No será fácil de olvidar el desenlace de la pasada campaña para el entorno del Tenerife. Cuando el viento parecía soplar completamente a favor del cuadro canario, un catastrófico partido en Getafe arrebató a los blanquiazules el sueño del ascenso. Ahora, después de haber despertado de la pesadilla, el objetivo no es otro que igualar o, incluso, mejorar el bagaje de la temporada anterior.
Todo un veterano
El Tenerife es uno de los equipos con mayor currículum en la Segunda División de España. No en vano, los birrias acumulan ya más de cuarenta temporadas en la categoría y su participación en el ejercicio 2017/2018 no hará más que afianzar su condición de 'gallito' del fútbol del plata.
Sin embargo, este logro no posee una connotación completamente positiva. El CD Tenerife solo ha disputado dos temporadas en Primera División desde la entrada en el siglo XXI y a los hinchas que religiosamente abarrotan las gradas del Rodríguez López cada domingo les preocupa que el papel de club de 2ª se dilate durante mucho más tiempo.
Con el espíritu de 2009 en la retina
La temporada 2008/2009 debe ser un espejo en el que mirarse para cualquier proyecto blanquiazul con vistas a alcanzar las mieles de primera. En aquella ocasión, el Tenerife se mostró como un sólido rodillo que aplastaba a sus rivales allá por donde pasaba, todo ello logrado desde una humilde plantilla cuya columna vertebral había permanecido en el vestuario durante las dos temporadas anteriores. Algo similar presenta este nuevo 'Tete': una homogénea mezcla formada por los veteranos guerreros que mantuvieron al equipo en Segunda tras su regreso desde el pozo de 2ªB unidos a los nuevos integrantes que llegarán para dar el salto de calidad necesario al plantel.
Un buen aliciente para lograr el objetivo sería trasladarse a principios de la década de los 60, cuando el Tenerife logró su primer (y único) título de campeón de Segunda División. Tras tantas décadas sin abrir las vitrinas, el trofeo supondría la guinda perfecta para el pastel del ascenso. Recuperar el alma de las grandes temporadas en el categoría será clave del éxito.
Un experto en ascender
No se trata solamente el Tenerife de un club experimentado por su gran historial en los campeonatos de años anteriores, sino por la capacidad de liderazgo con la que cuenta su técnico. A pesar de tratarse de un entrenador joven, el preparador mallorquín está curtido en mil batallas futbolísticas y además ya sabe lo que es subir a la élite como tinerfeñista (en su etapa de futbolista).
Sus registros en la temporada y media anterior que ha permanecido sentado en los banquillos del Heliodoro avalan a Martí como el principal responsable de que el cuadro isleño haya peleado las dos campañas por retomar la liga de las estrellas.
La prueba de fuego para Pep... y Alfonso
Sin duda, esta nueva temporada servirá como una especie de examen para José Luis Martí. Es la segunda campaña que reúne como entrenador del Tenerife partiendo desde una pretemporada y funcionará para conocer si realmente posee mimbres para ejercer como preparador de un equipo de categoría superior. El mayor de los obstáculos que debe superar es el alucinante éxodo de futbolistas que fueron importantes la temporada pasada hacia otros clubes. Será una gran tarea tratar de acoplar la llegada de nuevos efectivos al sistema que tantos éxitos y tardes de alegría ha dado al fútbol de la Isla.
De la mano de Alfonso Serrano, Martí tiene la intención de crear un bloque sólido pero con la calidad suficiente para volver a estar dando guerra en los puestos altos de la clasificación y en una Segunda División que vendrá cargada de fuertes e históricos equipos con muchas ganas de despegar (Granada CF, Real Sporting, Real Zaragoza, CA Osasuna, Cádiz CF, Real Oviedo, ...). Será interesante conocer cómo el director deportivo de la entidad tinerfeña se desenvolverá para colocar los parches necesarios para tapar las numerosas fugas sufridas y que la nave blanquiazul no zozobre en los agitados mares de la categoría de plata.
El referente llegó pronto
A pesar de las críticas que ha recibido Alfonso Serrano con respecto a su demora en la efectuación de las contrataciones para esta temporada (al que se le achaba una profunda falta de planificación tras el no ascenso de los chicharreros), uno de sus grandes aciertos fue el fichaje de Juan Villar. El jugador onubense se comprometió con el CD Tenerife a los pocos días de confirmarse su comparecencia otra temporada más en Segunda División, y fue recibido por los aficionados como un halo de luz solar entre tantas violentas tormentas.
Con más de 20 goles a sus espaldas en sus dos primeras campañas en la categoría, unido a su gran rendimiento en pretemporada, su llegada ilusionó desde el principio a la parroquia blanquiazul y durante la etapa de pretemporada ha demostrado que será una de las piezas clave en este nuevo Tenerife para dar el salto de categoría. Solamente falta que refrende las buenas impresiones ofrecidas durante el verano y las plasme en el campeonato regular.
La ilusión por el Tenerife no muere
Pese a lo traumático de lo sucedido la noche del 24 de junio de 2017, la hinchada tinerfeñista no dejará solo a su equipo. Fue un duro golpe, pero el gran nivel mostrado por el equipo durante los tres cuartos finales de la competición pasada ha logrado un tirón de ilusión que será difícil de borrar: el inicio de la pasada campaña fue irregular, pero en cuanto la maquinaria blanquiazul fue engrasándose y encajando sus piezas de manera adecuada, el Tenerife se disparó en la clasificación y no abandonó nunca los puestos altos de la tabla.
En el tramo final se pudo ver al Heliodoro de las grandes ocasiones, engalanado con sus mejores prendas y con un ensordecedor ambiente más propio de un equipo consolidado de Primera División que de uno que se quedó por el camino de allí llegar. La Isla está con ganas de volver a poblar las gradas del recinto capitalino y el espectáculo está asegurado en los aledaños de la calle San Sebastián.
92 años de Heliodoro
Pocos equipos pueden presumir de haber permanecido casi una centuria en el mismo hogar. El Tenerife es uno de esos privilegiados: desde que comenzase a disputar sus encuentros en el Heliodoro Rodríguez López (1925) jamás se movió de ahí. Numerosas reformas ha sufrido el mágico recinto blanquiazul y ha cambiado mucho su aspecto respecto a su apertura hace ahora ya más de nueve décadas, pero el espíritu de fútbol que en él se puede respirar continúa intacto.
Cuántas alegrías, cuántas tardes de tristeza y cuántas noches de gloria ha vivido el viejo Rodríguez López en sus entrañas desde tiempos añejos. Esta nueva temporada no será una excepción: será una oportunidad para volver a mostrar al fútbol español que el campo donde el Tenerife ejerce como anfitrión es histórico y nada tiene que envidiar a otros estadios de categorías superiores.
Furor por la nueva piel blanquiazul
Como es habitual cada verano, durante el mes de agosto se presentaron las equipaciones del CD Tenerife para la temporada naciente. La firma de ropa deportiva Hummel, que continuará ligada al club insular durante unas temporadas más, hizo públicos los nuevos equipajes en el Parque García Sanabria para que todo aquel aficionado que lo desease pudiera acercarse a observarlas.
La primera camiseta, como es habitual, blanca con detalles azules: pulcra, limpia, sencilla y elegante. El segundo uniforme sorprendió por la recuperación del aspa que representa la bandera de Tenerife. La tercera, una temporada más apoyando la lucha contra el cáncer, dejó atónitos a veteranos y novatos: color rosa intenso acompañado de líneas negras verticales.
Tal fue la aceptación por la hinchada local que, una vez se hallaron a la venta las nuevas prendas, se agotaron las existencias durante el primer día de ventas. Ello, eso sí, ayudado por una atractiva promoción desarrollada con motivo del 95 aniversario del Tenerife. Este gran reclamo sólo puede significar algo: el tinerfeñismo está vivo y con ganas de mostrar al resto del mundo que van a por todas y que en esta nueva temporada 2017/2018 permanecerán, con su equipo, hasta el final.
