con ganas de vivir esos momentos tan emocionantes. Y el equipo de Pellegrino lo ha conseguido. Habrá que esperar al 27 de mayo para ver qué ocurre en el partido y salir de dudas sobre la deuda que el fútbol tiene con el equipo albiazul.

Resumen de los partidos jugados por el Deportivo Alavés en las eliminatorias y Final de la UEFA 2001:

RONDA EQUIPOS Y RESULTADO ESTADIO FECHA GOLEADORES

DEL D.A.