El jugador firmó con el Valencia CF el 31 de enero de 2014 tras su paso por el Cruzeiro, cuando Rufete estaba en la dirección deportiva del club, por una cantidad cercana a los 3,5 millones de euros y que permitía al club hacerse con el 50% de los derechos del jugador. Tras tres años vinculados y con dos años de contrato por delante, el club y el jugador han decidido poner fin a la etapa del jugador en la capital del Turia.

El jugador no logró convencer a Pizzi y tampoco a Nuno, quien en su etapa como entrenador del Valencia dio el visto bueno a que el jugador saliese cedido a la liga belga, con el Standard de Lieja. Aquí jugó 11 partidos, pero no convenció al equipo que tras la cesión no mostraría ningún interés por el brasileño.

Aquí empezó el periplo de cesiones que le llevaron a regresar a su país, otra vez al Cruzeiro, aunque esta vez no triunfaría y el club rescindiría la cesión obligando al Valencia a cederlo a otro club de la Serie A de Brasil, el Sport Club de Recife. Pese a tener mayor participación, al regresar al Valencia el pasado mes de enero, el jugador sería cedido al S.D. Huesca equipo de La Liga 1|2|3 que estaba peleando por conseguir el ascenso a primera, sin éxito.

Un fichaje negro para la historia del Valencia CF, que pese a tener grandes expectativas puestas en él, nunca a llegó a rendir y hoy se le ha dado la carta de libertad. El brasileño empezará una nueva aventura en el Real Zaragoza, como él mismo ha coonfirmado a los compañeros de Onda Deportiva: "Es lo mejor para los dos. Tengo que dar las gracias al Valencia, porque es un club que me ha formado y he aprendido mucho aquí. Ha sido una rescisión de contrato. Me voy al Real Zaragoza donde conocí al entrenador cuando estaba en Huesca y voy hacerlo lo mejor posible."