Rubén García o cómo tener a la afición en el bolsillo sin disputar ni siquiera mil minutos en una temporada de 42 encuentros (uno más contando con la Copa del Rey). El de Xàtiva es un referente para todos los jóvenes que integran la cantera de Buñol, una prueba de que se puede pasar por las categorías inferiores, alcanzar la Selección Española Sub-21 y debutar en Primera siendo tan solo un juvenil. Rubén es ese niño que va con la camiseta del Levante al colegio, pero también aquel señor que rememora los partidos en el viejo Vallejo.

La afición de su parte desde el principio

Tras debutar con el primer equipo el 2 de septiembre de 2012 en una victoria granota por 3-2 ante el RCD Espanyol, el '10' se asentó en el primer equipo de aquel famoso 'EuroLevante', que alcanzó los octavos de final de la UEFA Europa League antes de sucumbir en la prórroga en la fría Rusia ante el Rubin Kazan. Aquella temporada, con Juan Ignacio Martínez en el banquillo del Ciutat, Rubén disputó un total de 2.663 minutos repartidos en Liga, Copa y la competición europea. Se asentó como fijo en el esquema inicial levantinista y se convirtió en el ídolo de toda una afición.

Pero el nivel que mantuvo a lo largo de esa temporada, no lo ha vuelto a alcanzar de forma regular. En la campaña posterior, la 2013-14, sí permaneció en el once titular de forma habitual, con un nivel bueno aunque no a la altura del curso pasado. Disputó 2.497 minutos entre Liga y Copa del Rey, aunque solo anotó tres goles, uno menos con respecto a la 2012-13. Aquel año Rubén era ya una realidad y no una promesa. Había debutado en noviembre con la 'Rojita' y grandes clubes ponían el ojo en la perla del club de Orriols.

En 2014, se nubla su presente

El siguiente curso, la rampa de subida se convirtió en bajada. A la mala campaña del equipo, que se salvó en las últimas jornadas casi de milagro, se sumó una mala temporada de Rubén que le llevó a la suplencia en repetidas ocasiones. No pisó el verde durante más de 1.500 minutos entre competición regular y Copa del Rey. En la faceta goleadora, únicamente pudo poner su firma a una diana granota, por lo que las cifras tampoco le acompañaron. Aquella temporada, que parecía un simple bache en su carrera, supuso mucho más: el principio de la caída.

Durante la temporada 2015-16, la última del Levante en Primera, Rubén apenas contó para Lucas Alcaraz, primero, y para Rubi, después. El canterano solo pudo sumar 1.037 minutos a lo largo de toda la temporada y el club de Orriols acabó descendiendo como colista de la categoría. Aun así, la gente mantenía mucha fe en Rubén, que siempre recibía el cántico aquel de "Rubén; Rubén; Rubén, Rubén, Rubén; te queremos, te adoramos, junto a ti hasta morir...". No obstante, tampoco se libró obviamente de la bronca de la afición a la plantilla por la pésima imagen que dieron al final de la temporada en los encuentros lejos del Ciutat de València.

En esta última temporada, la de la esperanza, la ilusión y el triunfo, todo fue rodado con Juan Ramón López Muñiz para todos. Para todos, menos para Rubén García. De nuevo el de Xàtiva contó con pocas oportunidades y, a pesar de que a mitad de temporada parecía que podía ser un jugador importante y constituir un gran fondo de armario, acabó siendo su peor temporada como profesional en lo que a estadísticas se refiere. El '10' ni siquiera alcanzó los mil minutos, quedándose en 934 entre las dos competiciones nacionales. Además, 306 minutos de ellos los disputó en los últimos encuentros del club azulgrana en Segunda División, cuando ya había logrado el objetivo del ascenso, y ni siquiera anotó un gol ni dio ninguna asistencia.

Por otro lado, en la celebración del retorno a la categoría de oro, Rubén sí tuvo un papel protagonista como capitán, aunque el momento que llamó la atención fue cuando, en medio de cánticos típicos empezados por los jugadores en el balcón del ayuntamiento, la promesa de Buñol cogió el micrófono para comenzar un discurso que arrancaba recordando los buenos momentos, hasta que sus compañeros le cortaron con bromas. ¿Intentaba Rubén dar un discurso de despedida? Y, para concluir, en el duelo ante el SD Huesca que cerraba la brillante temporada, Rubén empezó como titular y fue sustituido llevándose una cerrada ovación, aunque ninguno de los allí presentes pensaba que podía tratarse de una ovación de despedida.

Ahora, se plantean varias incógnitas. ¿Va a dejar el Levante salir a un icono de la cantera como Rubén? Si lo hace, ¿será vendido o en calidad de cedido? Resulta difícil concebir un Levante sin Rubén García, pero parece evidente que el futbolista necesita dar un empujón a su carrera para poder llegar a ser algún día lo que parecía poder alcanzar. Pase lo que pase, el levantinismo le tendrá siempre en el altar que él solo se ganó.