Se han cumplido 30 años de un evento inolvidable para la historia de la Real Sociedad, y es que en 1987 los txuri-urdin al mando del entrenador galés John Benjamin Toshack se alzaron campeones de la Copa del Rey tras una increíble final disputada contra el Atlético de Madrid. 

El encuentro que decidiría al nuevo dueño de la Copa se llevó a cabo en La Romareda, estadio del Real Zaragoza ante 37 mil espectadores con boleto pagado, quienes fueron testigos de una asombrosa lucha por el trofeo que no se pudo decidir en 90 minutos (empate a dos goles) y el manchón penal definió al nuevo dueño del trofeo local. El juego empezó favoreciendo a la Real, que se adelantó apenas a los nueve minutos de iniciado el partido con gol de Roberto López Ufarte, luego fue igualado por el uruguayo Jorge Da Silva; la Real se volvió a poner arriba antes del descanso, a los 36 minutos, anotación de Txiki Begiristain, la ventaja duró hasta el último cuarto del partido, siendo Rubio el autor del empate que perduró hasta la tanda de penaltis que la Real terminó ganando 4-2.

En Real Sociedad TV se han recopilado los recuerdos narrados por los jugadores que participaron en dicho encuentro y son los "Héroes de la Segunda". Martín Begiristain, quien anotó en la serie de penales recuerda: "como grandes jugadores que ganaron una Liga, fui partícipe de una Copa en un partido bastante intenso". Luis Fernando Dadíe hace cita al oponente "el Atlético tenía un buen equipo. A pesar de ponernos por delante, ellos respondieron y fue un toma y daca durante todo el partido. En la segunda parte, le metieron bastante ritmo, tuvieron el balón, lograron empatar y fue duro el partido". Dadíe considera que "la sensación de haber tenido el partido dos veces por delante y consiguieran empatar puso el juego dividido". 

En cuanto a los penaltis, el portero Luis Miguel Arconada declaró estar "concentrado, luego de tantos años de experiencia y procurando centrarse en ese momento y lo importante que es estar tranquilo", afirmando que tenía "estudiados a los rivales". Dadíe alabó la capacidad de Arconada, diciendo que "se le daban muy bien los penaltis y cuando paró el último disparo se fundió en un abrazo con él". 

Para el arquero y capitán Arconada, fue un alivio el ganar la primera final a la que han llegado, matizando que "finalmente se acabó la tensión, el calor y los nervios como fue la primera liga". Berigistain sintió "total éxtasis y alegría. Fue fantástico desde horas previas al partido hasta el final del mismo". Dadíe concluyó: "celebramos el trofeo en la calle con los aficionados afuera del estadio, toda la noche hasta el día siguiente que celebraríamos en San Sebastián. Fue el partido que más recuerdo de mi carrera futbolística, cuando gané una copa con el equipo de toda mi vida, la Real Sociedad". 

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Sobre el autor
Pablo Arrivillaga Galindo
Nacido en Guatemala. Apasionado por el fútbol español, los videojuegos y la WWE.