Revés del Oviedo para empezar. No pudo el conjunto azul brindarle un triunfo a su afición en el comienzo, en gran medida, junto a sus errores defensivos, a la tremenda pegada vallecana. Sorprendió la alineación de Anquela, con la suplencia de Carlos Hernández y la presencia en el centro de la zaga de un Verdés con el que pocos contaban. También decidió el técnico darle la titularidad en el centro a Rocha, en detrimento de un Patrick Hidi que apuntaba maneras en pretemporada. Por su parte, Míchel salió con un once ofensivo, un once de garantías con dos balas en las bandas, Embarba y Aguirre, Trejo en punta y un Roberto Trashorras en la zona de máquinas al que no se le acaba la cuerda.

Llegaba el Rayo, con muy buena pinta, con ganas de arrancar bien esta temporada, tras el estrepitoso inicio del pasado curso. El comienzo fue de poder a poder, sin un dominador claro y sin ocasiones. De hecho, la primera fue para dentro, y fue para el Oviedo. Sacó de banda el Rayo, Galán peinó para ceder al guardameta, pero lo hizo de forma desastrosa, lo que aprovechó Saúl para cruzar de zura a la red. Gol. Era el primero para un Saúl que fue de lo poco salvable del Real Oviedo hoy. 

Tras el tanto azul, dos errores atrás y el Rayo por delante a la caseta

Pareció adormitar el gol al Oviedo, que tuvo un momento de bajón que aprovecharon los vallecanos. Verdés hizo falta en el lateral del área, Embarba la puso, y Amaya absolutamente solo libre de marca dentro del área cabeceó el empate. Se creció el Rayo, que antes del descanso se adelantaría en el marcador, tras un centro del canterano Santi, y un remate de Embarba, de nuevo completamente solo en área pequeña. Dos errores, y dos goles. El Real Oviedo se estaba pegando un tiro en el pie. Descanso. 

Con 2-3, el árbitro señaló penalti a favor del Oviedo que después invalido, señalando fuera de juego.

En la segunda, el Rayo golpeó, y el Oviedo se quedó a medias.

Dio Anquela en el segundo acto mayor libertad a Aarón Ñíguez, que se movió por todo el frente del ataque y fue el mejor, pero el Rayo pegó a la contra. Contragolpe de manual, centro al área, Trejo que cede de cabeza y un ex oviedista, Diego Aguirre, mata. Golpe que parecía definitivo para los de Anquela, que no bajó los brazos y metió al húngaro Hidi al verde. El propio Hidi puso un balón para dejar solo a Saúl Berjón, que regateó a Alberto y puso el segundo. Acto seguido, y con el Tartiere volcado, llegaría la acción para la polémica. Linares es derribado de forma clara dentro del área, el colegiado señala penalti. Hasta ahí todo normal, pero un mundo más tarde, el propio trencilla da marcha atrás y señala fuera de juego. El estadio era un clamor, y el Oviedo, en la siguiente, pudo empatar, pero Linares envió al larguero el 3-3.

Al final, victoria de la franja, y derrota del Oviedo en casa en la primera jornada, por lo que visitará Almería el próximo fin de semana, ya con una necesidad de, al menos, dar buena imagen.