Emocionado, pero muy agradecido. Así terminó Tiago un día tan difícil para todos los atléticos. El 21 de mayo de 2017, el adiós del Vicente Calderón y el adiós de Tiago. El portugués lo tenía claro: no podía aceptar una temporada más en el Atlético de Madrid, pues consideraba que ya no estaba al nivel de sus compañeros.

La decisión estaba tomada y, tras 7 años y medio, el centrocampista consideró que su etapa en el club colchonero había llegado a su fin. Lo que no tenía claro, todavía, era si para colgar las botas o para irse a una liga de menor nivel. Sin embargo, día de hoy, pasadas menos de 48 horas de aquella despedida, ya se empieza a hablar de que el luso va a comenzar a formar parte del equipo técnico del Cholo Simeone, una oportunidad única para seguir ligado al club, como él quería.

Tiago llegó en 2010, concretamente el 8 de enero, tras ser cedido por la Juventus, donde apenas tenía participación, al club madrileño. El portugués se ganó el cariño y el respeto de la afición cuando, sin ni siquiera llevar seis meses en el equipo, Tiago protagonizó una de las imágenes de la derrota en la final de la Copa del Rey ante el Sevilla en el Camp Nou. El centrocampista, con los ojos encharcados de lágrimas, no apartaba la mirada de la grada donde se encontraban los aficionados colchoneros, que se quedaron animando al equipo a pesar de la derrota, como si los suyos se hubieran proclamado campeones.

Sin embargo, todo lo bueno se acaba. Tras ocho temporadas defendiendo los colores rojiblancos, 227 encuentros oficiales, 19 goles y un envidiable palmarés conformado por una Copa del Rey, una Europa League, dos Supercopas de Europa, una Liga y una Supercopa de España, Tiago ha decidido decir adiós a todo eso y consolidarse como una leyenda viva del Atlético de Madrid.

Su último partido, coincidiendo con el último del Calderón, lo disputó con el brazalete de capitán en el brazo, brazalete que simboliza el papel que el portugués lleva a cabo en el vestuario, como titular y con una gran ovación de esa afición que tanto quería agradecerle, y a la que tanto tiene que agradecer. Con una pancarta de 'gracias Tiago' y un manteo por parte de sus compañeros recordará el luso, aunque siempre con lágrimas en los ojos, sus últimos minutos pisando ese césped y vistiendo esos colores como jugador.

Tiago no quiso irse del Calderón sin dejar sus últimas palabras hacia el club y la afición que tanto le han dado: "Es el estadio donde más jugué. He dicho adiós a mis compañeros, aficionados y a un club que me ha dado los mejores momentos de mi vida, no solo como jugador, sino también como persona. La palabra gracias queda pequeña para lo que va dentro de mí".

"No hay palabras para describir lo que siento. El cariño de todo el estadio es un sentimiento difícil de explicar. Estoy muy orgulloso de haber jugado aquí. Seguiré siempre a este club y siempre estará en mi corazón", añadió Tiago.

Además, el luso quiso acabar con las siguientes palabras: "Estoy muy feliz con todo lo que he vivido aquí".

Como un líder, un apoyo y un hermano mayor es como Tiago se va del vestuario donde tantos momentos ha vivido con sus compañeros, los cuales le definen así. Como una leyenda, un ejemplo de compromiso y de auténtico sentimiento colchonero, pero también como un hincha más es como el portugués se despide de una afición que siempre le ha animado incondicionalmente, para pasar a formar parte de ella.

Foto: Club Atlético de Madrid
Foto: Club Atlético de Madrid

Tiago Cardoso Mendes deja de ser jugador del Atlético de Madrid, quedándose con los mejores momentos de su vida, creciendo como futbolista, pero sobre todo como persona. Tiago Cardoso Mendes deja la imagen de una leyenda viva marcada en las retinas de todos los aficionados, a los cuales solo les quedan sentimientos de orgullo y agradecimiento para este ídolo rojiblanco.