Un debut siempre es complicado, y sobre todo, ante tu afición. El Lugo llegaba a la primera jornada de liga enfrentándose a un Reus que llegaba tras una gran remodelación de la plantilla, y sobre todo, un cambio de entrenador. 

La incertidumbre previa al debut siempre es palpable, y a orillas del Miño, cada año es más notable. Tras una temporada pasada en la que se superaron, y con creces, los objetivos, la afición lucense no espera menos de este año, por lo que será, se supone, más exigente aún con el equipo. La llegada de Francisco al banquillo lucense tras la marcha de Sampedro al Real Valladolid puso en duda a una buena parte de los aficionados rojiblancos, pero el entrenador está dispuesto a cambiar esa idea. 

El Reus, equipo que realizó una excelente temporada anterior, era la primera prueba de toque para los de Francisco. Antes del partido, el equipo tenía confianza en poder sacar el partido adelante, en casa, y ante un rival correoso defensivamente pero con bastantes carencias ofensivas. 

Un partido muy pobre

El Lugo arrancó bien el partido. Una muy buena movilidad de balón, ante un Reus que miraba, impasivo, como su rival tocaba la pelota. Algo a mejorar durante estas semanas es la claridad de cara al gol, tan necesaria en esta Liga123. El Lugo seguía tocando y tocando, y salvo jugadas aisladas, el Reus no conseguía inquietar la portería del meta lucense Juan Carlos. Durante la primera mitad todas las ocasiones fueron a parar a manos del Lugo. Un remate de Iriome a manos de Badia, dos jugadas de Cristian Herrera, que mostraba su movilidad y sus ganas y una falta de Campillo fueron las ocasiones más claras de la primera mitad, con las que se llegó al descanso. 

Una segunda mitad mas atractiva

Un gran pase de Campins, aprovechando la gran velocidad de Edgar Hernández, que se quedo solo ante Juan Carlos fue la primera ocasión de la segunda mitad. Esta vez el guardameta alcarreño se hizo con la suya, y despejó a córner. 

El Lugo respondió, y Campillo, a pase de Fede Vico, hizo esforzarse de lo lindo a Edgar Badia. A partir de esta ocasión, poco más hasta el minuto 80.

Con la entrada de Sergio Díaz, delantero cedido por el Real Madrid a las filas del Lugo, el equipo local se vino arriba y Escriche, tras un gran pase de Kravets, rozó el gol. Segundos después de esta ocasión, Mayor le birló el balón a Juan Carlos, pero se escoró demasiado y su disparo salió fuera.