La tercera temporada del Eibar en Primera División ha resultado ser la mejor campaña de la historia del club armero. Los entrenados por José Luis Mendilibar han demostrado un gran nivel durante gran parte de la temporada, plantándole cara a equipos de la talla del Real Madrid o Barcelona, logrando victorias importantes ante conjuntos como el Villarreal o la Real Sociedad y siendo contundentes ante equipos como el Valencia o el Granada. Todo ello ha hecho que el Eibar llegase al tramo final de la temporada con opciones para clasificarse a Europa League, hecho que de haberse consumado hubiera supuesto un hito que se recordaría durante años en Ipurúa. Pero finalmente, una serie de traspiés en los últimos partidos han dejado al Eibar sin premio.

De la Europa League al octavo puesto

Tal y como comentábamos, el equipo armero, tras certificar matemáticamente su permanencia en la máxima categoría del fútbol español, puso como objetivo luchar por lograr un puesto que le diese el derecho de jugar la Europa League.

El logro de la permanencia fue muy tempranero, y los fantasmas de la segunda vuelta de anteriores años no aparecieron durante la temporada. Pero cuando el Eibar lo tenía todo a favor, comenzó a fallar. Tras conseguir tres victorias consecutivas ante Villarreal, Las Palmas y Celta, no volvió a conocer la victoria, salvo en la jornada 35 ante el Leganés. Es decir, a partir de la jornada 32, sumo una victoria, un empate y cinco derrotas que le dejaron sin aspiraciones de Europa League y octavo puesto. El octavo puesto, a pesar de no dar derecho a disputar competición europea, fue un último propósito de Mendilibar para acabar la temporada de la mejor manera posible.

A reseñar, las derrotas ante Betis y Athletic que le dejaron virtualmente sin competición europea, la pequeña mejoría en cuanto a resultados en el derbi ante el Alavés (0-0) y en la victoria en casa ante un Leganés que se jugaba la vida (2-0), y la buena imagen dada ante equipos de la talla del Atlético Madrid que tenía en juego el tercer puesto (1-0), Sporting (0-1), que luchaba por una permanencia que finalmente no logró, y Barcelona, que tras colocarse con dos goles de ventaja en el marcador acabó sucumbiendo ante un club que peleaba por ganar la liga.