José Manuel Esnal 'Mané' devolvió la ilusión a los sufridos aficionados y la elevó al grado máximo con la participación histórica en la Final de la Copa de la UEFA ante el Liverpool, en el año 2001. El año de la renovación, se derribó la mítica Grada General para dar paso a la Tribuna Principal y se cerraron las cuatro esquinas. Poco a poco, empezaba la gran renovación del estadio, para convertirlo en un campo moderno y de vanguardia. Pero ahora, la nueva Directiva comandada por Josean Querejeta, quiere ir más lejos. Según un estudio presentado por el estudio vitoriano Mozas Aguirre Arquitectos, se quiere pasar de los 19.840 asientos actuales a los 32.000 con un nuevo proyecto.

Los inicios de Mendi

Las obras del campo de Mendizorroza comenzaron en 1923. Se apresuraron a jugar un partido de fútbol en plenas fiestas de la Blanca, a modo de inauguración oficiosa. Ese campo, escenario de tantas penas pero también de muchas alegrías es lugar de encuentro cada día de partido y toda la afición espera que siga siendo testigo de otras muchas alegrías que quedan por llegar.

Mendizorroza, en sus primeros años. Fuente: deportivo Alavés
Mendizorroza, en sus primeros años. Fuente: deportivo Alavés

La inauguración oficial del campo se produjo un 27 de abril de 1924 y fue el párroco de la Parroquia de San Miguel Faustino Mendieta, el encargado de darle su bendición. El encuentro de inauguración lo jugó el Deportivo Alavés contra el Deusto, equipo que militaba en la Serie A de Bizkaia y los alaveses ganaron por 2-0. Por el equipo vitoriano se alinearon Monteliu, Millén, Quincoces, León, Belauste, Espada, Ganborena, Lizarazu, Pérez Muga, Juan y Villa. Destacó la presencia de los grandes Belauste y Ganborena, que vinieron a reforzar al equipo albiazul. El primero, procedente del Athletic y el segundo, del real Unión de Irún.

El campo ya tiene nombre

El nombre oficial de Mendizorroza lo adquiría el día 3 de septiembre de 1924. La junta directiva presidida por José Gabriel Guinea analizó la denominación entre varias opciones que habían sido presentadas. Entre ellas, las de Mendizorrospe, Gure Landa, Erdeldun-Bat, Kirolakieta y Mendizorroza. La última fue la elegida.

El campo era una pieza de trigo propiedad de Manuel Cobo. Disponía de una grada sostenida por un grupo de columnas con una capacidad para poco más de un centenar de aficionados.

La primera grada de Mendizorroza. Fuente: conociendoalava.com
La primera grada de Mendizorroza. Fuente: conociendoalava.com

El proyecto fue elaborado por el arquitecto Luis Díaz y la planificación de los alrededores y allanamiento del solar corrió a cargo de Alberto Aragón. Un año después, se inauguró el velódromo, según el proyecto del arquitecto vizcaíno Ignacio María Smith, quedando las instalaciones como las de la figura de la derecha.

El descenso del Alavés a Segunda División en 1933 dejó al Alavés en una situación económica muy complicada. La junta directiva ideó una fórmula para sacar dinero y presentó al ayuntamiento un proyecto para crear un parque infantil que no aceptaron.

Después de la guerra, el campo pasó a ser propiedad de la delegación de Sindicatos y el club se quedó sin patrimonio y debía pagar 300 pesetas (2 euros) por utilizar el terreno de juego. Esta situación continuó hasta 1949.

Las primeras reformas en el estadio

En la temporada 1950-1951, el ascenso del equipo a Segunda División motivó una de las reformas más importantes. Radio Vitoria instaló una torreta con el fin de retransmitir los días de partido en conexión con la Cadena Ser. Esta torreta permaneció en su ubicación original en el centro de la tribuna de General hasta que fue derribada el 12 de enero de 1993.

Torreta de retransmisiones. Fuente: Deportivo Alavés
Torreta de retransmisiones. Fuente: Deportivo Alavés

Las obras de la construcción de la primera tribuna se llevaron a cabo en la temporada 1953-1954, coincidiendo con el ascenso del equipo a Primera División, con Carlos Caballero de presidente. Justo al día siguiente de ser colocada, se desplomó pero no produjo ninguna desgracia personal al tratarse en un día entre semana. Se aprovechó la circunstancia para remodelar toda la tribuna de Cervantes.

La directiva aprovechó la buena situación económica y deportiva para inaugurar el día 25 de septiembre de 1955 el marcador simultáneo, coincidiendo con el auge que tenía el seguimiento de la quiniela deportiva instaurada en el país en esas fechas. Esa inauguración coincidió tristemente con un 8-1 desfavorable al Deportivo Alavés en el campo del Atlético de Madrid, mientras en Mendi se disputaba, de manera amistosa, un partido entre suplentes del Deportivo Alavés y el C.D. Vitoria.

Un año después, el 15 de abril de 1956, la trascendencia del derby entre Alavés y Athletic obligó a la instalación de unos graderíos supletorios. A pesar de estos asientos, el partido se tuvo que suspender porque los espectadores invadieron el terreno de juego.

Mendizorroza empieza a tener forma

El 7 de enero de 1962, bajo la presidencia de Pepe Ustaran y con el equipo en Segunda División, se inauguraban las cubiertas de Mendizorrotza.

Una de las grandes fechas del campo albiazul fue la del 20 de junio de 1971. Fecha en la que se inauguró la iluminación eléctrica del terreno de juego, coincidiendo con el partido homenaje a Amadeo García de Salazar, uno de los fundadores del Deportivo Alavés, entrenador y Presidente del equipo y que llegó a ser seleccionador nacional y que, en su recuerdo, se puso el nombre de la plaza que rodea al campo de fútbol de Mendizorroza. La firma Ayzar completó la instalación del alumbrado en un tiempo récord. Se colocaron cuatro torres de 35 metros de altura con cuatro paneles de 64 puntos de luz cada una de ellas. Posteriormente, la iluminación fue modificada y mejorada en 1991 y sufrió una última modificación con las obras de los años 98, 99 y 2000.

Mendizorroza, antes del cierre de las esquinas. Fuente: gorrilunurdinak.com
Mendizorroza, antes del cierre de las esquinas. Fuente: gorrilunurdinak.com

Al término de la campaña 1972-1973 comenzó el derribo de las tribunas y la construcción de otras más cómodas y amplias: Principal, Cervantes, Polideportivo y General.

Esa nueva fisonomía quedó terminada en la temporada 1974-75 y así siguió. La única tribuna que resistió hasta el final fue la de General pero sucumbió para que se derribase en la remodelación que se inició en la temporada 1998-1999.

Mendizorroza, con las esquinas cerradas, en el año 1998. Fuente: grada12.com
Mendizorroza, con las esquinas cerradas, en el año 1998. Fuente: grada12.com

Anteriormente, en las temporadas 1988-89 y 1989-90, coincidieron en la misma categoría de Tercera División varios equipos de la ciudad: el Alavés, Aurrerá y Abetxuko. Este hecho generó una situación de reivindicaciones por parte de los clubes, que no llegó a mayores y dejó el tema como estaba.

La puesta de largo de Mendi

El día 15 de junio de 1998, nada más terminar la temporada y con el equipo en Primera División, entraron las máquinas a Mendizorroza y tiraron el marcador simultáneo y las primeras filas de general. Los retrasos de las obras por parte de Bikani ocasionaron que el primer partido de liga en primera división tras 41 años, contra el Betis Balompié, se tuviera que disputar fuera de Vitoria, en San Mamés, con empate a cero goles.

Panorámica de Mendizorroza, en la temporada 2016-17. Fuente: scoopnest.com
Panorámica de Mendizorroza, en la temporada 2016-17. Fuente: scoopnest.com

Tras varios meses de problemas e incomodidades para los aficionados, compensados únicamente por la buena marcha del equipo, se vieron ensombrecidos cuando el domingo 12 de diciembre de 1999, horas antes de que comenzara el partido contra el Betis, un vendaval hiciese que más de 50 asientos acabaran destrozados por la caída de paneles, altavoces y barras metálicas desde lo alto de la tribuna principal. La inquietud entre las autoridades vitorianas y los directivos de la entidad, encabezados por su presidente Gonzalo Antón, hicieron que se solucionasen la mayoría de esos problemas ante la visita del Real Madrid, quince días después de lo ocurrido.

Mendizorroza, celebrando el último ascenso a Primera. Fuente: deportivo alavés
Mendizorroza, celebrando el último ascenso a Primera. Fuente: deportivo alavés

Finalmente, tras varias reuniones entre políticos y directivos, se terminaron las obras del cierre total del campo y el 26 de marzo del año 2000 se estrenaban los videomarcadores en el partido que jugó el Alavés contra el Zaragoza. Se ponía fin al marcador manual que manejó durante más de medio siglo Donato Díaz Villaluenga. Dos meses antes se había inaugurado el sistema de megafonía.

La participación europea del club en la temporada 2000-01 hizo que la exigencia en las instalaciones fuese de mayor tamaño y fueron necesarias varias remodelaciones en el campo.

Donato, el hombre del marcador

Se podrían mencionar varios detalle sobre una de las personas más importantes en la historia de este club. Donato Díaz Villaluenga, el hombre del marcador, nació en 1918. Se jubiló el día 12 de marzo del año 2000 en un partido contra la Real Sociedad. Tenía 82 años. Donato heredó de su padre Atilano esta función.

El primer sueldo que recibió Donato fue de 25 céntimos de peseta por partido. Siempre recordaba el partido contra el Real Unión de Irún en la temporada 1994-95, cuando después de ir empatando a 5 goles, el Alavés tuvo la fortaleza para marcar 3 tantos más y acabar venciendo por 8-5. Incluso en una ocasión se resistió a quitar el 1-0 a favor del equipo vitoriano, tras una discutida decisión del árbitro de anularles el gol. El resultado permaneció en el marcador hasta que unos minutos más tarde consiguieran otro tanto, esta vez legal a todas luces, que hiciera justicia a lo que indicaba el marcador desde unos minutos antes.

Grabado, en las puertas de Mendizorroza, con Donato y su marcador. Fuente: deportivo alavés
Grabado, en las puertas de Mendizorroza, con Donato y su marcador. Fuente: deportivo alavés

Los antiguos socios recordarán siempre ese pequeño rectángulo entre las tribunas de General y Polideportivo con los dos números, los peldaños metálicos y la cara de Donato entre los números. Y así transcurrió la vida deportiva de Donato hasta que ese día 12 de marzo del año 2000 recibiera de manos del infatigable José Antonio Compañón, Compa, la insignia de la entidad, como símbolo del alavesismo plasmado en el bello campo de MENDIZORROZA. 

Proyecto Mendi Berria

Con motivo del ascenso a Primera División, en la temporada 2016-17, se procedió a realizar unos cambios en Mendizorroza, como anticipo del gran proyecto que Josean Querejeta, actual mandatario del Club, tiene en mente.

Una idea, que cuajó muy bien entre los aficionados, fue la de la posibilidad de llevarte a casa un trozo del viejo césped, que había sido testigo de todas las aventuras y desventuras del equipo desde el anterior ascenso a Primera, en 1998. Fueron muchos los aficionados que hicieron cola en las instalaciones para apropiarse de un pedazo de Mendi. Otro cambio fue el que se realizó con la sustitución de los viejos asientos por otros nuevos. Se pintó todo el interior del estadio de un color azul, muy ligado a los colores del equipo babazorro y se cambiaron los viejos videomarcadores por unos mucho más acordes a la categoría del equipo.

Fotomontaje del aspecto del estadio de Mendizorroza, con el proyecto MENDIBERRIA. Fuente: deportivo alavés
Fotomontaje del aspecto del estadio de Mendizorroza, con el proyecto MENDIBERRIA. Fuente: deportivo alavés

Pero el verdadero cambio, aunque sea en forma de proyecto, está por llegar. A mediados de diciembre de 2016, la Directiva del Glorioso anunciaba en los medios de comunicación y presentaba en sociedad el proyecto MENDI BERRIA, con el que se pretende dotar a la ciudad y al equipo, de un estadio grandioso, con capacidad para 32.000 espectadores. Aunque en principio hubo sectores vitorianos que lo criticaron, a nadie se le escapa que, saliendo la idea de Josean Querejeta, todo puede ser posible, pues en la mente de todos están los éxitos deportivos y económicos que ha cosechado con el equipo de baloncesto del Baskonia. Pocos eran los que creían que ese equipo iba a llegar a donde ha llegado y menos aún son los que hubiesen pensado hace 30 años que, en Vitoria, se batiría el récord de asistencia de público para presenciar una Copa del rey de baloncesto.

Habrá que esperar los acontecimientos venideros. Ojalá sea una realidad y dentro de unos años se quede pequeño el nuevo estadio, porque eso significará que el Deportivo Alavés se ha instalado definitivamente en la categoría que se merece por equipo, afición y ciudad.

La idea de la Directiva es terminar las obras para poder inaugurar el nuevo estadio en el año 20121, coincidiendo con el centenario de la fundación del Deportivo Alavés. Mendizorroza también quiere estar a la altura del equipo y ser testigo de grandes gestas deportivas, que nadie duda en que se conseguirán. No en vano, esta temporada se ha vuelto a batir el récord de abonados, acercándose a la cifra de 17.000 que, en un estadio de 19.840, no está nada mal.

 

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