Después de realizar diez incorporaciones a su plantilla, el Almería anda centrado ahora en, además de dejar cerrada la misma con los últimos retoques que restan por hacer, dar salida a aquellos futbolistas que no entran en los planes de Luis Miguel Ramis. En este sentido, el primero en abandonar la nave rojiblanca ha sido Pape Diamanka, con el que se ha llegado a un acuerdo para rescindir un contrato que, en principio, expiraba en junio de 2018, y que, tras esto, ha firmado por el Numancia. Y es que a pesar de haber entrenado con normalidad durante toda la pretemporada, el  de Senegal no ha disputado ni un solo minuto de los partidos amistosos que ha jugado el elenco unionista.

El centrocampista africano arribó a la Vega de Acá el pasado verano avalado por Fernando Soriano y la ya extinta comisión deportiva formada por Andrés Fernández y Ángel Luis Catalina. Un año después, el papel del de Dakar ha sido poco menos que testimonial, dando buena cuenta del futbolista anárquico y frío que se le presuponía.

Ochocientos ochenta y cinco minutos repartidos en diecisiete envites han sido los guarismos del exjugador del Zaragoza, que, además del pobre rendimiento mostrado, protagonizó dos expulsiones en partidos y momentos clave, como lo fueron ante el Oviedo y el Valladolid, que bien pudieron perjudicar a su equipo.

Con la destitución de su principal valedor y la llegada de Ramis, el ya exrojiblanco se hizo un fijo en la grada y apenas incurrió en el campo en tres citas, solo una de ellas como titular, precisamente ante el Zaragoza, y por mor de las ausencias con las que contaba entonces el preparador tarraconense.

Así las cosas, el Almería prescinde de un futbolista cuya aportación ha sido funesta y da por iniciada una labor que persigue aligerar un plantel que, en la actualidad, cuenta con 24 efectivos, a expensas de que se produzcan más movimientos.