El Club Atléco de Madrid se encuentra inmerso en un momento trascendental dentro de su historia reciente. La entiendad está viviendo un crecimiento global muy importante y el cambio que va a suponer la mudanza de estadio debe de marcar un antes y un después. Tras haber permenecido los últimos cincuenta años arraigado a la ribera del río Manzanares, el conjunto colchonero estrenará casa en un distrito nuevo al noreste de la ciudad de Madrid. Los jóvenes aficionados atléticos vivirán el primer traslado de sede del equipo de sus amores, pero los hinchas más longevos ya sufrieron otros cambios hace más de cinco décadas. El primer "Coliseum" colchonero fue el "Estadio del Retiro" (1903-1913) siendo este uno de los mejores campos del país. Diez años más tarde se produjo la primera mudanza, haciendo del "Estadio de O'Donnell" la casa de todos los atléticos. También fueron diez años los que perteneció al Club en aquellas instalaciones. Fue en 1923 cuando se dio un nuevo cambio y aprovechando la construcción del "Estadio Metropolitano" se decidió, a través del presidente rojiblanco Julián Ruete, solicitar el recinto como sede del Atlético de Madrid.

El Stadum Metropolitano enía capacidad para 20000 personas. Foto: Atlético de Madrid
El Stadum Metropolitano enía capacidad para 20.000 personas. Foto: Atlético de Madrid

En una situación similar a la actual y tras 42 temporadas en la que era su casa, la escasa capacidad del complejo en comparación a la demanda de entradas por parte de los socio fue el detonante para determinar que el Club requería una nueva sede. Fue el entonces presidente Javier Barroso quién tomó la decisión de adquirir unos terrenos al margen izquierdo del río Manzanares. Es allí donde en 1966 se inaguró lo que hoy en día conocemos como el "Estadio Vicente Calderón". Su nombre se debió a la gran labor desempeñada por el entonces presidente, Don Vicente Calderón, quien trabajó insistentemente para conseguir la finalización de la obra. Sin embargo hay que recordar que la actual denominación se oficializó en 1971, llamándose durante las cinco primeras temporadas "Estadio del Manzanares". Así pues este verano del 2017 se va a producir la cuarta mudanza por parte del la entidad atlética. ¿El nuevo destino? El barrio de San Blas, junto a la M40. ¿El recinto? El Nuevo Wanda Metropolitano. A pesar de los escépticos tienen morriña incluso antes de haber cambiado, a continuación se van analizar algunas de las ventajas que va a suponer todo ello:

  • Mejor estación de metro: la capacidad de la estación "Estadio Metropolitano" será hasta veinticinco veces mayor a la parada de "Pirámides" (parada más cercana al Vicente Calderón). Si bien es cierto que cuando el Atleti comience a jugar en su nuevo hogar no estarán todos los accesos finalizados, lo que sí que habrá será un transporte público digno de ser resaltado. He aquí el problema y a su vez la solución. El ciudadano colchonero debería de darse cuenta que utilizar la red pública será la mejor opción para llegar a ver el fútbol. Habrá mayor frecuencia en la franja horaria que haya partidos y la la boca de metro está situada a escasa distancia de la entrada al recinto.
  • Mayor capacidad: hasta 13500 personas más, alcanzando así una cifra de 68.000 espectadores cuando se complete el aforo. Hay quien incluso ya está pensando que se debió de construir más grande.
  • Comodidad y confort: este es un punto importantísimo. Hay que ser realistas y aceptar que el Vicente Calderón es un Estadio muy frío. Con las esquinas sin cerrar debido a no haber llegado a un acuerdo con el ayuntamiento y con tres cuartos del Estadio sin techar, las noches invernales a la orilla del río Manzanares son frías. Y es que hay quien dice que eso es el fútbol, pero nadie va a poner en duda que tener un recinto donde no te mojes es una clara mejoría. Recuerden que hay muchos aficionados que viajan a la capital en autobús desde otros puntos geográficos y tener que regresar a casa empapado no es plato de buen gusto.
  • Además la amplitud del recinto y la accesibilidad permitirá una mejor movilidad a las personas discapacitadas.
  • Aparcamiento para peñas: este es otro aspecto a destacar puesto que los aledaños del Estadio tendrán una zona de aparcamientos exclusivo para los autobuses de los peñistas venidos de fuera de Madrid. Y es que en en Vicente Calderón el aparcamiento de estos estaba situado en ocasiones hasta a veinte minutos a pie, dificultando así el traslado de las personas mayores hasta el feudo rojiblanco.

Todo cambio suele traer consecuencias. Irse de un sitio donde has vivido tantas emociones no es fácil. Dejar el lugar en el cual has visto crecer a tus hijos acompañando al equipo de tus amores tampoco es sencillo. Abandonar el Vicente Calderón supone melancolía, añoranza y tristeza. Todo ello es lo normal y no significa nada malo. La vida en sí misma está llena de retos e ilusiones y al igual que un niño que abre un regalo de reyes, el aficionado del Atlético de Madrid debería de sentir esa ilusión que pueda más que la pena por irse de la que ha sido su casa durante los últimos cincuenta años. El hincha colchonero acudirá a uno de los mejores complejos futbolísticos de todo el mundo. El tiempo y los momentos por venir harán del Metropolitano un sentimiento de pertenencia como ya lo hicieron sus antecesores. Los ingredientes de la receta son conocidos y el único que falta no se puede tomar aún, así que vamos a darle TIEMPO al tiempo. ¡Y a disfrutar!