El Burgos, capaz de lo mejor y de lo peor, de hacerte rabiar y hacerte sonreír, de ponerte de los nervios y en apenas cinco minutos hacerte saltar de locura, pero todo eso no servirá de nada si no culmina la historia con un buen final. Dos partidos definitivos, dos encuentros más difíciles que cualquier otro pero que deben coger con más ganas que nunca. Una eliminatoria por el todo o nada, por la permanencia o el desahucio, la supervivencia o el hundimiento.

El equipo blanquinegro, con el apoyo incondicional de una afición cansada pero que nunca dejará de animar, se enfrenta a una eliminatoria que nadie quería haber visto pero que se hizo realidad en la última jornada liguera. Un viaje de largo recorrido en lo metafórico y en lo físico, el viaje final de temporada en el que la salvación se tendrán que confirmar en Linares, tierra de olivos y aceite, un aceite que esperamos no nos haga resbalar sino levantarnos hacia la victoria.

Un mal inicio

El conjunto burgalés había tenido una buena pretemporada, con resultados buenos y con un juego que hizo despertar las ilusiones de los aficionados blanquinegros. La temporada comenzó y todo lo bueno que se había visto anteriormente se desvaneció para dar paso a un mal juego, malos resultados y un once que iba cambiando Paco Fernández con cada encuentro que jugaba el Burgos.

En las 10 primeras jornadas no llegó ninguna victoria para el conjunto blanquinegro que, además de esto, jugó en estas mismas diez primeras jornadas ante los cuatro equipos recién ascendidos en El Plantío, perdiendo los 4 partidos, haciendo que el mal inicio fuese aún peor. Tras la derrota ante el Palencia, Paco Fernández fue destituido y entró Manix Mandiola al banquillo blanquinegro, con su inconfundible gorra fue mejorando al equipo burgalés hasta encontrar el equilibrio.

La primera victoria de la temporada llegó en la jornada 11 por 3-0 ante el Lealtad siendo así el partido más cómodo de los blanquinegros en esta primera parte de la temporada. Tras esta victoria el Burgos fue regularizando sus resultados, logrando una derrota, un empate y dos victorias más en los siguientes cuatro partidos ligueros. Poco a poco se iba entonando el equipo dirigido ahora por Mandiola, sacando puntos poco a poco y subiendo puestos en la clasificación aunque siempre con la salvación como nuevo objetivo.

Inicio de segunda vuelta esperanzador

La segunda vuelta arrancó con una nueva directiva tras las elecciones adelantadas y con unos resultados sobre el césped que daban esperanza a la parroquia blanquinegra para poder lograr la salvación definitiva. Los resultados fueron de 4 victorias, 2 empates y una derrota injusta ante un Racing al que el Burgos le hizo sufrir para llevarse los tres puntos de El Plantío. Posteriormente se venció al Celta B y Racing de Ferrol dando la sorpresa, ya que, ambos equipos parecían más calidad que el conjunto burgalés.

El Burgos sorprendió venciendo al Celta B y al Racing de Ferrol.

Con estos buenos ingredientes el Burgos afrontaba el tramo final, con unas alineaciones que no terminaban de gustar a la afición, con cambios en los partidos que poca gente comprendía pero con resultados que hacían pensar que el Burgos se salvaría a la primera. Llegado el tramo final todo seguía demasiado apretado en la zona de descenso, o no fallaba ninguno o fallaban todos y así era imposible de ir abriendo hueco respecto a los puestos rojos de la clasificación.

Una dura caída final

El Burgos afrontó las últimas cinco jornadas sabiendo que debía ganar casi todo para salvarse porque todos los equipos apretaban y nadie fallaba en sus opciones de salvación. Con Somozas y Arandina ya descendidos, el círculo se iba cerrando.Osasuna Promesas, Guijuelo e Izarra también dieron un arreón final que les valió para vivir tranquilamente el final de temporada. El Burgos entró en las 5 últimas jornadas y comenzó su particular calvario, dos derrotas ante la Ponferradina en El Toralín y ante la Cultural Leonesa en El Plantío les dejaba en una situación delicada teniendo que ganar prácticamente los tres partidos restantes para salvarse.

El Burgos hizo lo más difícil, ganar al Somozas y al Coruxo pero falló en el partido decisivo que le mandó al play-out.

El Burgos tomó una drástica decisisión que nadie esperaba y, a falta de tres jornadas, decidió rescindir el contrato  Manix Mandiola, siendo Nacho Fernández, hasta ese momento director deportivo, el encargado de coger al equipo hasta final de temporada. Nacho hizo una de las tareas más difíciles, ganar los dos siguientes partidos, ante el Somozas en tierras gallegas y ante el Coruxo en Burgos. Una jornada, un punto necesario pero un partido para olvidar ante un Boiro que barrió al Burgos, goleándole 5-1 logrando el equipo gallego la salvación y mandando al club burgalés a jugar la promoción de descenso.

El estandarte del Burgos CF: Andrés

En una temporada poco positiva, su mejor hombre acabó por ser su capitán en el césped. El lateral derecho, hombre de la casa, es la garra y el corazón del equipo. Desde el lateral contagia con su entrega y labor. Correoso para los rivales, insistente en ataque, batallador. Un portento físico. Con él se multiplican las posibilidades de llegar al ataque por banda.

Un jugador que ha cometido sus errores a lo largo de la temporada, como gran parte de sus compañeros, pero que siempre se ha repuesto de ello, siendo titular indiscutible y logrando esa posición fija gracias a su esfuerzo y dedicación dentro del campo en los partidos y en los entrenamientos.

Estadísticas

Top-5 Goleadores: Adrián (11 goles), Prosi (8 goles), Fito Miranda (6 goles), Chevi (4 goles) y Álvaro Antón (4 goles).

Top-5 Amarillas: Andrés (12 amarillas), Adrián, Álvaro Montero, Cusi y Prosi (8 amarillas).

Top-3 Rojas: Pérez, Armiche y Cusi (1 roja).

Top-3 Jugadores que más veces han entrado desde el banquillo: Álvaro Montero (23 veces), Fito Miranda (17 veces) y Diego Suárez (13 veces).

Top-3 Jugadores que más veces han sido sustituidos: Armiche (14 veces), Fito Miranda (13 veces), Prosi y Álvaro Antón (12 veces).

Números globales de la temporada: 38 partidos jugados - 12 victorias - 9 empates - 17 derrotas - 43 goles a favor - 54 goles en contra - 45 puntos.

Números como local: 19 partidos jugados - 7 victorias - 5 empates - 7 derrotas - 22 goles a favor - 21 goles en contra - 26 puntos.

Números como visitante: 19 partidos jugados - 5 victorias - 4 empates - 10 derrotas - 21 goles a favor - 33 goles en contra - 19 puntos.

Análisis táctico: la irregularidad como seña de identidad

Todo un jeroglífico este Burgos en cuanto a costura táctica. Un proyecto, tres entrenadores y una pobre respuesta en cuanto a cuestiones tácticas y planes de juego. El equipo burgalés ha contado con tres entrenadores, cada cual vestido por un patrón, pero sin que ninguno diera con la tecla de la regularidad ni la de la estabilidad. Extrema fragilidad defensiva, obviedad y negación a la creación y juego directo han sido las constantes de toda la temporada.

Variantes de esquemas, baile de jugadores, poco potencial en estrategia y falta de ejecución ante algún plan. El Burgos nunca dio sensación de acople, de dirección. Partidos que pudo dominar y no dominó, partidos que pudo amarrar y no amarró, partidos dominados pero perdidos por errores defensivos, partidos con posibilidad de dar el zarpazo y no hubo una respuesta atacante. Factores que añaden dramatismo a esa falta de reflejo en el equipo a un trabajo táctico.

Tanto Paco Fernández, como Mandiola y algunos atisbos del actual entrenador, Nacho Fernández, han intentado sin suerte asentar las bases defensivas. Una línea de cinco defensas ha estado presente en muchos encuentros pero quedó claro que el número de integrantes en una o varias líneas es indiferente ante una mala ejecución de lecturas y movimientos. Ya fuera entre jugadores o líneas, el Burgos ha sido una tela mal cosida donde ha sufrido por todos los frentes.

El equipo burgalés, resumiendo y comprimiendo de alguna manera la temporada, se ha caracterizado por un juego directo y de poca flexibilidad, tanto defensiva como ofensiva. Quizá su variante más fuera de la previsibilidad es la llegada desde segunda línea de sus centrocampistas. Prosi, Carlos Ramos, Chevi y Álvaro Antón, los mediocentros del equipo, reúnen una veintena de goles.

Sea con dos o tres centrales, la presencia del mediocentro posicional ha sido clave esta temporada. No así por su rendimiento, ya que la temporada de Cusi (el único centrocampista para esta posición) no ha sido positiva en líneas generales, pero sí en cuanto a posición en sí. Pese a no crear ni destruir, la figura de Cusi otorga una ligera unión y juego aéreo.

A partir de aquí, el equipo es otra incógnita. Cinco (o cuatro) jugadores que responden en teoría a dos jugadores por dentro, dos jugadores por fuera y un ariete, llamado Adrián. El equipo ha variado mucho a modo de jugar por dentro o por fuera. Con uno o con otro, el equipo ha carecido de equilibrio y simetría también en ataque. Ataques desmedidos, desnivelados y con pocos hombres.

En líneas generales y como la temporada refleja, el Burgos ha echado de menos muchas cosas, pero el trabajo táctico ha sido, al menos, nulo en la ejecución. Separación, arritmia, descompensación. Falta de plan que, junto a más factores, hacen que el equipo se vea envuelto en un inesperado play-out.

El once ideal y el uno a uno

Toni Lechuga (portero): Se ha hecho con la titularidad aprovechando las ausencias de Aurreko. Portero de buena planta pero que transmite poca seguridad, sobre todo en sus salidas.

Aurreko (portero): El capitán ha visto marcada su temporada por las lesiones y la baja forma. A pesar de ello ha jugado un cuarto de temporada.

Sergio Esteban (lateral derecho): Un hombre importante que ha estado fuera casi toda la temporada por una grave lesión.

Andrés (lateral derecho): Capitán en el campo, de brazalete y entrega. Lo más positivo de la temporada. Siempre está los noventa minutos dándolo todo.

Dani Gómez (lateral izquierdo): Llegó para adueñarse del carril pero ha sido una gran decepción. Un desastre en defensa y muy poco en ataque.

Jorge García (central): No ha demostrado su experiencia y su trayectoria. Muy señalado por sus continuos y graves errores. No estará para la ida del play-out.

Odei (central): El mejor central del Burgos desde que llegó en el mercado invernal. Rápido, seguro y eficaz. Bien por arriba y frío en las decisiones. Imprescindible atrás.

Ramiro (central): Irregular y castigado en el peor momento, una lesión le hizo desaparecer del once titular. Es el comodín desde el banquillo para fortalecer la zona defensiva. Puede volver a la titularidad en el play-out.

Popa (central): Creó mucha expectativa su cesión desde Zaragoza pero se ha acabado por desvanecer. El jovencísimo rumano fue de más a menos y ha perdido el puesto, al menos de momento.

Jorge Fernández (extremo o lateral izquierdo): El ex del Lealtad se ha forjado como lateral. La banda izquierda ha sido suya todo el año, ya sea de lateral o extremo, mostrando regularidad y constancia. Velocidad y garra.

Cusi (mediocentro defensivo): A pesar de su insulsa temporada, titularísimo e imprescindible. Su altura y ser el único mediocentro defensivo del equipo le han hecho fijo. Se mostró lento y blando.

Prosi (mediocentro): Irregular en juego y presencia, pero sus ocho goles le han convertido en claro protagonista. Importante con sus llegadas y el golpeo a balón parado. El equipo le echó de menos el tiempo que estuvo lesionado.

Álvaro Antón (mediocentro atacante): Nunca ha llegado a enchufarse del todo, ni ha podido aportar la calidad y experiencia que acumula. El juego del equipo no ayuda y está desconectado. Por talento, es peligroso.

Carlos Ramos (mediocentro): Hasta enero nadie se dio cuenta de su importancia. Calidad para crear, buen golpeo, llegada para marcar y coraje para aburrir. Llega mermado por pequeñas lesiones en esta recta final.

Chevi (mediocentro): Junto a Odei, ha sido vida para el Burgos tras el mercado invernal. Protagonista con balón, no se esconde y tiene facilidad para marcar y golear. Seguramente sea el jugador más en forma del equipo.

Armiche (extremo derecho): En circunstancias normales se hablaría del jugador más peligroso, pero lo cierto es que la temporada del canario es muy negativa. Un desperdicio de velocidad y habilidad.

Fito Miranda (extremo izquierdo): Indescifrable. Tiene talento, habilidad y mucho gol pero sus buenas actuaciones son imprevisibles. Muy irregular. Juega mejor por dentro que for fuera.

Diego Suárez (extremo derecho): Otro de los más señalados. Delantero de calidad incompatible con el estilo de juego de este Burgos. Su falta de gol y su poco protagonismo le hizo ser muy criticado y acabó perdiendo el puesto de titular.

Adrián (delantero centro): La esperanza burgalesa arriba. El hombre gol del equipo y el jugador que lo pelea todo arriba. Móvil, guerrero y fuerte. Parte de las posibilidades de este Burgos pasan por su "killer".

Álvaro Montero (delantero centro): Eterno suplente, muchas veces sin merecerlo. Jugador que congenia con el estilo por su talento para bajar balones y pelearlos arriba. Altura y remate para el play-out.

Oreca, Germán y Xabi (mediocentro, extremo izquierdo y medicoentro): Canteranos de medio campo hacia delante a disposición del Burgos con presencia en convocatorias pero con pocas posibilidades de ser protagonistas.

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