Sin tiempo que perder el equipo de Luis Enrique ha regresado de nuevo a los entrenamientos para afrontar el decisivo, y último, encuentro de la temporada. La final de Copa del Rey ante el Deportivo Alavés el sábado (21.30h) sobre el verde del Vicente Calderón será el punto y final a la clausura de la campaña para los azulgranas. Eliminados a manos de una gran Juventus de Turín en la UEFA Champions League y claudicando en Liga en el último suspiro, levantar al cielo de Madrid el trofeo copero se presume como el aliciente perfecto para maquillar el transcurso de la temporada.

Sobre el verde del campo Tito Vilanova de la Ciutat Esportiva Joan Gamper se han ejercitado todos los jugadores disponibles del primer equipo, así como los jugadores del filial Marlon Santos y Carles Aleñá. La gran novedad de la sesión ha llegado de la mano de Aleix Vidal. El lateral, que cayó lesionado de gravedad ante el Deportivo Alavés hace tres meses y medio, ha vuelto a entrenarse con sus compañeros bajo la atenta mirada de Ronaldinho Gaucho, visita de lujo en la Ciutat Esportiva. Pese a que tendrá difícil su participación en la final copera, Aleix Vidal ha recortado los plazos marcados en su lesión, fijada en cinco meses. La terrible luxación total en el tobillo derecho queda atrás para el de Puigpelat, que mira de reojo la Copa.

A orillas del Manzanares se despedirá de sus hombres Luis Enrique, un entrenador que buscará con ahínco alcanzar el pleno de Copas del Rey desde su llegada a la banqueta azulgrana. Se adueñó de la primera ante el Athletic Club en el Camp Nou (3-1) y volvió a repetir efeméride el curso pasado frente al Sevilla FC (2-0) en el Vicente Calderón. De nuevo, con el feudo colchonero como mismo escenario, el asturiano buscará rubricar la tercera copa consecutiva e igualar el hito alcanzado en 1953, también en manos del Barça.

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