El Real Madrid dice adiós a una figura histórica del club. No es un jugador ni tampoco entrenador, pero siempre está sobre el terreno de juego, aunque solo en los partidos de locales. Se trata de mítico Agustín Herrerín, que hasta la temporada pasada ejercía las labores de delegado de campo del Madrid. Querido por todos en el vestuario y en la grada, Herrerín, que se encuentra de baja médica, abandona la entidad blanca después de 50 años de dedicación. Desde 1999 llevaba Herrerín como delegado de campo del conjunto madridista.

El encargado de relevarlo es Carlos Megía Dávila. El ex árbitro de Primera División ya lleva cinco partidos ejerciendo como tal en el Santiago Bernabéu.

No es un fichaje nuevo en el club, sino que ha pasado de una función a otra. Hasta ahora era el delegado arbitral desde que llegó Florentino Pérez al club allá por 2009.

Que alguien que ha sido colegiado desempeñe esa función ayudará a mejorar las relaciones entre el club madridista y el estamento arbitral, que no pasa pasa por los mejores momentos tras el enfado público por los arbitrajes recibidos durante este inicio de temporada, así que su buen hacer puede ser muy importante, sobre todo en esta temporada convulsa. De momento, Megía Dávila ya se ha encargado de aclarar todas las modificaciones del reglamento y de aconsejar a los jugadores de todas las categorías del Real Madrid, aunque sobre todo al primer equipo, sobre la mejor manera de actuar con los colegiados durante los partidos. Bien lo sabe él, pues ha sido árbitro durante 14 años.

Antes de cada partido se encarga de ayudar al equipo arbitral en todo lo necesario y estar cerca del colegiado  para después cumplir con las funciones fijadas por la Federación Española de Fútbol que recaen sobre él como delegado del equipo.