La Sociedad Deportiva Eibar sumó su primera derrota de La Liga 2017-2018. Fue por la jornada número dos, en el Estadio municipal de Ipurúa, ante el Athletic Club (0-1). Un gol de Aritz Aduriz (38') resolvió el pleito a merced de los de Bilbao que se cargaron del oficio para hacerse con el primer triunfo del certamen. Pese a la derrota los azulgranas terminaron cerrando una imagen positiva, con un fútbol ofensivo y sin bajar los brazos hasta el último instante. 

A modo de continuidad del último equipo titular, José Luis Mendilibar repitió el mismo once que ganó en La Rosaleda bajo el 4-4-2. Marko Dmitrovic se ubicó en portería, teniendo por delante en la zaga a Paulo Oliveira (centro-derecha) e Iván Ramis (centro-izquierda). Mientras tanto Ander Capa (derecha) y José Ángel (izquierda) completaron la retaguardia. Desde la zona de operaciones estuvieron Joan Jordán (centro-derecha) y Dani García (centro izquierdo), reforzándose en los costados con Rubén Peña (derecha) y Takashi Inui (izquierda). Finalmente el doble ariete lo compusieron Charles Dias y Kike García.

En tanto el Athletic Club de José Ángel Ciganda se estructuró en un 4-2-3-1. En él incluyó las rotaciones, teniendo en cuenta el desgaste de las últimas semanas (Europa League y Liga). Bajo la madera se colocó Kepa Arrizabalaga, resguardado por los defensas centrales Unai Núñez (centro-derecha) y Aymeric Laporte (centro-izquierda). Desde los laterales estuvieron Eneko Bóveda (derecha) y Enric Saborit (izquierda). El doble pivote fue ocupado por Mikel San José (centro-derecha) y Mikel Vesga (centro izquierda), antecediendo a la línea de las mediapuntas: Iñaki Williams (derecha), Raúl García (centro) e Iñigo Córdoba (izquierda) como nexos de Aritz Aduriz que actuó en punta.

20 minutos de dominio 

En los compases iniciales el conjunto armero salió decidido a detener el circuito de juego bilbaíno. En base a una presión similar a la practicada en Andalucía, los locales se hicieron del cuero ante el sometimiento rival con el objetivo de recuperar lo más alto posible atacando los espacios. Por su parte a los rojiblancos les costaba saltarse de esa intensidad para construir fútbol y peligro en el arco defendido por Dmitrovic. Estos primeros 20 minutos fueron de dominio armero con la defensa adelantada prácticamente en la zona medular, los laterales incorporados por delante, el eje del medio como perros de presa, los mediapuntas y delanteros centro formando dúos con los centrales/laterales rivales para obligar el juego largo.

Siete futbolistas en posición activa para presionar. Fuente:europeanfootypreviewreviews (Youtube).
Siete futbolistas en posición activa para presionar. Fuente:europeanfootypreviewreviews (Youtube).

En efecto la presión provocaba una recuperación inmediata del balón, ejercicio de la posesión y por ende una tenencia más prolongada para los eibarreses. Allí el combinado azulgrana se sintió cómodo manejando el trámite del partido, circulando con fluidez, proyectando a sus laterales, conectando entre sí pero careciendo de frescura en el tramo final de la cancha. Le faltaba ese pase final hacia la finalización, una pausa para filtrar entre líneas o dejar mejor colocados al doble '9': Kike-Charles. En este segmento de 20 minutos, los guipuzcoanos utilizaron varios sistemas ultraofensivos: 3-2-5, 3-3-2-2. En ellos, uno de los pivotes actuaba de líbero, los laterales se conjugaban con los extremos y a excepción de los centrales, todo el equipo se sumaba a la vocación ofensiva.

La meseta llega al partido

Luego de la iniciativa armera, los de Ciganda se fueron acomodando en el partido y superaron esa línea de presión que les proponía Eibar. En los últimos 25 de la primera parte, se vio un Athletic Club más suelto a la hora de pasar el balón que empezaba a frecuentar en las bandas y recurrió en un comportamiento para salirse de la intensidad rival: cruzando balones hacia los costados del lado contrario de donde venía el esférico. Allí irrumpía la figura de un hombre libre con posibilidad de centrar o aguardar la llegada del lateral por la misma banda. Al igual que al Eibar le faltaba ese pase final que pudo capitalizar en la apertura del marcador, aunque fue una jugada aislada: anticipo del central (Núñez) que llegó a los confines del ala derecha, Williams centrando y la definición de Aduriz

Inferioridad del Athletic y marca pasiva del Eibar. Fuente:europeanfootypreviewreviews (Youtube).
Inferioridad del Athletic y marca pasiva del Eibar. Fuente:europeanfootypreviewreviews (Youtube).

Al segundo tiempo, los ataques del representativo local tuvieron otra impronta con la introducción de Bebé en lugar de Rubén Peña. El ex del Rayo Vallecano con su golpeo de balón y velocidad por banda izquierda actuaba de revulsivo, desplazando a Inui hacia el otro costado. Además de desempeñarse como mediapunta también lo hizo en la función de delantero centro de carácter ocasional. 

Más juego en bandas  

A modo de continuidad y con el marcador desfavorable, el Eibar pudo extenderse en el ejercicio de la posesión con más claridad en el desborde y las llegadas a la portería de Kepa. Tanto en la derecha como en la izquierda conformó sociedades entre el lateral-extremo y a ellas les añadió el acompañamiento desde el apoyo por parte del punta o pivote. Por ejemplo: en la izquierda Bebé, Corté y Jordán/Kike estructuraron uno de los tándems, mientras que en la derecha estuvieron Inui y Capa. Entonces hubo más amplitud sin una presión asfixiante y mediante un trato de balón satisfactorio. 

Enrich ocupó el ariete con Charles. Fuente:europeanfootypreviewreviews (Youtube).
Enrich ocupó el ariete con Charles. Fuente:europeanfootypreviewreviews (Youtube).

En la segunda de las variantes, Mendilibar mantuvo la forma de juego pero con un futbolista de características distintas en la mediapunta derecha. Al ingresar Sergi Enrich, fue Kike García el que se desplazó a la derecha para que tanto el balear como Charles lo hicieran en un doble '9', permaneciendo Bebé en el otro costado. Asimismo, los leones más allá de algún cambio posicional no variaron a grandes rasgos. Se mantuvieron oscilando entre el 4-2-3-1 y 4-4-2 a la hora del repligue. Se observaba un Athletic Club agazapado a la contra que apostó por hombres de refresco tales como Iñigo Lekue y Iker Muniain. El primero llegó para desempeñarse en banda derecha como alternativa de Williams, mientras que el navarro ocupó la posición de segundo delantero detrás de Aduriz o también de delantero. Estos movimientos llevaron a Raúl García a la izquierda del mediocampo.