La resistencia como bandera, la solidaridad como medio y la victoria como fin. El filial se negó a conceder dos puntos en su estreno en la Liga 1|2|3 ante un Valladolid apático en el primer tiempo, pero inspirado en el segundo. El tanto de Iban Salvador fue insuficiente para compensar el buen hacer de los de Gerard López, que hicieron valer su experiencia de la categoría de bronce.

Una sufrida victoria en el José Zorrilla

El técnico de Granollers agitó la pizarra para suplir las ausencias de hombres importantes como Cucu, Palencia u Ortolá y planteó un partido en el que quiso ser protagonista. Muy similar al del rival local, con aspiraciones de ascenso tras quedarse a las puertas de la zona de promoción la temporada pasada.

El centro del campo culé se impone

Los primeros minutos fueron muy parejos, también intensos. Nadie quería ceder un centímetro y el balón se convertía en la joya más preciada. Ambos querían tenerla en su poder. Pero también estamos hablando de la primera fecha, sinónimo de imprecisiones colectivas y errores individuales. Masip, con pasado reciente azulgrana, se durmió y Lozano le robó la cartera: el balón cayó en las botas de Vitinho muy cerca del vértice del área, pero su disparo se marchó por encima del travesaño. Todavía no se habían cumplido los primeros 20 minutos cuando un mal despeje de José Antonio Martínez fue culminado por Iban Salvador, que no encontró portería. Poco a poco el centro del campo azulgrana, con Ruiz de Galarreta, Vitinho y Aleñá, que abandonó la banda para generar superioridad entre líneas, se iba imponiendo sobre el blanquivioleta. Sostenidos por un Oriol Busquets más centrado en corregir los desajustes de sus compañeros que de crear, el filial empezó a merodear la portería de Jordi Masip.

Oriol Busuquets, como pivote en el estreno liguero | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Oriol Busuquets, como pivote en el estreno liguero | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

Fue entonces cuando apareció un actor inesperado como Tarín, que le ganó la partida a Dani Morer en el lateral diestro. Ruiz de Galarreta profundizó cuando este se incorporó al ataque y, tras llegar a línea de fondo, cedió el balón a un Lozano que estrenaba su cuenta goleadora antes de alcanzar la media hora de juego. El hondureño volvía a convertirse en protagonista, pero esta vez con un papel de asistente. Orientado de espaldas a portería, se deshacía de su marca con un toque de gran calidad técnica y al encarar al meta rival, conectó con Marc Cardona, máximo artillero de la pretemporada, y este no marró a puerta vacía. Cuando el primer tiempo agonizaba, Miranda, otra de las sorpresas de la alineación, intervino a un disparo a bocajarro de Antoñito con Alberto Varo prácticamente vencido. Evitaba así que el Valladolid recortara distancias antes del descanso.

Reanudación local frenética

Con una valiosa ventaja en el marcador, el filial especuló en la reanudación. Y los locales no dudaron. Saltaron con una marcha más y pusieron contra las cuerdas a los de Gerard López. Potenciaron su ataque por el sector zurdo, aprovechando las carencia de un Tarín desubicado y penetraron una vez tras otra. Nacho convirtió entonces su banda en una autopista y todo el peligro nació de sus botas. Apenas se habían cumplido los primeros cinco minutos cuando Iban Salvador aprovechó la asistencia de Nacho tras un centro pasado al segundo palo para devolver a su equipo al partido. Posteriormente llegaría una de las acciones más controvertidas del partido: una caída de Iban Salvador tras un empujón de Fali que el árbitro interpretó como una caída. Nacho y el delantero de Guinea Ecuatorial volvían a ser protagonistas con una doble ocasión en la que Varo resultó ser decisivo bajo los palos. El filial consiguió taponar la hemorragia cumplida la hora de juego, imponiendo un ritmo más pausado, moviendo el balón criterio en el centro del campo y haciendo correr al combinado local. Con el único cambio de Carles Pérez, Gerard López propuso un plan más conservador, cediendo la iniciativa al equipo de César Sampedro. La capacidad para salir rápidamente del filial obligó al Valladolid a reiterarse en las interrupciones, algo que provocó que el colegiado activara el muelle bajo su brazo y mostrara cuatro cartulinas amarillas en apenas un cuarto de hora.

El filial aguantó el tipo y se llevó los primeros tres puntos del curso

La entrada de Dani Morer a falta de diez minutos para el desenlace del encuentro provocó que el filial se organizara en torno al 5-3-1-1, buscando más solidez defensiva y mantener el resultado. Entonces empezó el acoso y derribo sobre la portería de Varo. Con la entrada de Jaime Mata, los locales encontraron un punto más de presencia ofensiva y el balón estuvo constantemente en el campo barcelonista. No sin sufrimiento, pues una jugada embarullada dentro del área pudo suponer el empate in extremis, echaron el candado a la meta. Los pupilos de Gerard López resistieron, fueron solidarios en el aspecto defensivo y consiguieron los tres puntos. Dicen que lo que bien empieza, bien acaba. Por lo menos han cumplido la primera parte del refrán.

Lozano, autor del primer tanto del partido | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Lozano, autor del primer tanto del partido | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

David Concha, debutante inesperado

Ya en los compases finales del choque, el ex de la Real Sociedad, que llega en calidad de cedido, pudo estrenarse como azulgrana. Tras ser el último en llegar a la disciplina culé, el cántabro entró por el combativo Lozano y tuvo un papel meramente testimonial