El Athletic Club comandado por Jose Ángel Ziganda viene de perder contra el Fútbol Club Barcelona dirigido por un viejo conocido de los leones, Ernesto Valverde, apodado Txingurri en la capital bizkaina. Aunque resulte paradójico, esta derrota ha sido la que mejor sabor de boca ha dejado a los aficionados rojiblancos debido a la intensidad y el desparpajo con la que jugaron los futbolistas de su equipo, quienes hasta ahora no habían sido capaces de cuajar un fútbol ofensivo.

La grada de San Mamés es consciente de que el partido del fin de semana tiene que ser el camino a seguir del equipo, y así lo entendió el míster, que puntualizó en rueda de prensa que le gustaría que sus pupilos salieran a jugar con estas ganas en cada uno de los partidos disputados. La mejor manera de asentarse en esta dinámica es hacer un partido de la magnitud, o similar, ante el Ostersunds sueco, que llega a Bilbao como primero de grupo con siete puntos cosechados, tras dos victorias y un empate. Por el contrario, el Athletic solo ha logrado sumar dos puntos, uno de ellos ante el equipo que tendrá en frente en el terreno de juego, y tras una remontada casi milagrosa dado el mal juego realizado. Si quieren clasificarse para la siguiente fase, no les queda otra que sumar de tres en tres en lo que queda de competición, y esperar a que el Zorya ucraniano pierda.

A la deriva

Sin puntos y sin juego, el proyecto de Ziganda ha entrado en un bucle excesivamente negativo para un equipo que nos tenía acostumbrados a, como mínimo, intentar llevar el peso del partido. Da la sensación que a día de hoy, exceptuando el encuentro contra el equipo de la ciudad condal, este Athletic tiene excesivas carencias en su juego ofensivo, y lo que es más, en la creación. Se percibe, partido sí y partido también, una distancia abismal entre centrales y centro del campo, ya que este es inexistente en una cantidad desorbitada de momentos del juego.

Si bien el nivel de los centrocampistas no está siendo el óptimo, el posicionamiento de los mismos por parte del cuerpo técnico no está ayudando a mejorar la situación. Tendrán que buscar una solución rápida, o mantener el camino en dirección a lo acontecido el pasado sábado en cuanto a juego se refiere, si desean dar una alegría a sus forofos y, de paso, subir la moral dentro del vestuario. Mientras esto no suceda, es de esperar que los resultados tampoco lleguen, ya que, tras un arranque de liga muy lejos de lo esperado, el club vasco se ha posicionado en la decimoquinta posición de la tabla, muy por debajo de su objetivo inicial.

Fuente: UGS visión
Fuente: UGS visión

Anterior encuentro

Los suecos, entrenados por Graham Potter, único entrenador inglés de la competición, dieron un recital de juego ante el equipo bilbaino en la anterior jornada. Si bien solo lograron llevarse un punto, lo acontecido en el terreno de juego dejó a las claras que fueron claramente superiores y que, si no se llevaron el encuentro, fue por mala suerte suya, o buena de los visitantes. Este equipo humilde está logrando sorprender a los equipos que se va encontrando, jugando un fútbol muy vistoso y bonito de ver. Daba la sensación de que el Athletic Club no se esperaba lo que estaba ocurriendo en el césped y de que no tenían un plan B para paliar las ofensivas locales. Al final, el empate dictó sentencia y los de Ziganda tuvieron que conformarse con un empate que no les servía en exceso, pero que debía saber a victoria dado el bajo nivel mostrado en el campo.

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