Empate entre Almería y Oviedo en el encuentro que ambos disputaron en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, encuadrado en la segunda jornada del campeonato de Liga de Segunda División. Un encuentro en el que tanto un técnico como otro mostró sus bazas desde un principio, repitiendo once con respecto a la anterior fecha en el caso de Luis Miguel Ramis e introduciendo modificaciones en el de su homólogo en el banquillo carbayón, personadas en las figuras de Cotugno, Hidi y Johannesson, que ocuparon el lugar de Valentini, Linares y Aarón, cayendo este último lesionado durante el calentamiento del choque en tierras andaluzas.
Con todo ello, la confrontación se presuponía de poder a poder, como así terminó de ser. Sin un dominador claro del juego, las llegadas, no con demasiada clarividencia, se sucedieron durante el primer acto, opciones que, sin embargo, no pudieron ser culminadas con gol, aunque Nano González y Alcaraz, por un bando, y Saúl Berjón, por el otro, gozaron de las más importantes.
Poco después, el extremo asturiano refrendaría su gran actuación con el primer tanto del envite, tras cazar dentro del área un pase medido de Toché, superar la oposición de Nano y salvar la salida de René con una vaselina ante la que nada pudo hacer el arquero gaditano. No pareció dejar noqueado a su oponente el golpe del elenco azul. Nada más lejos de la realidad, cuando aún estaba saboreando las mieles del triunfo se topó de bruces con el tanto José Ángel Pozo, que con un certero disparo desde el balcón del área ponía la igualada.
Tras esto, reinó la sensación de que la balanza podría caer hacia cualquier de los dos lados. Si bien, los rojiblancos se hicieron con el poder del esférico durante los compases finales, la escuadra astur no dejaba de originar peligro al contragolpe. Finalmente, reparto de puntos que hace justicia a lo visto sobre el rectángulo de juego y que refrenda las buenas intenciones de los de Ramis y estrena el casillero de puntos del conjunto del Carlos Tartiere.
