La apuesta de la directiva para encarar esta temporada fue el técnico vasco Gaizka Garitano, que no llegaba con muchos "avales" al cargo y además no tenía la confianza, de primeras, de la afición. Finalmente, el rendimiento del equipo en la primera parte de la competición, unido a la imposibilidad de ganar fuera de casa y dar una mala imagen en el partido en Butarque ante el Leganés, el consejo de administración del Deportivo de la Coruña tomó la decisión de cesar al técnico vizcaíno y apostar por otro entrenador para tratar de reconducir la situación y eludir el descenso.

El elegido fue Pepe Mel, que contó desde un primer momento con el beneplácito de los aficionados y, por supuesto, del club. A su llegada Pepe Mel quería transmitir un mensaje de motivación a sus jugadores, que habían quedado "tocados" por los malos resultados de las últimas jornadas de Garitano al frente del equipo. Según hemos podido ver, la plantilla consiguió captar el mensaje y las ideas del técnico madrileño y, con él, realizó un gran trabajo en las primeras semanas de Mel. A pesar de llegar bastante forzado, y con apenas una semana para preparar el encuentro contra el Atlético de Madrid, se consiguió un meritorio empate ante un equipo Champions, a pesar de que pudo acabar con la victoria de haber sido más efectivos arriba.

Esta circunstancia hizo que el optimismo se instalase en la afición y los jugadores blanquiazules y se lograse el mejor mes del Dépor en toda la temporada. En el primer mes de Mel al frente, se consiguió, además de dicho empate ante el conjunto colchonero, la primera victoria fuera de casa de la temporada por 0-1 ante el Soprting, un empate contra el Betis en Riazor por 1-1 y la victoria frente al Barcelona por 2-1. Un mes idílico que no auguraba lo que finalmente pasaría.

A partir de ese momento, y sin explicación alguna, los resultados fueron yendo a menos, hasta el punto de solo conseguir dos victorias en los 11 partidos que restaban, además de conseguir el objetivo de la salvación por los deméritos de Sporting, Granada y Osasuna. Cierto es que el conocido como "efecto Mel" fue un impulso para los jugadores y derivó en grandes resultados al comienzo, pero poco a poco se fue desinflando y acabó con algunos pidiendo la cabeza del técnico madrileño. Lo que está claro es que Pepe Mel tiene la confianza del club y su contrato, una vez salvado el equipo, se ha ampliado una temporada más, por lo que será el entrenador del Deportivo la próxima temporada.

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