Un acalorado Sporting consigue cosechar el primer punto de la temporada ante un duro Alcorcón, que supo anular el juego del Sporting, aunque los rojiblancos supieron mantener la compostura y no dieron su brazo a torcer, mostrándose seguros y bien posicionados en el campo.

El equipo de Paco Herrera por fin mostró sus nuevas habilidades y mejorías a los rivales en comparación a otras temporadas recientes, pues se vio a un conjunto seguro, completo y bien posicionado, unos jugadores que sabían lo que hacían en todo momento, aunque el Alcorcón llevara la iniciativa en un partido con pocas ocasiones para ambos equipo.

Para el Sporting, el partido fue duro, les costaba mucho superar las líneas de presión de los alfareros, no conseguían acabar las jugadas ni rondar las redes amarillas, y el desborde y la magia del partido estuvo en la gran mayoría de las ocasiones en las botas de Rubén García, una de las nuevas incorporaciones del equipo asturiano.

Al comienzo del partido, los dos equipos salieron ‘a morder’, y tras un aviso de Nono, el Sporting se plantó en el área con tres toques, para demostrar que, este nuevo Sporting de Paco Herrera, también tiene poderío al contragolpe. Pero este ritmo de partido se desvaneció a los pocos minutos, cuando el abrasante calor que reinaba en Madrid empezó a hacer mella en las piernas de los jugadores, y eso, junto al juego agobiante con el que el Alcorcón frenó al Sporting, hizo que el partido se volviera tosco y sin ritmo, con muy poca circulación del balón, que cuando se movía con más alegría era cuando Carmona, Rubén, o Stefan lograban hacerse con el.

A pesar del poco ritmo de partido, los locales conseguían hacerse con el control del encuentro poco a poco, acercándose cada vez más a los dominios de Diego Mariño, quién tendría dos paradas cruciales en la segunda parte para evitar que su equipo se fuera a casa de vacío en la primera jornada. Pero este dominio frenó en seco cuando el árbitro decidió parar el juego para que los jugadores se refrescaran ante el calor reinante en la capital, que sin duda pasó factura al juego.

Ya en la segunda parte, el Sporting, quizá por el descanso, o por las indicaciones del míster, salió y enseñó los dientes a los aficionados que acudieron a Santo Domingo, que nos les había dado tiempo a volver a sentarse en sus butacas cuando los rojiblancos ya habían llegado a la portería alfarera, haciendo a Dani Jiménez emplearse al máximo para evitar recibir ese gol que había intentado Canella con un buen zurdazo.

El Sporting jugó sus mejores momentos en el Estadio Santo Domingo. Logró resarcirse de esa primera parte agobiante, y empezó a superar líneas y llegar más seguido a los dominios de Dani Jiménez, que, como Mariño, tendría un par de paradas cruciales para su equipo. Aunque los alfareros recuperaron pronto ese ritmo que habían perdido en la primera parte, volviendo a acercarse más y más a terreno rojiblanco, que no culminaron, gracias a una brillante actuación del italiano, Federico Barba, que es uno de los fichajes que más está demostrando hasta ahora, con una contundencia, seguridad, y movimientos sin balón, que serán recompensados con aplausos por parte de la afición rojiblanca.

El colegiado pitaba el final de un encuentro, en algunos momentos trabado, por la presión agobiante de los alfareros, que en casa son un hueso duro de roer, pero el cuál supieron manejar bien, y de dónde lograban salir con un punto, el primero de una temporada de la que todos esperan buenas sensaciones, y buenos resultados, para lograr el objetivo primordial.