Muchas coincidencias entre dos rivales que se enfrentarán este domingo en el campo de El Sadar. Osasuna y Sporting, dos clásicos del fútbol español, comparten muchos aspectos en común. Descendidos desde la élite el pasado curso, el objetivo de ambos equipos pasa por lograr el ascenso que les devuelva al lugar del que no debieron irse nunca, la Primera División. Sin embargo, para conseguir esta ilusionante meta queda mucho trabajo por delante. La división de plata cada año está más igualada, lo que complica con rotundidad la tarea de estar en los puestos de arriba. Las semanas pasan, y las oportunidades de quitarles puntos a los rivales directos no se pueden desaprovechar. El conjunto asturiano viene de una sufrida victoria frente al Lorca que le ha situado en el liderazgo, mientras que los navarros proceden de un decepcionante empate ante el Reus, a dos puntos de los sportinguistas. Partido muy vibrante, que recordará más a un encuentro de Primera que de Segunda División.
El Sadar, zona infranqueable
Malas sensaciones transmiten el recuerdo de los últimos partidos jugados por el Sporting en tierras pamplonesas. En las últimas citas, un balance de 4 derrotas, 2 empates y 1 victoria muestra la dificultad que sufre el Sporting cada vez que visita al Osasuna. Para situarse en la última victoria rojiblanca en El Sadar hay que retroceder a la temporada 2008/09, plantilla entrenada, en aquel entonces, por el difunto Manolo Preciado.
La presión ejercida por la afición del Osasuna en su estadio explica la complicada tarea que resulta obtener para los rivales cosechar un buen resultado de allí. Una grada muy inquieta, su apoyo y calor son vitales para los jugadores rojillos, que sienten la suficiente motivación para plantar cara a cualquier rival. De momento, esta temporada, ningún equipo contrario ha logrado sumar tres puntos en sus visitas a El Sadar.
La ilusión por el liderazgo
La última victoria de los pupilos de Paco Herrera, conseguida frente al Lorca en El Molinón el pasado sábado, ha servido de tranquilidad para la plantilla rojiblanca, necesitada de tres puntos que sirvieran de alivio, tras la secuencia de imprevistos sufridos desde el derbi frente al Real Oviedo. A la alegría por cortar la racha negativa de resultados, cabe sumar el liderazgo ejercido durante toda la semana.
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A pesar del entusiasmo por el buen momento del equipo, las sensaciones dejadas tras el último encuentro no acaban de ser muy favorecedoras. El juego de la plantilla sigue creando dudas, sin una idea demasiado definida que permitió la superioridad del Lorca en algunos momentos de los 90 minutos disputados en el coliseo gijonés.
Roberto Torres, el peligro rojillo
Después del descenso de un equipo, lo más normal es que muchas de las estrellas destacadas durante el fatídico año abandonen la entidad, en busca de nuevas metas para sus carreras. Sin embargo, hay veces que algunos jugadores no se bajan del barco y, por varias razones, buscan el resurgimiento de su club. Un ejemplo es el caso de Roberto Torres con su querido Osasuna.
El canterano navarro, baluarte de su equipo, tuvo ofertas para mantenerse en la élite, pero se decantó por continuar en el conjunto de Pamplona. Uno de los líderes del vestuario, Torres es, presumiblemente, el jugador con más peligro de la plantilla rojilla. Su olfato goleador desde la segunda línea, apoyado por su facilidad para la creación de juego y el toque de balón, asegurarán más de un dolor de cabeza para los defensas del Sporting, quienes se encargarán de bloquear al ya conocido como "el fútbol del Osasuna".
Convocatorias
El conjunto de Paco Herrera, con alguna baja importante en su esquema de juego, dispondrá en El Sadar con Whalley, Diego Mariño, Xandao, Álex Bergantiños, Barba, Sergio Álvarez, Santos, Carmona, Rubén García, Canella, Álex López, Isma López, Stefan Scepovic, Borja Viguera, Pablo Pérez, Moi Gómez, Álex Pérez y Jordi Calavera. Por su parte, el Osasuna aún no ha hecho oficial la convocatoria de jugadores que se enfrentarán al Sporting este domingo.
Posibles onces iniciales
