Bien es cierto que, a pesar de la consecución de las dos Supercopas, los hombres de Zidane no atraviesan su mejor momento, tanto por los resultados en las primeras jornadas como por las lesiones que acumula la plantilla. Además, al equipo le está costando arrancar como local, y después de tres encuentros, todavía no ha logrado vencer en casa. Pero a pesar de ello, el trabajo realizado por el Betis, y sobre todo por Quique Setién, es digno de análisis, ya que tal y como se ha visto en las últimas temporadas, el técnico cántabro es todo un experto es desmontar a los grandes y millonarios equipos que dominan la zona noble de la tabla.

Infinidad de alternativas

La primera pista sobre cómo iban a plantear el encuentro los andaluces se dio a conocer más o menos una hora antes del encuentro. En el once del Betis sorprendía la suplencia de Joaquín, un hombre que venía de marcar un doblete traducido en una victoria ante el Deportivo de la Coruña. A pesar de ello, Setién decidió dejarle en el banquillo para dar entrada a Tello y Francis, dos extremos explosivos, a los que no les tiemblan las piernas para encarar a un rival, y rápidos, muy rápidos.

Con el ‘9’ y el ‘11’ verdiblancos sobre el césped, las intenciones de Setién estaban claras: profundizar en ataque para generar espacios y no quedarse nunca sin alternativas. Gracias a la mencionada velocidad de ambos jugadores, el Betis consiguió su objetivo y estuvo en todo momento metido en el partido, por lo que el Real Madrid no lo tuvo tan fácil como de costumbre para salir a la contra. 

Tello durante el partido. Fuente: Daniel Nieto (Vavel)
Tello durante el partido. Fuente: Daniel Nieto (Vavel)

Además, la polivalencia del ex de la Fiorentina y del canterano bético les permitió bajar a ayudar a Durmisi y a Barragán en la difícil tarea de frenar a Bale y a Ronaldo, otro gran acierto de Setién, ya que la constante presencia de ambos desesperó a los blancos e hizo que en los minutos finales se volcasen en ataque, lo que facilitó el gol de Sanabria.

Asimismo, los laterales del club sevillano también se sumaron a la ofensiva cuando fue necesario, apoyando de este modo a los extremos e incluso en ocasiones al tridente del mediocampo formado por Javi García, Camarassa/Guardado y Fabián. 

Tres hombres que ganaron su batallaEl centro del campo formado por estos tres jugadores fue clave en la hazaña bética, ya que durante todo el duelo el trivote estuvo presionando a los jugadores del Real Madrid. La táctica fue efectiva hasta tal punto que se vio a un irreconocible Isco perdiendo la posesión en línea de ¾ y a un Kroos sin ideas, Luka Modric fue el único que supo oponerse al planteamiento rival, pero tal y como indicó Zidane en la rueda de prensa posterior al encuentro: “el balón no quiso entrar”

Luka Modric disfrutó de una de las ocasiones más claras del partido. Fuente: Daniel Nieto (Vavel)
Luka Modric disfrutó de una de las ocasiones más claras del partido. Fuente: Daniel Nieto (Vavel)

Por tanto, las órdenes de Quique Setién fueron acatadas a la perfección, y con su personalidad habitual volvió a crear un sinfín de posibilidades en ataque que desmontaron a una de las mejores zagas del mundo, sino la mejor. En el Madrid se acusó la falta de gol, e incluso en ciertos momentos se echó en falta al cuestionado Karim Benzema y al ya olvidado Álvaro Morata, pero según el míster no hay nada por lo que preocuparse, y el equipo trabajará al máximo en los próximos días para dar la vuelta a esta difícil situación y encarar la siguiente jornada de la mejor manera posible.