La temporada 16/17 dejó muchas cosas buenas pese a no a alcanzar ningún título, y es que eso es lo de menos. La afición y el equipo consiguieron rehacerse de un muy mal inicio de liga, algo que hizo dudar a muchos pero que no consiguieron desestabilizar a Simeone y los suyos. La unión hizo la fuerza y pese a los impedimentos de los cuales el Atlético no podía hacer frente y las lesiones que provocaban aún mayores problemas, todo parecía acabar con el ‘Cholismo’, pero citado método cuenta con aún mayor fuerza que cualquier impedimento que pueda derribarlo, y es que el ‘Cholismo’ es la fuerza de los atléticos.

La temporada arrancó con un mal inicio y es que después de empatar ante dos recién ascendidos como Alavés y Leganés, sumado al centro del campo que no conseguía de arrancar, estaba provocando un malestar que acabó resolviéndose. El Sevilla con un potencial que parecía no desinflarse agrandaba aún más el problema colchonero. Los colchoneros luchaban en la cuarta posición con Real Sociedad y Villarreal apretando por detrás, mientras que el Sevilla continuaba en la tercera plaza que parecía que no podía escapársele. La lucha y la fuerza continuó y en la recta final de la liga, estando a siete puntos del Sevilla, acabaron remontado dichos puntos todo ello después de vencer tres a cero al conjunto hispalense. La liga acabó con el Atleti en tercera plaza mostrando una muy buena segunda vuelta y un espíritu intacto.

Pero la Liga no fue el único reto. La Copa, con el Vicente Calderón como sede de la final, era uno de los objetivos claros y es que el sentimiento estaba ahí. Tras unas muy buenas eliminatorias, el Atleti se plantó en semifinales donde se vio las caras con el FC Barcelona. El Atleti, pese a caer en el Calderón, llegó al Camp Nou con la certeza de que podía pasar, pese a comenzar perdiendo. Gameiro, quien anotase el tanto del empate, falló el penalti que podía meter al Atleti en la eliminatoria y sin contar con el gol anulado, en posición legal, a Griezmann. Pese a la eliminación la afición recibió a los suyos como campeones y es que lucharon y se dejaron todo en el terreno de juego. Pusieron ‘Coraje y Corazón’.

Liga, Copa y… CHAMPIONS. La tan ansiada Copa de Europa sigue resistiéndose, pero se despidió a lo grande del Vicente Calderón. 50 años de fútbol europeo decían adiós a la casa de todos los rojiblancos. Las semifinales se disputaron frente al Real Madrid y tras un partido nefasto en el Bernabéu, llegaron al Calderón con la certeza de poder remontar. Una certeza similar a la del Camp Nou. En menos de veinte minutos el resultado era de dos a cero y la remontada estaba más cerca de lo que parecía mucho antes de comenzar el encuentro. Pero una genialidad de Benzema bajó a los atléticos de la nube, una nube que no quiso irse. La nube despidió el Vicente Calderón bajo una tremenda lluvia de agua, y es que este adiós no era una adiós cualquiera, era el adiós del Vicente Calderón. Y pese a lo que se pueda pensar, la lluvia no estaba sola. Los aficionados colchoneros aguantaron el diluvio madrileño y lloraron el adiós con cánticos y vítores a los suyos, pese a la eliminación.

El Atlético cuajó una temporada en la que fue de menos a más y donde las lesiones musculares fueron una constante a lo largo de los meses de competición. Pese a estas, los colchoneros continuaron en esta tercera plaza donde se han asentado y lucharon por lo que con tanta ansia busca, la Champions.

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Sobre el autor
Andrés Fernández España
Seguidor del Atlético de Madrid. Director de Atleticosport.es y escribiendo en VAVEL.