Envueltos en un ambiente enrarecido por el día y un Nuevo Arcángel casi vacío se medían dos equipos con necesidad de escapar de los puestos bajos de la tabla. Córdoba B y Real Murcia llegaban a este encuentro con siete puntos, aunque con diferentes urgencias. Estas últimas eran (y siguen siendo) especialmente importantes en el caso del Real Murcia, entidad con el ambicioso proyecto del ascenso, pero sumida en el fango del playout después de un partido en el que sus zagueros prolongaron su descanso dominical. De hecho, podría afirmarse que su inoperancia defensiva fue tal que ni el mediocre juego del filial cordobesista fue capaz de encubrirla.

Y eso que fue el Real Murcia el que comenzó mostrando claros signos de dominio y control en una contienda en la que no era descabellado augurar que la victoria viajaría hasta la capital del Segura. Los jugadores del Córdoba B apenas suponían oposición para los extremos y delanteros granas, que en cuanto cogían velocidad eran capaces de crear apuros sobre el marco defendido por Lavín. Santi Jara fue un ejemplo para sus compañeros en esta labor cuando consiguió zafarse de cuatro zagueros locales en una jugada magistral a la que solo le faltó el gol. Sin embargo, contra todo pronóstico a tenor de lo que sucedía sobre el césped, fueron los de Jorge Romero los que consiguieron adelantarse en el luminoso gracias a David Moreno, que aprovechó la falta de contundencia de Orfila en el área pequeña para batir a Ribas con un disparo cruzado.

Era el primer disparo entre los tres palos del Córdoba B, por lo que supuso un importante jarro de agua fría para los hombres entrenados por Víctor Basadre, que debutaba hoy en el banquillo grana. Los pimentoneros podrían haber enmendado el error a los pocos minutos si Curto hubiera aprovechado un fallo garrafal de Lavín. El punta de Tortosa optó por regatear en lugar de disparar de primeras y su remate final acabo chocando en la nube de defensores cordobesistas. Sin tiempo para digerir tal fallo, los granas se encontraron con un penalti en contra después de que Forniés derribara ingenuamente a un atacante local. Aguado lo transformó y ponía tierra de por medio en una tarde que se tornaba cada vez más oscura para el Real Murcia, que no salía de su estado catatónico a pesar de la escasa oposición que estaba suponiendo el Córdoba B en defensa.

No obstante, mayor todavía fue la empanada de los pimentoneros en la línea de atrás, donde los fallos clamorosos y la apatía eran las notas dominantes. Consecuencia de ello fue el 3-0, que llegó por obra de Moreno tras rematar a la red en un córner ante la inexplicable pasividad de Juanma. Solo el gol de Curto al filo del descanso maquilló una primera parte desastrosa para los de Basadre, al que se le presentaba un complicado panorama para estrenarse.

Poca intensidad pese a la reacción

Tras la reanudación, el Real Murcia pareció meter una marcha más para buscar la remontada. Pedro Martín fue uno de los futbolistas que contribuyó a ello con su velocidad cada vez que enfilaba la banda o recibía en el área. Entretanto, el Córdoba B aprovechaba cada contragolpe para crear ocasiones de gol y sentenciar el choque. La falta de contundencia en defensa pudo salir más cara si Waldo y Soler hubieran estado más acertados en sus respectivos remates a portería, los cuales lograban efectuar sin que los centrales granas les pusieran en aprietos.

A pesar de las malas sensaciones, la épica empezó a tornarse posible cuando Arnau introducía el balón en su propia portería después de que Curto filtrara el pase de la muerte para Pedro Martín. Era el 3-2 y el empate e incluso la victoria se veían posibles, aunque en la zona de atrás solo pareciera existir un Biel Ribas que mantuvo vivas hasta el final las esperanzas de su equipo. Y finalmente, en el minuto 64 y con mucho partido por delante para lograr la heroica, un disparo mordido de Juanma en la frontal permitía a Orfila batir a Lavín y conseguir la igualada para los suyos.

Los de Basadre había monopolizado la posesión del esférico y las ocasiones de peligro, de manera que el aspecto defensivo pasó a un segundo plano durante una fase del encuentro en la que el 3-4 estuvo a punto de hacerse realidad. Pedro Martín, con un cabezazo en plancha, hizo que Lavín tuviera que emplearse a fondo para evitar lo que en el descanso parecía imposible. El meta local consiguió sacarla de puños cuando el exdelantero del Mirandés ya veía el balón en el fondo de las mallas.

Desde ese momento, el Real Murcia entró en modo reposo y redujo la intensidad de sus transiciones, algo que, por inercia, acabó dando alas al cuadro de Romero. Biel Ribas aumentó su registro de paradas con una soberbia intervención en un mano a mano frente a Hornero, evitando así el cuarto de los andaluces. Su trabajo y el del equipo se fue al traste cuando, a falta de un minuto para el 90, Sebas Moyano se revolvió en el área entre seis jugadores granas y conseguía empalar un disparo que terminaba con el último gol y el 4-3 definitivo. De esta manera, el Córdoba B, que hasta hoy había anotado cinco tantos, ahonda en la crisis de un Murcia en la UVI y sin síntomas de mejoría.

Puntuaciones VAVEL

David Moreno

3 puntos

Biel Ribas

2 puntos

Sebas Moyano

1 punto