Tuvo lugar un interesante episodio en el encuentro de estreno del Levante frente al Villareal. Y es que Iván López, en detrimento de un Pedro López que salía de una lesión, fue titular. Y ante la expectación de su afición, por ver si era capaz de realizar un partido serio tras unos años de calvario, desplegó probablemente el que fue el mejor partido de su carrera. Un auténtico recital de fútbol ofensivo y defensivo, que ayudó enormemente al Levante en busca del triunfo.

Debutó con el primer equipo en 2012 frente al Real Zaragoza en la Copa del Rey de la mano de Juan Ignacio Martínez. El jugador que ya destacaba en Buñol, mostró un papel más que aceptable para un chico con la mayoría de edad recíen cumplida. Fue quemando etapas e intercalando convocatorias con el filial y el primer equipo. Pero la temporada siguiente, Caparrós no confiaría en el valenciano y este se quedó en el filial. En el segundo equipo granota, Iván disputó una promoción de ascenso a la categoría de plata.

De nuevo ante una falta de minutos en el primer equipo Iván pondría rumbo a Girona en forma de préstamo. Jugadores como Juncá o Ramalho se vieron superados por el valenciano que contaría con la total confianza de Pablo Machín. Un año bastaría para que Iván volviera a Orriols y lograse un puesto en el once inicial. Con Alcaraz debutó en la primera división y con él formaría parte de los titulares. Consagrándose cómo una de las promesas de la plantilla del club de Orriols, a Iván solo lo pudo mover del once inicial las lesiones.

Tras ganarse a Lucas Alcaraz y ser uno de los indiscutibles del once, Iván vio como esa oportunidad que tan bien había aprovechado el año anterior se iba al traste por una lesion en la rodilla derecha. Viendo como su participación en el equipo se difuminaba con el paso de las jornadas, esa maltrecha rodilla le apartaría de los terrenos de juegos más de un año. Impidiéndole aportar esa velocidad y esa buena labor defensiva que tanto le caracterizan, el Levante en una campaña para olvidar, acabó consumando su descenso en Málaga.

Iván en un encuentro liguero ante el Villarreal, en la temporada 2015-16 | Fuente: Levante UD
Iván en un encuentro liguero ante el Villarreal, en la temporada 2015-16 | Fuente: Levante UD

Con el descenso a segunda parecía que el valenciano recuperaría las sensaciones perdidas, pero pronto las lesiones se cebarían con él. En una temporada en la que Iván tenía todas las de ganar para abrirse un hueco en el once inicial, Pedro López que años atrás se vio superado por el canterano, se convirtiría en imprescindible.

Casualidades o no, ante la lesión de Pedro que le apartó unas semanas del terreno de juego, a Iván se le abrió la puerta de la titularidad de par en par. Una oportunidad que esa maltrecha rodilla le privó años atrás. De momento, ha puesto el pie en la puerta y ha evitado que se cierre. Ahora, falta atravesarla, pero parece que Iván López ha vuelto a su mejor nivel y con confianza. Ahora, solo necesita continuidad y esa suerte que no ha tenido con las lesiones.