Rulo, El Eterno Capitán, El 7 de España, El Ángel de Madrid. Sí, se trata de Raúl González Blanco.

El exdelantero blanco desde hace unos días ocupa un cargo ejecutivo en el club que le vio crecer, el Real Madrid. Recientemente, ha hablado en una entrevista para la revista Panenka donde explica su despedida futbolística, confiesa sus proyectos de futuro y hace balance de su carrera profesional.  Siete años después de que El Eterno Capitán abandonara el Santiago Bernabéu para desfilar en el Schalke 04, Raúl habla de cómo se despidió del equipo de su vida.

"Irme del Madrid no fue fácil, tampoco para el club, pero cuando se decidió y ocurrió ya era verano. Así fue, más por cuestiones circunstanciales que por falta de cariño del club o una mala relación. Podría haber sido mejor pero se dio en esos términos y el tiempo lo pone todo en su sitio. A los tres años tuve ese partido en el que pude sentir el apoyo de la afición. Ojalá que poco a poco los que llevan más tiempo en el club se puedan despedir de una forma tan bonita", narra Raúl. Y añade: "Mi sueño con 30 años era retirarme en el Madrid pero, llegado el momento, sentí que tenía que dar otro paso, necesitaba otras cosas. Seguro que habrá más casos como Totti o Xavi... Aunque ahora todo el mundo tiene mucha prisa y poca paciencia".

Precisamente, valora como ejemplar el adiós del capitán de la Roma. "Fue muy emocionante, él se ha sentido siempre un romano, ha dado toda su vida por la Roma y club y jugador seguirán unidos eternamente. Creo que ese reconocimiento vale mucho más que los títulos. No me acuerdo de los goles que han metido o lo que han ganado jugadores como Maldini, Giggs o Del Piero. Al final, lo que uno ha sido como futbolista y persona es lo que queda. A veces me sorprendo cuando en el extranjero aún me recuerdan. Con eso me quedo yo también", reflexiona.

Pero Raúl no solo habla de su paso por el club blanco, en la entrevista con la revista de cultura futbolística, también relata su adiós con la Selección: "Me dolió porque me hubiese gustado seguir, pero había que respetar la decisión del entrenador. Pensaba que todavía podía aportar, de hecho estuve seis años más jugando. Con el tiempo lo fui asimilando, lo que ha ido pasando en algunos aspectos fue positivo para mi carrera. Pero claro que me hubiese gustado llegar al 2008 y haber vivido todos esos logros. Es más importante cómo me trata la gente cuando regreso a España".

Para Raúl, sus experiencias posteriores, las que le han acompañado hasta la retirada, han sido muy positivas. Además, no considera que dejar el fútbol haya sido algo traumático. "Irme a Catar fue una forma de ir retirándome. Y en Nueva York pesó la familia. Te cuesta ir a entrenar, estás menos ilusionado... Hasta que paras. Podía haber ido a la MLS pero no quería ese nivel de competición. En mi caso, retirarme no fue nada traumático. Un psicólogo ayuda y te da pautas, me parece genial. Yo no lo necesité", explica. Y respecto al presente lo tiene muy claro: "Mi sueño es estar ligado al Real Madrid durante mucho tiempo". Y confiesa: "No sé si voy a estar siempre en los despachos. Me gustaría ser entrenador, pero aún no lo he sentido. Tiene que pasar el tiempo, ahora vuelvo a Madrid, a mi hábitat, donde puedo desenvolverme mucho mejor".

Pase lo que pase, estamos seguros de que Raúl siempre tendrá un hueco en el corazón de todos los madridistas.