En el fútbol de alto nivel nada vale más que los resultados. Ellos son los que marcan el devenir de los acontecimientos en la vida de un equipo. Los resultados obligan a hacer fichajes, enseñan la puerta de salida a entrenadores y directivos y marcan el final de un ciclo. Esta semana el Club Deportivo Mirandés ha consolidado su buen comienzo de Liga en el Grupo II de la Segunda B con dos triunfos por la mínima en El Sardinero ante el Real Racing Club de Santander y en Anduva frente al Peña Sport de Tafalla. La racha del goleador asturiano Diego Cervero se prolonga y sus ya cuatro goles en Liga, uno por cada jornada disputada hasta la fecha, han supuesto un importante botín de diez puntos para los rojillos, que se sitúan en el coliderato de la clasificación.

Colíder en Liga, pero fuera de la Copa sin pasar por AnduvaEn la cara amarga se encuentra la prematura eliminación copera. El CD Mirandés, tras superar al Peña Sport, se enfrentaba al FC Cartagena este pasado miércoles. Dos despistes en sendos saques de esquina favorables terminaron en contragolpes letales del conjunto murciano. A pesar del gol del debutante Eloy Gila quedando aún bastantes minutos por delante, los rojillos no fueron capaces de quitarse de encima el tedioso y narcótico ritmo de juego cartagenero. El equipo se despidió de la Copa sin pasar siquiera por Anduva, una competición caprichosa que la grada mirandesa siempre ha valorado mucho. Por el momento, se trata del único fiasco en este comienzo de temporada.

En Liga los resultados están siendo muy positivos, pero no tanto el juego del equipo. Pablo Alfaro sigue apostando por un sistema 1-4-1-4-1 que sin duda le aporta consistencia defensiva pero que adolece de una notable falta de ritmo y de fluidez en ataque, sobre todo en la zona de tres cuartos de campo. El equipo llega arriba a impulsos, más por las concesiones de sus rivales que por sus propias fortalezas futbolísticas. Se trata de una plantilla diseñada en principio para tener el balón, dominar la posesión y llevar la iniciativa del juego pero salvo excepciones, como la primera parte de este domingo ante el Peña Sport, no está siendo lo habitual.

Los resultados están siendo mejores que el juegoEl triunfo en un campo complicado como El Sardinero ante un Racing que vuelve a encontrarse entre los grandes favoritos al ascenso puede dejar una sensación más cosmética que futbolística. De hecho, el propio conjunto cántabro ha caído con estrépito este mismo fin de semana ante el Sporting B (3-1). En cambio, los rojillos cedieron en el primer duelo con un rival de nivel playoff fuera de su propio grupo, como es el FC Cartagena, que controló el partido acelerando o frenando el ritmo según su conveniencia. Es el gran problema de esta ultra competitiva Segunda B, que no es suficiente con imponerse a los propios rivales del grupo. Por eso será necesaria una evolución del juego hacia una versión más dominante para hacer frente a los grandes retos que irán llegando.

En el fútbol muchas veces los resultados tapan de alguna manera carencias que, de no mejorar, pueden terminar resultando un lastre definitivo. Como muestra un botón. Sin ir más lejos, la pasada temporada el CD Mirandés se mantuvo invicto las nueve primeras jornadas de Liga. Mientras los medios hablaban de los rojillos como uno de los equipos de moda en la Segunda División, las remontadas de raza pero poco fútbol en Anduva ante Cádiz y Rayo y los empates insulsos fuera de casa solo conteniendo a los rivales iluminaban áreas de mejora que finalmente descontrolaron la situación del equipo a todos los niveles, abocando al mismo al descenso de categoría sin que ninguno de los cuatro entrenadores encontrase soluciones.

Salvando las distancias, la cuestión de fondo es ahora similar. El CD Mirandés tiene como único objetivo el ascenso, está fuera de la Copa del Rey y, aunque por fin ha encontrado un verdadero goleador, Diego Cervero ha sido el único jugador capaz de perforar la meta contraria en las cuatro jornadas de Liga disputadas. Con diez puntos, igualados en este momento con Logroñés y Burgos al frente de la tabla y metiendo ya una importante distancia al Racing de Santander, los rojillos pueden caer en el error de pensar que la situación está bajo control aduciendo motivos razonables como el acoplamiento de jugadores nuevos o lo temprano del calendario o, por el contrario, ser conscientes de que les va a hacer falta más fútbol para afrontar con garantías el desafío del ascenso.