Es algo que uno sueña desde pequeño. Estoy muy contento por haber podido cumplir el sueño de debutar en partido oficial con el primer equipo”. Con esta emoción en su palabra, describía Toni Moya la emoción que representa para un futbolista el debutar con la mejor versión de un equipo, que es, en definitiva, el de primera categoría. El pasado miércoles, tanto él como su compañero Sergi pudieron demostrar su talento en el Martínez Valero.

Y es que la mayor aspiración deportiva que acostumbran a tener los “jugadores reserva” de cualquier equipo, no es otra que la de jugar con y contra los más grandes. “Doy las gracias al míster, que me ha dado la oportunidad de jugar en partido oficial con el Atlético de Madrid que es el equipo de mi vida, decía Sergi.

Es cierto que muchos de los jugadores que salen de la cantera de cualquier equipo y que llegan a destacar en el ámbito futbolístico, terminan por dispersarse y siguen su rumbo hacia otros clubes, pero cuando uno se centra en la otra vertiente de este hecho, cae en la cuenta de que también algunos de los más fieles fueron un día canteranos. Y si no, que se lo digan a Torres, Saúl, Koke, Gabi… A día de hoy, son pilares indiscutibles de la plantilla, pero  no hace tanto que estuvieron en el mismo lugar que Toni Moya y que Sergi.

A pesar de que el resultado en tablas les supo a poco, ambos disputaron un buen encuentro. Sergi fue titular y anduvo más participativo en la primera mitad que en la segunda, mientras que Toni Moya entró para suplir a Keidi en el minuto 59.

La escuadra colchonera actual es una de las más atléticas de los últimos tiempos, ya que cuenta con más jugadores de la cantera en el primer equipo de lo habitual: el número de debutantes con Simeone al mando asciende a 19, más los que ya estaban presentes de antes. El equipo ha sabido recurrir a sus raíces para formar jugadores brillantes, a los que ahora debe sacar el mayor rendimiento posible con el fin de que estos logren despuntar hasta su máxima capacidad. Y con el Cholo, el Mono Burgos y el Profe Ortega como emprendedores de esta causa, la afición ha de confiar en su plena realización.