La lesión de Martín Montoya dejaba un hueco vacante en el once de Marcelino, que debía recomponer su esquema con dos días de antelación al debut liguero. Había dos opciones: colocar a Cancelo en su antigua posición o dejar hueco al debut de Nacho Vidal. El técnico asturiano se decantó por la segunda, dejando a Cancelo en su nuevo rol y dando paso a un Nacho Vidal preparado, a pesar de la fractura en la nariz tras el golpe recibido en el partido de presentación del equipo che frente al Atalanta.

A lo largo de la semana el lateral entrenó con una máscara de protección, algo que no le impediría cumplir su sueño de debutar en Mestalla. No cabía duda de que iba a ir a por todas, y más después de su entrevista para la televisión del club donde aseguraba que “para jugar en el Valencia, lo que haga falta”. Y así fue, debutó en el feudo valencianista, con una máscara en el rostro como emblema de las ganas y la ilusión por tener un hueco en este equipo.

Salió de titular y completó un partido perfecto, no cometió errores graves de “novato”, y desde el primer minuto se le vio muy activo y seguro, algo vital en su posición. Estuvo muy atento a cada balón y supo cerrar los espacios en la zaga a la perfección, venciendo en cada disputa ante los rivales con los que se midió. Además, supo ser cauto y preciso cuando el balón estaba en sus pies, no regalaba posesiones ni cedía segundas opciones. Un cúmulo de cosas que gustaba a Marcelino y a la afición.

Si bien gustaba en defensa, también lo haría en ataque. Jugó muy bien arriba, con una gran combinación de pases y haciendo de apoyo en la medular. Incluso en el 19 de juego sorprendió a todos con una picardía inusual en un debutante, creando una jugada magnífica que pudo terminar en gol. Se internó por la banda derecha y se hizo un autopase aéreo para dejar atrás a Dani Castellano y lanzar. Una acción muy difícil que ejecutó a la perfección a pesar del poco espacio para actuar y chutar. Logró el chut, pero fue recto y Chichizola, el zaguero canario, estuvo atento y atajo el balón.

El lateral de Campello no apunta a la titularidad, sin embargo, ha demostrado a lo largo de la pretemporada y en este primer partido que está más que capacitado para suplir a Montoya. Con la salida de Cancelo, que se despidió de Mestalla al finalizar el encuentro, y Montoya tocado, puede disponer de minutos en esa posición, y quién sabe si hacerse con ella. Lo que está claro es que va a luchar por hacerse hueco dentro de esta plantilla que promete.