El Real Madrid había conseguido la temporada anterior el título de campeón de la Copa de Europa por onceava vez. Sin embargo, a pesar de obtenerla tuvo varios partidos que hicieron dudar el hecho de tuviera lugar tal hazaña. Partidos ante el Shaktar (ganando por la mínima) el Wolfsburgo (remontando un dos a cero a domicilio) y consiguiendo pasar a la final con un gol de Kompany en propia meta en la vuelta de semifinales de Champions. Y no hablemos de la final, un partido que tuvo que definirse en penaltis. Pero ahí está el título...

La temporada 2016-17 comenzó con una victoria en la Supercopa de Europa ante el Sevilla, con un gol que todo el mundo recuerda de Marco Asensio. Así sí merece la pena debutar en una competición europea de gran calibre. Una victoria que se decidió a punto de finalizar la prorroga con gol de Carvajal

El equipo entrenado, ya desde comienzo de temporada, por Zinedine Zidane quería reeditar, volver a conseguir un título. Algo que no hacía nadie desde finales de los 80 (dos veces el Milán de Sacchi) un equipo del continente y el conjunto madridista desde los 50

Su primer partido: ante el Sporting de Portugal, equipo donde estuvo Cristiano Ronaldo antes de salir a Inglaterra. Partido especial en el Bernabéu. Dos a uno. Y teniendo que remontar gracias a los goles de Cristiano primero y un Morata que salía desde el banco.

Cristiano Ronaldo ante el Sporting CP. Fuente: Dani Nieto/ VAVEL
Cristiano Ronaldo ante el Sporting CP. Fuente: Dani Nieto/ VAVEL

 

Segundo partido, ante un Borussia Dortmund sin aquellas estrellas que deleitaron en Alemania ni Klopp. Pero aun así trabajado y con las ideas claras. Empate en campo germano. Dos veces que se puso por delante el equipo blanco, las dos veces empatadas por el club de Dortmund. Ronaldo primero, y Varane después intentaron dar la victoria a su equipo sin éxito. 

Tercer partido: Goleada al equipo más "blando", a priori, del grupo; el Legia de Varsovia. Cinco a uno. Bale, Marco Asensio, Morata y Lucas Vázquez, junto a un gol en propia de Jodlowiec, dieron la segunda victoria de la eliminatoria al equipo de Chamartín.

Sin embargo, el cuarto partido encontró un sorprendente empate ante el equipo polaco. Dos goles primero de Bale y Benzema, vieron su respuesta en otros dos del Legia. De hecho, se puso por delante en el 83, pero Kovacic dos minutos después puso el empate que sería el resultado final. Tablas con un tres a cada lado y con ciertas dudas.

Morata ante el portero del Legia. Fuente: Dani Nieto/VAVEL
Morata ante el portero del Legia. Fuente: Dani Nieto/VAVEL

El siguiente partido ante el club luso sería el mismo resultado que el de la ida y con unas impresiones de que en ocasiones el equipo se dejaba llevar. No obstante, tres puntos que ayudaban a continuar con el objetivo que no era otro que la consecución del título.

El último partido: duelo por el primer puesto. Si vencía el equipo madrileño, primero de grupo. Si era derrotado o empataba, segundo. Finalmente: subcampeón de grupo. Empate en un partido que a la hora de partido tenía un resultado a favor con dos tantos a cero. Pero a partir de ese momento, todo cambió. Primero Aubameyang,y después Reus que salía del banquillo empataron un partido. Pero a pesar del primer tanto del Borussia y del resultado final, el equipo blanco pudo haber vencido el encuentro. 

En definitiva, una clasificación que demostró al Real Madrid que debía cambiar si quería volver a ser coronado Campeón de Europa. Empates sorprendentes y que la mayor "culpa" es propia, permitieron al equipo del Estadio Signal Iduna Park ser primero de grupo. 

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Sobre el autor
Mozart Ballesteros
Redactor de Real Madrid Vavel. Volviendo al día a día. @mozart1989