El nuevo Sporting de Paco Herrera ha dado un giro de 180º y desde luego que no se parece en nada al Sporting débil y temeroso de la pasada temporada que tan malos recuerdos trae a las memorias rojiblancas. El nuevo Sporting ya no se muestra con miedo, y no comete esos graves errores de principiante que si cometía el año pasado.

Aunque es pronto para hablar de futuros éxitos, está claro que el Sporting de Paco Herrera, un viejo conocido del club, aspira a grandes cosas, las sensaciones que ha dejado en los dos encuentros disputados, aunque sobre todo en el último partido ante el Lugo, invitan a ser muy optimistas en cuanto a las aspiraciones deportivas del club. Un club que se muestra sólido, seguro y con ganas de volver a conseguir algo importante, ya que, de momento sus aptitudes en el campo, invitan a pensar que se pueden lograr.

Es verdad que los precedentes en los encuentros entre los catalanes y los asturianos no invitan a pensar en una posible victoria, pero bien dicen que el fútbol no tiene memoria, y que las estadísticas están para romperse. En los ocho encuentros en los que Nàstic y Sporting se han enfrentado, los rojiblancos han cosechado una sola victoria, tres empates y han visto como los granas les arrebataban los tres puntos en cuatro ocasiones. Aunque entre todas estas malas estadísticas hay una favorable, ya que la única victoria de los rojiblancos ante el Nàstic se produjo en el Nou Estadi, lugar donde se disputará el encuentro de este fin de semana.

Otro motivo que debe llamar al optimismo de los sportinguistas es que por esos tiempos en los que el Nástic era casi derrota asegurada, el club asturiano estaba sumido en una crisis deportiva que hasta la llegada de Manolo Preciado, les tuvo atados al 'infierno' de Segunda División durante 10 largos años.

Pero volviendo al presente, es lógico pensar en una posible victoria rojiblanca, ya que los catalanes solo han conseguido un punto en los dos partidos disputados hasta ahora, y el Sporting se encuentra en cabeza de clasificación a dos puntos del líder, el Tenerife.

Por lo tanto, y a pesar de los malos resultados que generalmente el equipo consigue ante los catalanes, el equipo asturiano y sus aficionados deben confiar en la victoria, porque, si hablamos del presente, analizamos bien los precedentes, las condiciones que los rodeaban y con lo visto hasta ahora, el Sporting tiene mucho más peso en la balanza del lado de la victoria que del lado de la derrota.