Alcorcón y Girona se enfrentaban en la 39º jornada con mucho en juego por parte de ambos conjuntos: el equipo alfarero se estaba jugando la permanencia y puntuar en Montilivi era fundamental para el devenir del Alcorcón. El Girona, por su parte, buscaba afianzar la segunda plaza que le garantizara jugar la siguiente campaña en la élite del fútbol español. Por tanto, no era cualquier partido.

Empezando con precaución

El Alcorcón no se precipitó al inicio del encuentro. Sabía de la necesidad de conseguir los puntos y, por ello, prefirió aguantar los primeros minutos sin aportar mucha intensidad a su juego, juntando líneas en su campo con el objetivo de esperar al rival y que fuera el Girona el que se desgastara. Tampoco estaba presionando mucho a los jugadores locales, simplemente se limitaba a esperar.

Así las cosas, el Girona tuvo la iniciativa del juego. Eran los catalanes los protagonistas tanto en ataque como en la retención de la posesión del esférico. Esto conllevó a que descuidaran un poco su defensa y se vieran obligados a recurrir con rapidez ante los contraataques y balones largos que los alfareros mandaban constantemente. Pero, en definitiva, ninguno de los dos conjuntos quería arriesgar.

Los pupilos de Julio Velázquez estaban aguantando bastante bien las numerosas acometidas de los locales. De hecho, sus contragolpes tenían bastante peligro y, en más de una ocasión, los catalanes se veían en serios apuros para impedir el gol visitante. Aún así, el técnico local transmitía a sus jugadores la necesidad de calmar el ritmo del partido para aguantar hasta el final.

El Alcorcón se hacía notar

A partir del ecuador de la primera mitad, el Alcorcón fue ganando metros: sus líneas defensivas se adelantaron y quisieron disfrutar algo más de la posesión. Sin embargo, poco le duraba y el Girona seguía rondando el área del Alcorcón. De hecho, Dmitrovic hizo una gran parada en una ocasión de los locales que parecía que iba a la escuadra. Resistía muy bien el Alcorcón.

Los alfareros estaban consiguiendo desactivar la estrategia del Girona: le estaba quitando continuidad en su juego, obligándoles a tener que mandar balones en largo en busca de nadie. Por tanto, ni uno ni otro tomaba el protagonismo suficiente como para imponer sus ideas en el partido. Lo que estaba claro es que el Alcorcón había salido a defender más que a marcar.

Los delanteros amarillos mostraban su desesperación ante la falta de juego ofensivo de su equipo. Cabe destacar que, en cuanto a la presión, los alcorconeros entraban bastante duro a los jugadores del Girona, dato que explica el por qué algunos de los visitantes tenían tarjeta amarilla. La última ocasión de la primera parte fue de los locales, la cual no aprovecharon y el marcador al descanso fue el 0-0 inicial.

Dominio total del Girona

Lamentaba Julio Velázquez el hecho de que sus jugadores tuvieran poco el balón al comienzo de la segunda mitad. Además, el conjunto local estaba llegando de forma muy eficaz al área de Dmitrovic. Por ello, el técnico visitante metió al terreno de juego a Víctor Pérez, en sustitución de Tropi, con el objetivo de aguantar más la pelota y organizar un buen ataque.

La fuerza con la que la afición empujaba al equipo local era un plus importante de cara a las continuas acometidas del Girona. Con el paso de los minutos, los catalanes estaban más cerca del gol. Esto no tenía buena pinta para el Alcorcón y Velázquez metió a Óscar Plano en lugar de Bakic para aumentar la velocidad y la ofensividad de los alfareros, puesto que no estaban aportando mucho en área rival.

Sufriendo hasta el final

Con la entrada de Óscar Plano, el Alcorcón le quitó un poco de comodidad a los locales y podía verse al club amarillo pisando campo contrario con más frecuencia. Pero ello tampoco cambió la estrategia del Girona, que básicamente consistía en llegar constantemente a la portería de Dmitrovic con cambios diagonales en busca del gol de la victoria.

Los catalanes apretaron en los últimos compases del encuentro en busca de una victoria que se le estaba escapando. La tensión era máxima y los que más estaban sufriendo eran los alcorconeros, puesto que estuvieron defendiendo hasta el último minuto. Sin embargo, para fortuna del Alcorcón, el marcador no se movió y ganó un punto que sabe a gloria de cara a la permanencia.