Para cualquier jugador, juegue en el equipo que juegue, cumplir la cifra de medio millar de partidos oficiales es todo un logro. Todas aquellas horas de trabajo desde las categorías inferiores, las noches sin dormir por una derrota -o por una victoria- se ven reconfortadas cuando el estadio se pone a tus pies al mismo tiempo que muestras una camiseta en la que pone tu nombre y apellido, con el número "500" anunciando la consecución de esa cifra mágica, por la que tantos y tantos jóvenes hubiesen dado su vida entera. 

Hablamos, como no podía ser menos, de Xabi Prieto. El "10" de la Real Sociedad fue el absoluto protagonista en los prolegómenos del encuentro, en uno de los días más esperados tanto para futbolista como aficionados. El minuto 10 de partido se convirtió en un auténtico vendaval de aplausos dirigidos al eterno capitán de la Real Sociedad. 

Escribá, a la conclusión del partido, dio la clave del partido. La Real ganó con tres jugadas a balón parado en un partido en el que hasta la llegada del primer gol, no sucedió absolutamente nada. El técnico valenciano no se olvidó de las ocasiones creadas por su rival en la segunda mitad, al que no restó ni un ápice de mérito. Lo cierto es que a la Real no le hizo falta mucho más que los destellos de sus principales goleadores para llevar el encuentro a su terreno, pero sobre el césped, el equipo de Escribá se vio superado en todo momento por su rival. 

El Villarreal se marcha de Anoeta con cero puntos sobre seis y se aleja en esa misma distancia sobre el rival de hoy. Para colmo del conjunto de Escribá, los cuatro goles que ha recibido en lo que va de campeonato han llegado a balón parado, tal y como destacó él mismo en la conferencia de prensa.   

Predominio de la igualdad en los primeros compases

El encuentro no varió en exceso a lo vivido la pasada temporada ante el mismo adversario. El Villarreal supo colocar de forma ordenada sus dos líneas de cuatro, siempre acompañadas en la basculación por los delanteros Bacca y Bakambu, pero cuando tuvo que medirse en el uno contra uno ante la tropa ofensiva de la Real tuvo que sudar en exceso para evitar males mayores.

Eusebio apostó por un once similar al elegido seis días antes en Balaídos, con la única novedad del goleador Juanmi en lugar de Canales. Como suele decirse en el mundo del fútbol, aquello que funciona no debe ser cambiado. Y lo cierto es que razón no le faltó a Eusebio si pensó de la misma forma, puesto que su equipo pasó por encima del Villarreal durante los 45 minutos, no tanto en cuanto a ocasiones de gol, pero sí en cuanto a intensidad, velocidad y ambición. 

El encuentro comenzó con ambos conjuntos tratando de asentarse sobre el césped, con la intención de ir asentando sus bazas sobre el tapete verde. El Villarreal, con Castillejo y Fornals a pie cambiado, trataba de acumular mucha gente en la medular para posteriormente volcar el juego hacia las bandas. La Real presionaba en campo rival, como suele ser habitual, y evitaba cualquier acercamiento con peligro gracias en parte, a la sólida actuación de sus dos centrales: Navas y Elustondo

Tras el ecuador, comenzó el vendaval blanquiazul 

Los primeros compases del encuentro navegaron por ese rumbo. Hasta ese momento, la Real se acercó con sendos disparos desde lejos de Juanmi Illarramendi mientras que el Villarreal lo hizo con un envío lateral peligroso de Castillejo y un disparo lejano de Trigueros.  

En ese momento, apareció la figura de Juanmi Jiménez, determinante en la resolución del encuentro. En una internada en el área, provocó un córner que terminaría siendo trascendental: el centro de Oyarzabal prolongado por Prieto en el primer palo llegó a los pies de Willian José que a la primera remató sobre el cuerpo de Andrés, antes de anotar con un toque poco esporádico que hizo que el balón terminase entrando llorando sobre la portería del Villarreal.

El de Coín no lo sabía pero terminaría siendo partícipe de los tres goles. Primero recogió un rechazo defectuoso en la frontal del área y tas zafarse con maestría de Álvaro y Semedo, sacó un remate forzado que Andrés despejó con apuros, al igual que el posterior remate de Xabi Prieto que salió a córner. En el saque de esquina posterior, tras una serie de centros laterales, Raúl Navas dejó el balón muerto al capitán de la Real, que definió con un perfecto toque con el interior. Gol para el capitán en el que probablemente sea su día más feliz desde que viste la camiseta blanquiazul. 

Y finalmente, tras intentarlo con insistencia, terminó marcando su gol en la última jugada de la primera mitad. Elustondo sacó una falta desde su propio campo y conectó con Juanmi, que dejó atrás a Semedo y con una sutilez de la que hacen gala pocos jugadores, batió a Andrés Fernández con un preciso toque que superó al guardameta murciano por alto.

Precisamente en esa jugada, Andrés tuvo que abandonar el terreno de juego al sufrir una lesión en su rodilla derecha, al parecer en el salto que efectuó para evitar el tanto de Juanmi. Una desgracia para el que fuera guardameta de Osasuna y Oporto. Barbosa fue el encargado de suplirle en la segunda mitad, con varias intervenciones muy meritorias, que evitaron una derrota más abultada de su equipo.  

El Villarreal tiró de orgullo tras la reanudación 

Tras la reanudación, el Villarreal trató de lavar su imagen tras una primera parte muy pobre, y dominó el juego en campo rival. Lo cierto es que Gerónimo Rulli apenas tuvo que intervenir en el global del encuentro, pero queda un ápice de consuelo para el conjunto de Escribá: los primeros 25 minutos de la segunda mitad en los que su equipo dominó. 

El único acercamiento con peligro llegó por medio de Bakambu, que recogió un balón suelto en el pico del área pequeña para disparar de forma poco efectiva por encima de la portería del guardameta marplatense.  

Los cambios mejoraron a la Real a partir de la hora de juego, eso y que el Villarreal bajó la guardia en ataque cuando se vio incapaz de generar ocasiones de gol en la meta rival. Juanmi y Willian José, los principales artífices de la victoria de su equipo, dejaron su lugar a Carlos Vela y Canales cuando el encuentro transcurría la hora de juego. el azteca se mostró muy activo y pudo irse a casa con un tanto pero entre Álvaro primero, con un remate de cabeza prácticamente sobre la línea de gol y Barbosa después, también a un cabezazo en el segundo palo, evitaron el tanto del "11" donostiarra. 

Oyarzabal y Vela rozaron el gol 

Quien tampoco marcó, no sin intentarlo, fue Oyarzabal. El eibarrés tuvo la última ocasión de su equipo con un remate a bocajarro con la pierna izquierda que salió repelido por Barbosa

La nota negativa la dio Raúl Navas, que tuvo que retirarse tras sufrir un fuerte golpe en la espalda en un salto con Bakambu. El central sevillano cuajó un magnífico encuentro junto con un Elustondo que también estuvo muy solvente. 

En su lugar entró Imanol Agirretxe, el "9" realista volvió a Anoeta tras jugar en Vigo el pasado sábado, en el que fue su regreso a los terrenos de juego. Fue la despedida perfecta a una noche gloriosa de una Real Sociedad apabullante, que domina la clasificación tras la jornada futbolera del viernes, algo que si bien no deja de ser anecdótico, resulta del agrado de aficionados y miembros del club.