Victoria casi decisiva del Almería ante un Mirandés que ya es de Segunda B. Los de Luis Miguel Ramis sumaron tres puntos gracias a dos goles de Quique González en un partido disputado, sin brillo y que se definió por detalles. Detalles como el primer tanto del ariete pucelano, ejecutado con una preciosa chilena.
Aunque el cuadro burgalés dispuso de una mayor posesión del esférico durante determinados tramos del choque, esta resultó ser inocua en tanto en cuanto no terminó de poner en apuros a Casto Espinosa. Los de Pablo Alfaro circulaban la pelota con poca verticalidad, mientras los del Mediterráneo se encomendaban al arte del contragolpe para herir al adversario.
Después de mucho intentarlo con hasta cinco ocasiones claras protagonizadas por Quique, José Ángel Pozo y Antonio Puertas, respectivamente, y con la incertidumbre que originaba lo corto del resultado, el Almería consiguió finalmente la sentencia cuando la confrontación se acercaba a su final. El encargado de sellarla fue, de nuevo, el punta vallisoletano, que se echó al zurrón su decimosexta diana del curso al rematar al fondo de la portería un pase de la muerte de Nano González, que hizo alarde de un gran estado de forma física..
Los tres puntos se quedaban, de esta manera, en tierras andaluzas y, con ellos, se consumaba el descenso a Segunda B del Mirandés y se aproximaba de forma casi definitiva la permanencia para los unionistas, que han logrado 19 de los últimos 33 puntos en disputa, bagaje que les ha valido para pasar de estar con el agua al cuello a llegar superficie y estar a un paso de llegar a la orilla.
