Del sueño a la decepción. En esas palabras puede definirse el periplo de Paik Seung-Ho y Lee Seung-Woo por la Copa Mundial para menores de 20 años. Su selección era la local, pero ni los jugadores blaugranas, ni sus compañeros estuvieron a la altura. Se despidieron en octavos de final, tras caer 1-3 ante Portugal, el pasado 30 de mayo.

Aunque marcó dos goles en el torneo, a Paik se le recordará más por su gesto dedicado a Maradona que por su papel en el campeonato. Tanto Paik como Lee estaban llamados a ser los líderes del equipo coreano y emular la hazaña conseguida en el Mundial de mayores de 2002. No fue posible.

El mediocentro tuvo un rendimiento sobresaliente en los dos primeros partidos, frente a Argentina y Guinea. Sin embargo, fue decayendo al igual que el resto de su escuadra. Dos actuaciones discretas frente a Inglaterra y los lusitanos sellaron su destino final: eliminación tempranera y estadios casi vacíos hasta el final del certamen.

Aun así, después de unos días de descanso, el asiático  viene con sed de revancha y buscará sacarse con el Barcelona B la espina que le quedó clavada con su selección.

Este jueves, el mediocampista se puso a disposición del equipo para preparar la final de ascenso a Segunda División. El cuadro azulgrana se verá las caras dentro de 10 días ante el Racing de Santander por el partido de ida.

El 'Messi de Corea', como se le conoce a Paik, ha jugado muy poco con el segundo equipo (16 minutos), pero anhela dar el batacazo y vestirse de héroe en una serie que hará la diferencia entre el éxito o el fracaso de la temporada. El futbolista, de 20 años, afronta un año definitorio en su progresión como jugador y deberá demostrar que tiene con qué triunfar en Can Barça.

 

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Sobre el autor
Carlos Cifuentes
Colombiano, de pies a cabeza. Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Externado de Colombia. Dando mis primeros pasos en el oficio más bello del mundo.