El fútbol a menudo se basa en rachas y en Nervión ahora está tocando atravesar un consistente bache. Los últimos resultados del Sevilla han aumentado las dudas en el seno de la afición y todas las miradas apuntan a una misma figura, la del entrenador Eduardo Berizzo.

Lo cierto es que todo se ha precipitado en esta última semana. Antes de eso, aunque el juego del equipo se antojaba irregular y con frecuencia era cuestionada la política de rotaciones llevada a cabo por el cuerpo técnico, la marcha del equipo era intachable en cuanto a resultados se refiere: segundo clasificado en Liga al término de la séptima jornada con cinco triunfos, un empate y una derrota, y líder del grupo E de la Champions League tras superar la ronda previa ante el Istanbul Basaksehir y dejar buena impronta después con un meritorio empate en Anfield y una victoria holgada (3-0) ante el Maribor.

Sin embargo, el parón de selecciones no parece haber sentado bien al conjunto sevillista, que desde el regreso no ha sumado ni un solo punto en los tres partidos disputados. Ya la derrota en San Mamés, ante un Athletic que tampoco estaba en su mejor momento de forma, fue un toque de atención para un Sevilla que parecía tener la mente más puesta en el compromiso en Moscú. Nada más lejos de la realidad porque allí el equipo de Berizzo fue ampliamente superado por un Spartak muy práctico que supo aprovechar todas las lagunas defensivas del Sevilla para golearle por cinco tantos a uno. Toda una sorpresa a la que el entrenador argentino quiso quitar hierro en la rueda de prensa posterior al duelo, asegurando que es algo que pueda pasar, "pero después tiene que existir una reacción".

Ese cambio debía llegar en Mestalla en el retorno a la competición liguera, pero este sábado el Valencia no hizo más que confirmar el estado de crisis (4-0) y la perspectiva que los aficionados, y también la prensa, vienen señalando todos estos días sobre su equipo: falta de intensidad en el juego, falta de actitud, ciertos jugadores que no están dando el nivel que deberían... Y ya hay quien cree que hay poca creencia de los jugadores en la idea y los planes de su entrenador, y cualquier pequeña circunstancia se aprovecha en esa línea (como la del polémico tweet que pedía la destitución de Berizzo y al que teóricamente Sarabia le dio like).

A la plantilla le tocará seguir trabajando y por el momento Eduardo Berizzo seguirá al mando. Las próximas citas, en Copa ante el Cartagena y en Liga ante el Leganés, podrán ser claves para el futuro inmediato del cuadro nervionense.