Sin demasiado ruido, pero con la efectividad que catalogan los genios, Ferran Sarsanedas y Oriol Busquets se adueñan del protagonismo en la sombra en este arranque de temporada bajo las órdenes de Gerard López. En sus botas, el compás de una escuadra diseñada para competir en el regreso a la categoría de plata. Ambos, gironenses de nacimiento, comparten mucho más que gentilicio.

Indispensables y pilares, ante el Real Oviedo en el último encuentro del filial demostraron que no son incompatibles. Tras disputarse la titularidad en este inicio de curso con cuatro titularidades para Oriol Busquets (Real Valladolid, Granada, Córdoba y Lugo) y dos para Ferran Sarsanedas (Tenerife, Alcorcón), ante el conjunto asturiano el míster de Granollers optaba por la dupla gironense desde el inicio, demostrando que la calidad emerge mejor unida.

Polivalentes en cualquier parcela del mediocentro, Oriol y Ferran se compenetran a la perfección tanto dentro como fuera del verde, aupando su conexión con el esférico entre sus pies.

Oriol Busquets y Ferran Sarsanedas ante el Real Valladolid. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Oriol Busquets, el centrocampista total

Tímido fuera del verde, y el más descarado sobre el tapiz. Oriol Busquets acuna sus pasos en La Masía tras su aterrizaje en 2007, sin dejar de demostrar que lleva su calidad inerte en su ADN. Brillante en la creación y fulgurante en la definición, Busquets campea en su primera temporada con el filial azulgrana sin dejar de lado la competición europea con el Juvenil A de Gabri García. A su lado, Ferran Sarsanedas se aúpa como el mejor escudero de Oriol, que no dudó en presentar sus credenciales en una pretemporada brillante. Su ‘doblete’ en el debut del filial ante l’Escala en el ‘stage’ azulgrana no pasó inadvertido para nadie, dejando una huella de calidad que augura un futuro prometedor. Caprichos del destino, Ferran inauguró la pretemporada anterior del Barça B ante el mismo rival, enlazando aún más la unión de una pareja que conecta más allá del verde.

Madurando a pasos de gigante, Oriol se hace fuerte sobre el césped. Su gran portento físico acompasa su envidiable inteligencia posicional, capaz de moverse en cualquier situación del mediocentro azulgrana. Jerárquico e imperial en la sala de máquinas blaugrana, Oriol Busquets ha logrado alzarse como pieza fundamental en el engranaje ‘culé’ en su primera temporada en el Barça B, disputando cinco titularidades en los siete encuentros del filial en este inicio de campeonato. Una joya con hambre de más.

Sarsanedas, elegancia y clase

Forjado en la cuna de La Masía desde su llegada con 11 años, Sarsanedas baila con clase desde el mediocentro del tapiz, marcando con finura los compases de un esférico que siempre acaba buscándole. Erguido como el mejor escolta de la zaga, Ferran se alza como la conexión necesaria entre los centrales, aupando la confianza de sus compañeros depositada en una zurda que brilla con luz propia. Fiel, hábil y sereno, Sarsanedas rompe con sutileza las líneas al ritmo de asistencias de ensueño. Su visión innata de la jugada le permite moverse con la naturalidad que sólo los genios sostienen sobre el verde, adueñándose con todos los honores de ‘su’ espacio marcando en el campo. Con la elegancia que late de su ser, Ferran camina en su segunda campaña en el filial, dispuesto a vestir de clase la zona creativa azulgrana.

Acunado en el calor de una cantera que cuida a sus valores, Ferran Sarsanedas logró colarse por méritos propios en la lista inicial de candidatos al Golden Boy 2017, mostrando de nuevo que su calidad quedaba lejos que guardarse como una icónica utopía.

Ferran Sarsanedas y Oriol Busquets en la Ciutat Esportiva. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Se buscan, se encuentran y se gustan. La complicidad entre Ferran y Oriol late tan fuerte como la sutileza con la que suscitan en cada jugada. La escuela de talentos en La Masía queda garantizada con su porvenir: Ferran Sarsanedas y Oriol Busquets, la clase innata de la cantera