Casemiro hasta el momento ha sido el futbolista que ha nivelado el equipo. En su posición de "5", por detrás de Toni Kroos y de Luka Modric ,ha conseguido que el equipo no se partiera como si sucedía en muchos encuentros antes de su llegada. Y es que el brasileño ha conseguido ser el futbolista que tanto se pedía en el estadio Santiago Bernabéu. Un jugador que rompiera el juego rival. Un stopper que ayudara a que el croata y el alemán consiguieran estar algo más pendientes en la creación del juego que en el hecho de destruir el del contrario. Y eso es lo que e ha conseguido con el brasileño. 

Su temporada de cesión en el fútbol portugués le hicieron obtener las tablas necesarias para la empresa que le iba a ser exigida. Esto, unido a su trabajo diario y una potencia física encomiable, ha conseguido hacerse con un puesto titular en la mayoría de los partidos jugados por el conjunto blanco, hoy entrenado por el francés Zinedine Zidane.

Dos Copas de Europa consecutivas (consiguió antes de su cesión otra con Ancelotti), junto con una Liga, son algunos de los trofeos más reseñables con él como titular indiscutible. Y es que el 2.017 ha sido para añadirle otra característica más. Y es la de goleador. Anterior a ese año, solo había conseguido un gol ante las Palmas. Y desde entonces sus víctimas han sido Granada, Napoles, Athletic, Barcelona, Deportivo de la Coruña, Juventus, Manchester United y de nuevo el equipo coruñés. 

Y es que sus goles han sido, en muchas ocasiones, el que hacía abrir el marcador a favor del conjunto blanco. Especial fue el conseguido en la Final de la Copa de Europa ante el equipo turinés que acabó siendo derrotado y por ende consiguiendo la duodécima de las vitrinas de Chamartín.